El Estado Mayor Presidencial ha sido objeto de suicidios por parte de sus elementos a razón de lo que se ha logrado colar tras bambalinas de información. Dícese que el 14 de Octubre pasado, el Teniente Rigoberto Potenciano fue hallado muerto en su domicilio ubicado en la Unidad Habitacional Militar de Tacubaya sin carta póstuma o algún tipo de mensaje. Suicidio diría yo bastante dubitativo que me deja pensando más cuando leo que el caballero era de Tabasco.
Muchos fanáticos panuchistas podrían decir que se suicidó porque al teniente le hubiera gustado ser escolta de mi presidente AMLO (y ya lo comentan los hijos de puta) o porque, dada su naturaleza tabasqueña, estaba igual de loco que El Peje. Lo cierto es que la muerte del teniente Potenciano no es el único caso de suicidio en esas esferas de seguridad presidencial y ha trascendido ya una serie considerable de efectivos que han perecido por "suicidios" que deberían someterse a consideración judicial.
Esto me hace evocar a Durazo Moreno en el periódo lopezportillista de 1976 a 1982 en cuyo principado, porque no se le puede llamar de otro modo, El Negro Durazo fue un dictador de la mas probada y marcada crueldad mental que haya existido después de Hitler. Dejando en entredicho un poco lo que González González hubiera podido decir en su acusativo libro, a un servidor le constan las fiestas orgísticas de Don Arturo y Doña Silvia en las que la cocaína, la marihuana, heroína, LSD y cuanta porquería hubiera en circulación, rodaban a caudales entre los invitados (ejemplos de ciudadanos "respetables" como Lucía y Abraham Mendez, los Timbirichos de corta edad, los menudos de Edgardo Díaz, Diego Verdaguer, Joaquín López Dóriga, Juan Ayón, Vicente Morales, Antonio Mora Hurtado, Paco Stanley y un largo y prolongado etc.). Durazo Moreno creó su propia Roma e igual intentó quemarla tal vez no literalmente pero hizo que sus elementos mas peligrosos (en cuestión de información y chantaje) desaparecieran poco a poco ya fuera con "accidentes" o "suicidios". Por cierto, aún está por esclarecerse el asunto de los muertos de Río Tula.
Otro punto aún mas atrás en la línea del tiempo es el "T-68" (Tlatelolco 68 pero rebautizado -para no tener broncas- por el guitarrista de The Who Pete Townshend como "T-68" en su rock opera Lifehouse). El T-68 fue y es la muestra más cínica de un sistema opresivo de señalar la mano poderosa y dejar la clara advertencia con una segunda vuelta en 1971. Echeverría parece decir con todo esto que se aguanta mucho las ganas de llamar al "T-68" como "El día en que les rompí la madre a los greñudos" y se regocija con el hecho de que nunca la justicia pondrá un dedo sobre él. Curiosamente en la sala de estar de una de sus propiedades, Echeverría tiene fotos y recuerdos de sus muchachitos "Halcones" a quienes protegió mucho todavía algunos lustros después de 1971. Pero T-68 dejó algo mas que un abismo entre el pueblo y el gobierno, dejó la consecutiva serie de suicidios y extrañas muertes de efectivos del ejercito y la policía que en algún momento parecieron querer expresar la verdad hacia los medios extranjeros (cuéntase que Manuel Buendía recibió amenazas una semana después de que se entrevistó con ex militares que intervinieron en lo de las tres culturas).
Pinochet por su parte fue la mas siniestra y macabra escuela de dictadura y terrorismo psicológico y se le atribuyen al señor al menos un 70% de las bajas por muerte de los efectivos militares que estuvieron en algún momento cerca de él.
Si alguien recuerda al Zorro del Desierto, Erwin Rommel, sabrá entonces que el militar fue tal vez uno de los nazis mas temidos por los aliados apostados en Africa (o al que probablemente Churchill le puso mas cuidado) y al que tal vez podría no encontrársele mas tacha que la de defender su causa, sabiéndose también que al enemigo caído, Rommel lo respetaba. Hitler le hizo suicidarse el 14 de octubre de 1944 precisamente porque su forma de pensar podría poner en riesgo la ideología sionista de los nazis.
Si alguien quisiera defender la integridad del gobierno panista y su sistema fascista, le costaría mucho mas trabajo definir su tema y le tomaría muchas mas complicaciones justificar ya que un sistema totalitario y racista como el fascio franquista del PAN se respalda, como buen nazi, del propagandismo y el sometimiento de masas vía la seducción subliminal de los medios. Luego entonces cuando un elemento tan volátil como puede ser un efectivo militar (que está armado y sabe pelear, se supone) se vuelve frágil y quebradizo, lo mas conveniente para el sistema es eliminarlo.
La pregunta es: Por qué esto no se difunde por los medios oficiales?. Ojalá Gómez Leyva, Marín y López Dóriga tuvieran una respuesta coherente a esto. Por lo pronto que esos tres me saluden a sus jefas (y el resto de sus compas del Tercer Legrado también).
¡¡¡¡Saludos a la Resistencia!!!!