Semarnat debería intervenir, pero...

Iván Restrepo


En extrañas circunstancias desaparecieron el titular de la Secretaría del Medio Abiente y Recursos Naturales (Semarnat) y sus más cercanos colaboradores. Un rumor atribuye el hecho a que como el señor Calderón asegura que el país se encamina por la senda del progreso, los citados funcionarios se quedaron sin trabajo. Sin embargo, abundan los asuntos en los que es urgente la intervención de esa dependencia. Por ejemplo:

1. Se denuncia nuevamente la privatizacion de las playas y la zona marítima federal terrestre. En Puerto Vallarta, Acapulco, Cancún, la Riviera Maya e Isla Mujeres, la población se queja porque guardias blancas al servicio de hoteleros y "concesionarios" impiden el acceso a lo que es un espacio público. En tanto, se ignoran los resultados del monitoreo que las autoridades deben realizar para garantizar la calidad del agua marina y proteger la salud de quienes visitan los centros turísticos costeros. Las aguas de algunos lugares están suficientemente aderezadas con todo tipo de contaminantes. La ausencia de la Secretaría de Salud en el monitoreo puede deberse a su nueva tarea: garantizar la fidelidad y la abstinencia como eje de la lucha contra las enfermedades de transmisión sexual en vez del demoniaco condón.

2. La Comisión Nacional del Agua (Conagua), dependiente de la Semarnat, clausuró la construcción de un puente sobre la barranca de Hueyatlaco, el cual comunicaría una zona de altos ingresos del estado de México con el Distrito Federal. La Conagua adujo para proceder a la clausura que el gobierno mexiquense y la constructora no tenían los permisos que exige la ley. Pero la obra tiene 70 por ciento de avance. Vecinos del poniente de la ciudad se oponen a la edificación de dicho puente por los problemas ambientales y de tránsito que causaría.

3. Hace dos años, el periódico regional Por Esto! denunció los negocios de prostitucion establecidos en Cancún y Playa del Carmen por Raúl Martins, ex agente de la dictadura argentina. Reveló la protección que el delincuente recibía de las instancias oficiales, incluido el Poder Judicial. Nadie hizo caso al asunto. Ahora, el diario Reforma y el semanario Proceso abundan en información sobre dicho sujeto y el círculo oficial que le ha permitido actuar con la mayor impunidad. Tambien se sabe ­y ha sido denunciado miles de veces­ del contubernio del Poder Judicial y de otras instancias oficiales con los poderosos intereses hoteleros que destruyen la costa de dicha entidad, donde se comete el mayor número de delitos ecológicos en el país. La corrupción en este campo llega a tales niveles que el ex titular de la Semarnat, Alberto Cárdenas, nombró como su representante en Quintana Roo a un hombre de su plena confianza a fin de acabar con la corrucpión en el campo ambiental y judicial. Fracasó en su encomienda. Hoy la situación es peor.

4. El secretario de Turismo anunció recientemente un magno proyecto de ecoturismo en Cuatro Ciénegas, Coahuila, una de las reservas naturales más importantes del planeta, en peligro por la extracción desmedida del agua para sembrar alfalfa destinada al hato lechero de La Laguna y para las tiendas Soriana. Lo que esa secretaría entiende por "ecoturismo" se ejemplifica muy bien con el fallido proyecto de la escalera naútica en Baja California. Por ley la Semarnat debe intervenir para garantizar el buen estado de dicha reserva. No es así. En Cuatro Ciénegas, además, hubo un milagro: no de la multiplicación de los panes y los peces, sino del agua. Según el presidente municipal del lugar y algunos técnicos que dependen de la Semarnat, aunque se extrae cada vez más agua del subsuelo y llueve poquísimo, abunda el agua. Es el primer milagro del sexenio.

5. Por el alza del precio de la tortilla, los voceros de los intereses trasnacionales piden que se permita la siembra de maíz transgénico en México, centro de origen y diversidad de dicho grano. Un analfabeta dirigente de una fantasmal organización de productores agrícolas pidió en el Senado tumbar la selva para sembrar maíz y así resolver el problema. Contra esos intentos debía estar la Semarnat. Debía, pero no.

Si tumban selva para sembrar maíz, terminarán plantando selvas en las azoteas.

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