Erich Moncada SDP Noticias12 de Febrero, 2010 - 12:59
El presidente usurpador llegó ayer a Ciudad Juárez para escuchar los reclamos de los sectores sociales afectados por la ola de violencia. A juzgar por el gesto de Felipe en las fotografías del evento, no le fue nada bien y es evidente que no está acostumbrado a que le digan verdades a la cara.
Calderón dijo que acudía a “escuchar a los juarenses” y admitió que el gobierno federal “no ha escuchado debidamente durante muchos años” sus demandas, prometiendo incorporarlas a la elaboración de la nueva estrategia para enfrentar la implosión social de esta ciudad fronteriza.
Puras promesas falsas. Porque aferrarse con los dientes a la permanencia de los militares bajo el ridículo pretexto de que “sería un golpe terrible más grave aún para la seguridad de Juárez; el Ejército no se retira” sólo reafirma la sordera del gobierno.
Pero el reclamo de los juarenses fue claro, en voz de Patricia Galarza, apoyada por los asistentes: “que salga el Ejército”.
Tampoco es un buen augurio la promesa de escuchar todas las voces mientras que a las afueras de la reunión, el impresionante aparato de seguridad que protegía a los asistentes, reprimía a manifestantes pacíficos.
Tensión en CananeaMientras Juárez atrae la atención de la opinión pública nacional, otro drama está por desencadenarse en la ciudad de Cananea, ante la inminente entrada de las fuerzas federales a la mina propiedad de Grupo México, al haber sido declarada la inexistencia de la huelga que lleva más de dos años estallada.
Sergio Tolano, dirigente de los mineros, declaró que su gremio se encuentra dispuesto “a defender con todo nuestra fuente de trabajo, estamos dispuestos a enfrentar al Ejército”.
Tolano Lizárraga informó que un juzgado federal de la Ciudad de México emitió una suspensión provisional que, al menos hasta la próxima semana, pospondrá el desalojo de los mineros. Grupo México respondió que desconocía la veracidad de la resolución y que el sindicato ya no cuenta con otras instancias disponibles para revertir la declaración de inexistencia.
El gobierno federal juega con fuego si abre otro frente en Cananea y los soldados vuelven a atacar a los obreros metalúrgicos. El desalojo no será fácil ni pacífico. Huele a sangre.
Vigilia en solidaridad con JuárezEl día ayer, una veintena de hermosillenses se congregaron con pancartas en las escalinatas del museo de la Universidad de Sonora, para repudiar la guerra contra el narcotráfico y exigir justicia para los miles de caídos por esta farsa.
La vigilia fue convocada por organizaciones sociales y tuvo réplicas en Hermosillo, Ciudad de México, Washington DC, Chicago, Ottawa, Londres, El Paso, Halifax y San Francisco.
Miguel Ángel Haro, excandidato del PT al gobierno de Sonora declaró: “el país se está desquebrajando, se está haciendo pedazos por una mala política en materia de seguridad pública, igual económica, que nos está llevando al colapso social, a la confrontación, a la guerra. Hoy Juárez dio una muestra de reclamo social, de decirle al presidente espurio de la república que no estamos de acuerdo con él”.
El activista Rubén Carreón, manifestó que esta “ha sido una estrategia muy mal encausada para combatir el narcotráfico porque ha tenido algunas consecuencias negativas, la muerte de jóvenes. Es una guerra contra la gente. Lo que nosotros proponemos es que se cambie la estrategia. Esto implica menos militarización, tomando en cuenta que el asunto del tráfico de drogas, el uso y abuso de drogas, no es tanto un asunto de seguridad sino también es un problema de salud pública. Es un problema social que debemos combatir de otras maneras.”