Los responsables de la tragedia nacional son intocables porque también poseen el control de la tv, la radio y de mayoría de los periódicos.
Actualmente, la capacidad de penetración de los medios masivos de comunicación, como son la televisión y el radio, han hecho que los oligarcas los tengan como punta de lanza para mantener el régimen que favorece sus intereses, valiéndose de la manipulación del pensamiento colectivo por medio de una bien planeada estrategia mediática que exalta aparentes logros y virtudes del régimen, descalifica a sus opositores, y además infunde miedo y desesperanza en la población a efecto de mantenerla inmovilizada.
Esto ha llevado a que el caricaturista de La Jornada, Rafael Barajas El Fisgón, defina lo anterior como una guerra de cuarta generación. Y es que si hasta hace medio siglo las dictaduras en nuestro país se mantenían con la cruz y la espada, hoy el nuevo poder fáctico que se erige omnipotente y condena a los herejes al infierno de la desinformación, son los medios masivos de comunicación, la tele y la pólvora son los pilares del actual régimen,
Encabezar un movimiento popular opuesto a la oligarquía mexicana, le ha traído al Presidente Legítimo de México, una agresiva y constante guerra mediática en su contra. Prácticamente no hay semana que en algún periódico, programa de radio o televisión, no se tope uno con descalificaciones, calumnias, insultos, burlas y comentarios negativos de todo tipo, dirigidos en contra de Andrés Manuel López Obrador, alguno de sus colaboradores y sus simpatizantes.
Ahora bien, la manera de vencer a la Teledictadura, es informando a la población, apelando a su conciencia, contrastando las fantasías difundidas por los medios de comunicación con la realidad, por eso es que el Presidente Legítimo de México, siempre ha estado exhortando a sus simpatizantes a informar al resto de la población sobre la realidad del país, y de esta manera lograr un contrapeso con el aparato mediático,
Lo anterior no es tarea fácil, sin embargo, así como la imprenta permitió a los liberales derrotar al poder milenario de la Iglesia Católica, actualmente el gran aliado de la disidencia en México y el resto del mundo, es el internet, cuya transferencia de datos, voz y video en tiempo real, está abriendo una brecha en la maraña de desinformación de la oligarquía.
Normalmente, se desdeña al internet como instrumento de lucha con el argumento de que la gran mayoría de la población no tiene acceso a dicha tecnología, por falta de dinero o de conocimientos, sin embargo, se les olvida que antaño, la imprenta también era un instrumento que adolecía de las mismas limitaciones, ya que el analfabetismo era la regla entre la población, y sin embargo, la humanidad entera vivió un cambio, de los regímenes monárquicos apoyados en la religión, pasó a gobiernos republicanos laicos.
En el caso concreto del Movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, desde su inicio con el desafuero en el año 2005, se ha estado intensificando el uso del internet para informar a la población, a través de la creación de la páginas web, blogs, listas de correos, videos y más recientemente las redes sociales.
Particularmente, es de resaltar que Andrés Manuel López Obrador, recientemente está haciendo uso de la red social twitter y de la página de videos you tube, para difundir personalmente su mensaje a la población, convirtiéndolo en el único dirigente político y social que mantiene este contacto directo con el pueblo.
Esta estrategia va de la mano con otras de la vieja escuela, como son los mítines y asambleas en plazas públicas en todo el país, el volanteo masivo a través de brigadas informativas casa por casa, que hoy incorporan la entrega de un periódico de distribución gratuita, todo organizado desde abajo, con la propia gente en sus comunidades, dándole al movimiento una fuerza popular y territorial que pocos movimientos sociales pueden presumir en el resto del mundo.
De esta manera se tiene una estrategia combinada, cuyo éxito depende de la organización y la constancia en la labor de los activistas.
L.D. Jesús A. Palma M.
Ciudad de México, Sede del Gobierno Legítimo de México, a 18 de enero de 2010.