Decenas de miles de campesinos colmaron la plancha de la Constitución. AFP
México, DF. Decenas de miles de campesinos, muchos de ellos a bordo de tractores, ocuparon hoy jueves el centro de la capital mexicana en una manifestación de protesta contra la liberalización del maíz marcada por el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN).
La avanzada de la marcha, encabezada por decenas de tractores, llegó una hora después hasta el Zócalo, mientras que a las seis de la tarde todavía cientos de agricultores avanzaban por las avenidas desde distintos puntos.
Una fuente policial estimó la concurrencia entre 20 mil y 25 mil 000 personas, mientras que el secretario de Seguridad Pública de Distrito Federal, Joel Ortega, estimó que se ocupará la mitad del Zócalo, el cual tiene capacidad para 110 mil personas, porque en el espacio restante está instalada una exposición.
La movilización de los campesinos provenientes de diversos puntos del país fue la más masiva desde que el sector lanzó numerosas protestas a nivel nacional el 1 de enero, día en el que se eliminaron por completo los aranceles para el maíz, producto base en la alimentación de los mexicanos.
Con pancartas con la consigna "Sin maíz no hay país", algunos en tractor, otros en autobús, los campesinos llegaron por las cinco carreteras que desembocan en la capital mexicana.
Algunos campesinos comenzaron su marcha desde su ciudades hacia la capital mexicana el 18 de enero, como es el caso del contingente de Ciudad Juárez, Chihuahua, frontera con Estados Unidos, ciudad ubicada mil 500 kilómetros al norte.
La secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México movilizó a mil 500 uniformados para contender la marcha, para la que se cerró la larga y estratégica avenida Reforma.
Desde la entrada en vigor del acuerdo en 1994, diversas organizaciones mexicanas de agricultores han denunciado las desigualdades que sufren frente a sus pares de Estados Unidos y Canadá, que se intensificaron conforme se acercaba la liberalización del maíz.
El gobierno de México, entre otras cosas, instó el 12 de enero a Estados Unidos a limitar los subsidios agrícolas.
La Confederación Nacional Campesina (CNC), la principal organización agraria de México (con 5 millones de afiliados), ha alertado sobre los efectos negativos de la apertura también de la leche y la caña de azúcar, y asegura que cada agricultor estadunidense recibe apoyos anuales por 20 mil dólares frente a los 700 dólares de sus colegas mexicanos.
Pero los productores mexicanos se quejan de que además de las desigualdades con sus colegas estadunidenses se enfrentan a una constante alza del diesel, fertilizantes y luz, componentes que según ellos representan 60 por ciento de sus costos de producción.
Sin embargo, los gobiernos de México, Canadá y Estados Unidos rechazan la posibilidad de reabrir las negociaciones en el capítulo agrícola del TLCAN, como reclaman los productores y partidos opositores mexicanos.
El ministro de Agricultura de Canadá, Gerry Ritz, dijo la semana pasada que su país, México y Estados Unidos no consideran oportuno reabrir el TLCAN porque están "racionalmente complacidos con la manera en la que está funcionando".
Vanguardia de megamarcha campesina ingresa al Zócalo
Con tractores y vacas, trabajadores del campo se adueñaron de las calles del centro en su movilización contra el TLCAN; se espera que realicen un mitin en la Plaza de la Constitución.
La Jornada
México, DF. Al filo de las 16 horas de este jueves la vanguardia de la megamarcha campesina ingresó a la plancha del Zócalo capitalino.
Una hora antes, un primer contingente comenzó su avance hacia la Plaza de la Constitución desde el Angel de la Independencia y el Monumento de la Revolución para oponerse a la apertura total del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que aseguran los hundirá más en la pobreza.
Los campesinos exigen renegociar el capítulo agrícola del pacto comercial y piden apoyo del gobierno para proteger la producción del maíz y del frijol, pilares de la dieta de los mexicanos desde los tiempos aztecas.
Miles de campesinos se encuentran en el cruce de Paseo de la Reforma y Avenida de los Insurgentes, por lo cual se han cerrado por completo los carriles rumbo al Monumento a Colón.
En la Glorieta de la Palma se observa cómo continúan su arribo varios camiones con más participantes para la movilización convocada por numerosas organizaciones de trabajadores del campo.
La parte central de Paseo de la Reforma luce llena a partir del Museo de Antropología hasta la Glorieta de la Palma, donde ya se encontraba un contingente de 40 a 60 tractores.
Los reportes radiofónicos señalan que la ruta que siguen los contingentes reunidos en la explanada del Monumento a la Revolución es por la avenida Plaza de la República, cruzando por Paseo de la Reforma hacia Avenida Juárez. Se prevé que sigan por Francisco I. Madero y de ahí hacia la plancha del Zócalo.
Las emisoras señalan que estas columnas no se dirigieron hacia el Angel de la Independencia, como estaba previsto, para de ahí partir hacia el Zócalo, sino que enfilaron directamente hacia la plancha central.
Los campesinos llevan consigo vacas, tractores y camiones y marchaban lentamente en filas hacia el Zócalo de la ciudad, donde planean realizar un mitin.
Productores armaron un corral con una decena de vacas sobre Paseo de la Reforma, frente a la Bolsa Mexicana de Valores, y los tractores avanzaban bajo la mirada de cientos de policías.
Campesinos cargaban un ataúd negro y cuatro mujeres caminaban detrás con cruces que decían "La muerte del campo, TLC (es) el culpable".
"El gobierno ha creado un Frankenstein para el campo con sus malas políticas públicas", dijo Armando Villarreal, líder de un grupo de productores del norte del país.
Las barreras arancelarias para las importaciones de maíz, frijol, leche y azúcar entre México, Estados Unidos y Canadá se eliminaron por completo el 1 de enero pasado, según lo pactado en el tratado de libre comercio (TLC) vigente desde 1994.
La medida pondría a millones de productores mexicanos -muchos de los cuales viven en condiciones de subsistencia- en problemas para competir con los productos más baratos y subsidiados por Estados Unidos, argumentan dirigentes del agro.
"Tenemos temor de ya ni siquiera poder comer ni nuestros frijoles ni nuestra tortilla, porque ya no vamos a tener dinero para producir tan caro y vender tan barato", dijo María Teresa Ramírez, una pequeña productora de frijol del estado norteño de Zacatecas, que participaba de la marcha.
Mientras que el gobierno descartó renegociar el capítulo agrícola, el secretario de Agricultura, Alberto Cárdenas, prometió subsidios para alimento de animales y ayuda para algunos productores.
"El tratado de libre comercio es una vena abierta para la agricultura mexicana, puedes tener atención médica, pero si no se cierra la herida el paciente va a morir. Necesita una solución integral", dijo Víctor Suárez, un líder campesino.
Los productores mexicanos denuncian que desde que el TLC entró en vigencia, las tarifas sobre el maíz han ido eliminándose y las importaciones del grano amarillo estadunidense -usado mayormente para alimentar a los animales- han ido en aumento en México y ahora representan cerca del 35 por ciento del consumo mexicano.
Los productores mexicanos temen que la eliminación de barreras arancelarias impulse al mecanizado campo estadunidense a comenzar a producir maíz blanco.
Mientras legisladores opositores piden la renuncia del secretario de Agricultura por no apoyar a los campesinos, el mismo funcionario, Cárdenas, dijo que los efectos negativos del TLC sobre el maíz y el trigo serán compensados por los mayores precios internacionales ante la mayor demanda estadunidense de etanol.
(Con información de AFP y Radio Fórmula)
TLC recrudece las condiciones en que ellas viven
Por Susana Trejo de Jesús
Las consecuencias adversas de la discriminación étnica, la crisis agrícola y la migración se recrudecieron para las mujeres con el TLC, denunciaron OSC en el Foro Social Mundial, llevado a cabo en el Zócalo de la Ciudad de México, del 22 al 26 de enero.
La migración femenina en las últimas décadas se incrementó en todo el mundo, de 35 millones en 1960, a 95 millones en el año 2006, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, lo que provocó también un aumento de las violaciones a sus derechos humanos, afirmó Siria Oliva Ruiz, integrante de la organización Sin Fronteras, que atiende a migrantes en México y Estados Unidos.
Antes se creía que estas mujeres viajaban para reunirse con su familia, pero hoy se sabe que actualmente se incorporan a la actividad productiva y son el sostén de sus familias a través del envío de remesas, dijo la abogada.
La vulnerabilidad de las mujeres ante la migración, explicó Siria Oliva Ruiz, se hace presente en problemas como el acceso a la protección debida, la regularización migratoria, la flexibilidad para el acceso al trabajo, la obtención de documentación de identidad para ellas y sus hijas e hijos y el acceso a los servicios de salud y de justicia.
Agregó que las mujeres migrantes y menores de edad que llegan procedentes de Centroamérica a vivir a Chiapas son una población bastante expuesta a la explotación pues ellas se emplean mayormente en trabajos domésticos o como trabajadoras sexuales. Mientras las niñas y los niños trabajan en el comercio informal.
Otras características que hacen a las mujeres más vulnerables cuando emigran a otro país son su bajo nivel de escolaridad y la pobreza, situaciones estrechamente relacionadas con el género femenino en México, señaló Oliva.
Dos de las propuestas que hizo para el trato justo de las mujeres migrantes es llevar a cabo una política con enfoque de género que elimine todo tipo de discriminación hacia ellas y que el status migratorio de una mujer no sea la excusa de los países para que accedan a todos sus derechos y así tener posibilidades de integración a la vida económica del país
MUJERES INDÍGENAS, SUMA DE AGRAVIOS
En condición también precaria con respecto a sus derechos humanos se encuentran las mujeres indígenas, señaló en su intervención Lina Rosa Berrio, antropóloga integrante de la Organización No Gubernamental Kinal Antzetik, pues existen brechas asociadas a la pertinencia étnica y a la clase, y otras relacionadas a la condición de género.
En su ponencia, presentó un panorama general sobre los índices de pobreza en todo el mundo, y la incidencia que éstos tienen en la población indígena. De acuerdo a cifras del Instituto Indigenista Interamericano, del total de población indígena de América Latina 93 por ciento se concentra en seis países: México ocupa el primer lugar con 13 por ciento, le siguen Perú con 11, Guatemala con 7, Bolivia con 5.6, Ecuador con 5.2 y Chile con cerca de un millón.
La pobreza de esta población, agravada por las políticas neoliberales, es evidente no sólo en México, sino en todo el Continente. Según el Banco Mundial, dijo Berrio, en Perú del total de población en situación de pobreza, el 43 por ciento es indígena, en Bolivia y Guatemala, tres cuartas partes de la población indígena se encuentra en esta condición, mientras que en Ecuador alcanza 87 por ciento.
En el caso de México, la incidencia de la pobreza en 2002 era 4.5 veces mayor en población indígena que en la no indígena. En materia de educación la tasa de analfabetismo en México entre las mujeres indígenas es de 42.2 por ciento, por encima de la media nacional que es de 27.3 por ciento.
En cuanto a la materia de salud, señaló que las mujeres indígenas tienen tres veces más posibilidades de morir durante el embarazo y después del parto, que una mujer no indígena, ya que más del 80 por ciento de la población indígena no es derechohabiente de algún tipo de seguridad social.
Para una mejor comprensión de la situación en que viven las mujeres indígenas, explicó Berrio, de acuerdo con un análisis propuesto por la feminista Marta Lamas, en el ámbito económico se tiene que trabajar en el reconocimiento al empleo de las mujeres y su derecho a una remuneración equitativa con los hombres, la igualdad en el trabajo doméstico al interior del hogar y su incursión en el trabajo de maquila. También considerar el tema de la propiedad de las mujeres sobre las tierras.
Políticamente, es necesario visualizar cómo se complica el acceso de las mujeres a puestos de decisión pública, incluso en regiones donde existen movimientos sociales; también es importante considerar el proceso organizativo de las indígenas alrededor de la lucha por los derechos colectivos de sus etnias y por los de ellas mismas.
Con respecto al acceso a la justicia, Lina Berrio explicó que la lucha contra la impunidad es un tema inherente, ya que en un informe reciente sobre violencia contra las mujeres indígenas, del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas, arrojó que el eje conductor de la violencia estructural, comunitaria y doméstica es la impunidad, al no existir una resolución de los casos existentes.
En suma, las condiciones adversas en que viven las mujeres, provocadas por la discriminación, la crisis agrícola (principal origen de la migración de las mujeres campesinas e indígenas) y la migración, se convirtieron en críticas con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994.
En respuesta a esta situación, y ante la liberación de aranceles para el maíz, frijol y leche en polvo (capítulo agropecuario) que entró en vigor el primer día de 2008, las organizaciones de la sociedad civil (OSC), durante la VIII edición del Foro Social Mundial México 2008, anunciaron un paro nacional el 31 de enero a favor de la campaña Sin maíz no hay país.
Porque no hay duda, como señala la organización Oxfam, el TLCAN, refuerza las desigualdades de género ya existentes, pues en aras de la competitividad se promueve un modelo de desarrollo basado en el trabajo barato y "flexible".