El despertar
Pero se mueve
José Agustín Ortiz Pinchetti
Gira con AMLO en la sierra Norte. Las regiones de Puebla son tan distintas entre sí que parecen diferentes países. No sólo en lo geográfico, sino en lo histórico. El contraste de los llanos con la montaña es dramático: de la aridez a la montaña húmeda. En el pasado los llaneros conservadores, los montañeses liberales y jacobinos.
AMLO recorre los 16 distritos. Visita las cabeceras, hace cinco mítines al día. Al principio de esta semana estuvo en Sonora y en Chihuahua. Después se trasladó a Oaxaca, recorrerá Puebla y volverá al sureste. Un esfuerzo sobrehumano de congruencia política, resistencia física, eficacia logística y austeridad franciscana. Acuden a los mítines habitantes de ciudades poblanas y de pueblos vecinos. Oyen sin pestañear los discursos de AMLO, como si los absorbieran hasta la última gota.
En contraste, el Estado nacional parece desmoronarse: incidentes sangrientos, asalto de la PGR a Michoacán violando los principios federalistas. Lo peor: el reporte de Amnistía Internacional sobre los abusos del Ejército contra civiles. Secuestros, violaciones, torturas, allanamientos, asaltos a las casas en los pueblos, asesinatos. El diario español El País subraya que aunque hay miles de quejas y denuncias, ningún militar ha sido procesado. El gobierno dice que el problema es de los mandos militares. Es una impunidad que alienta el salvajismo.
Observando a AMLO, muchos se preguntan cuáles son sus motivos para esta cruzada. Quizá sea un tema interesante, pero lo es más preguntarse por qué la gente lo sigue. Por qué acude a la mitad de un día laborable a recibirlo. AMLO representa una esperanza, aún lejana, de recuperación de la dignidad nacional. Después de casi tres décadas de corrupción y estancamiento, hoy todo parece derrumbarse. La pérdida de la dignidad y de la esperanza produce grave depresión colectiva. AMLO es portador de una propuesta ética: la política puede servir para salvar a México de la postración.
No son sólo los discursos y las giras extenuantes. AMLO va sembrando organización política. Los comités del obradorismo llegan ya a 2 mil. Serán evaluados en las próximas semanas. Por supuesto, los medios no reportan esta construcción política. El oligopolio televisivo, fiel a la consigna de que lo que no sale en la pantalla chica no existe, tiende un tupido velo a todo este fenómeno. Pero AMLO está en actividad y sus partidarios nos organizamos. Lo nieguen o lo ignoren, sin embargo se mueve.
jaorpin@yahoo.com.mx
Pero se mueve
José Agustín Ortiz Pinchetti
Gira con AMLO en la sierra Norte. Las regiones de Puebla son tan distintas entre sí que parecen diferentes países. No sólo en lo geográfico, sino en lo histórico. El contraste de los llanos con la montaña es dramático: de la aridez a la montaña húmeda. En el pasado los llaneros conservadores, los montañeses liberales y jacobinos.
AMLO recorre los 16 distritos. Visita las cabeceras, hace cinco mítines al día. Al principio de esta semana estuvo en Sonora y en Chihuahua. Después se trasladó a Oaxaca, recorrerá Puebla y volverá al sureste. Un esfuerzo sobrehumano de congruencia política, resistencia física, eficacia logística y austeridad franciscana. Acuden a los mítines habitantes de ciudades poblanas y de pueblos vecinos. Oyen sin pestañear los discursos de AMLO, como si los absorbieran hasta la última gota.
En contraste, el Estado nacional parece desmoronarse: incidentes sangrientos, asalto de la PGR a Michoacán violando los principios federalistas. Lo peor: el reporte de Amnistía Internacional sobre los abusos del Ejército contra civiles. Secuestros, violaciones, torturas, allanamientos, asaltos a las casas en los pueblos, asesinatos. El diario español El País subraya que aunque hay miles de quejas y denuncias, ningún militar ha sido procesado. El gobierno dice que el problema es de los mandos militares. Es una impunidad que alienta el salvajismo.
Observando a AMLO, muchos se preguntan cuáles son sus motivos para esta cruzada. Quizá sea un tema interesante, pero lo es más preguntarse por qué la gente lo sigue. Por qué acude a la mitad de un día laborable a recibirlo. AMLO representa una esperanza, aún lejana, de recuperación de la dignidad nacional. Después de casi tres décadas de corrupción y estancamiento, hoy todo parece derrumbarse. La pérdida de la dignidad y de la esperanza produce grave depresión colectiva. AMLO es portador de una propuesta ética: la política puede servir para salvar a México de la postración.
No son sólo los discursos y las giras extenuantes. AMLO va sembrando organización política. Los comités del obradorismo llegan ya a 2 mil. Serán evaluados en las próximas semanas. Por supuesto, los medios no reportan esta construcción política. El oligopolio televisivo, fiel a la consigna de que lo que no sale en la pantalla chica no existe, tiende un tupido velo a todo este fenómeno. Pero AMLO está en actividad y sus partidarios nos organizamos. Lo nieguen o lo ignoren, sin embargo se mueve.
jaorpin@yahoo.com.mx