Oaxaca: Identificados asesinos del camarógrafo
Ya fueron identificfados los asesinos por registros fotograficos son:
Juan Carlos Soriano Velasco (playera roja)
policía al que apodan “El Chapulín”;
Manuel Aguilar (chamarra oscura), jefe de personal del municipio
Avel (sic) Santiago Zárate (camisa roja), regidor de seguridad.
Difundan esto para hacer mas presion.
APIA
ROBOS Y Y DESMANES DE LA PFP EN OAXACA
Policías federales saquean y defecan en comercios del zócalo oaxaqueño Rompen a culatazos las cortinas; en cinco meses de plantón no se denunció ningún robo
''Estos perros hasta con un bote se entretienen'', justifica un mando
"Refrescos, agua, productos chatarra, un horno y un minicomponente, el botín "
"Nomás unas cositas , dice un uniformado "
APIA / ENRIQUE MENDEZ, BLANCHE PETRICH Y GUSTAVO CASTILLO; OCTAVIO VELEZ ENVIADOS Y CORRSPONSAL
Oaxaca, Oax., 30 de octubre. En los primeros minutos de hoy, mientras sus muchachos rompían a culatazos los locales del pasaje comercial Alberto Canseco Ruiz, ubicado debajo del quiosco del zócalo de la ciudad de Oaxaca, un mando de la Policía Federal Preventiva (PFP) aceptó: ''Estos perros hasta con un bote se entretienen''.
Tomado el zócalo, los policías federales se dedicaron a saquear dichos comercios y en la rapiña sustrajeron refrescos, botellas de agua, bolsas de papas fritas, e inclusive se llevaron carnes frías, una televisión, un horno de microndas y un minicomponente de una tortería.
En cinco meses de plantón permanente en el centro histórico de esta ciudad, los comerciantes no habían denunciado un solo robo. Hoy, cuando las fuerzas federales llegaron, supuestamente a restablecer el orden, los vendedores encontraron candados violados, estanterías destruidas y, aunque en varios locales dejaron algunas cosas, no quedó un solo cuchillo en una tienda especializada.
Por si fuera poco, los policías defecaron en tres de los cuatros accesos al pasaje subterráneo, aunque existe un servicio sanitario bajo el quiosco.
También rompieron las cortinas de un puesto de periódicos ubicado frente a Catedral, con el argumento de que ahí podrían encontrarse armas, pero sólo fue para llevarse todas las revistas y las historietas, e inclusive películas y discos.
Cuando por la mañana llegó el propietario del puesto, un policía sin más le soltó: ''Fueron los de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca).''
El producto del saqueo se lo llevaron entre los chalecos antibalas, y otros, más previsores, sacaron de una tienda rollos de bolsas de plástico para guardar lo que habían sustraído.
''Nos partieron la madre'', exclamó indignada la dueña de uno de los locales, mientras pasaba entre los destrozos.
Otro comerciante vio cuando un policía llevaba refrescos y bolsas de comida chatarra. Al increparlo, el federal preventivo le devolvió: ''Nomás unas cositas''.
Una de las cortinas de metal tiene el letrero: ''Joyería, oro de Monte Albán''. Se trataba, pues, de un buen botín; sin embargo, al abrir un poco las hojas de acero se encontraron que se trataba sólo de una bodega de sillas para los músicos del quiosco, y no las abrieron por completo. Lo que no sabían es que la joyería se encontraba en otro local que no abrieron.
''¡Qué desgraciados!'', lamentó otra propietaria de una tienda de refrescos y golosinas. Los federales no respetaron tampoco una tienda de artesanías y se llevaron aretes, piezas de barro negro y regalos varios.
-¿Quién se va a hacer cargo de pagarnos? ¿Tal vez el gobernador Ulises Ruiz, la Policía Federal Preventiva o el presidente Vicente Fox? -se preguntó el propietario de la tortería.
-¿Y si se va? (el gobernador) -le preguntó una mujer.
-¡Qué se va a ir ese güey!
''Estos perros hasta con un bote se entretienen'', justifica un mando
"Refrescos, agua, productos chatarra, un horno y un minicomponente, el botín "
"Nomás unas cositas , dice un uniformado "
APIA / ENRIQUE MENDEZ, BLANCHE PETRICH Y GUSTAVO CASTILLO; OCTAVIO VELEZ ENVIADOS Y CORRSPONSAL
Oaxaca, Oax., 30 de octubre. En los primeros minutos de hoy, mientras sus muchachos rompían a culatazos los locales del pasaje comercial Alberto Canseco Ruiz, ubicado debajo del quiosco del zócalo de la ciudad de Oaxaca, un mando de la Policía Federal Preventiva (PFP) aceptó: ''Estos perros hasta con un bote se entretienen''.
Tomado el zócalo, los policías federales se dedicaron a saquear dichos comercios y en la rapiña sustrajeron refrescos, botellas de agua, bolsas de papas fritas, e inclusive se llevaron carnes frías, una televisión, un horno de microndas y un minicomponente de una tortería.
En cinco meses de plantón permanente en el centro histórico de esta ciudad, los comerciantes no habían denunciado un solo robo. Hoy, cuando las fuerzas federales llegaron, supuestamente a restablecer el orden, los vendedores encontraron candados violados, estanterías destruidas y, aunque en varios locales dejaron algunas cosas, no quedó un solo cuchillo en una tienda especializada.
Por si fuera poco, los policías defecaron en tres de los cuatros accesos al pasaje subterráneo, aunque existe un servicio sanitario bajo el quiosco.
También rompieron las cortinas de un puesto de periódicos ubicado frente a Catedral, con el argumento de que ahí podrían encontrarse armas, pero sólo fue para llevarse todas las revistas y las historietas, e inclusive películas y discos.
Cuando por la mañana llegó el propietario del puesto, un policía sin más le soltó: ''Fueron los de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca).''
El producto del saqueo se lo llevaron entre los chalecos antibalas, y otros, más previsores, sacaron de una tienda rollos de bolsas de plástico para guardar lo que habían sustraído.
''Nos partieron la madre'', exclamó indignada la dueña de uno de los locales, mientras pasaba entre los destrozos.
Otro comerciante vio cuando un policía llevaba refrescos y bolsas de comida chatarra. Al increparlo, el federal preventivo le devolvió: ''Nomás unas cositas''.
Una de las cortinas de metal tiene el letrero: ''Joyería, oro de Monte Albán''. Se trataba, pues, de un buen botín; sin embargo, al abrir un poco las hojas de acero se encontraron que se trataba sólo de una bodega de sillas para los músicos del quiosco, y no las abrieron por completo. Lo que no sabían es que la joyería se encontraba en otro local que no abrieron.
''¡Qué desgraciados!'', lamentó otra propietaria de una tienda de refrescos y golosinas. Los federales no respetaron tampoco una tienda de artesanías y se llevaron aretes, piezas de barro negro y regalos varios.
-¿Quién se va a hacer cargo de pagarnos? ¿Tal vez el gobernador Ulises Ruiz, la Policía Federal Preventiva o el presidente Vicente Fox? -se preguntó el propietario de la tortería.
-¿Y si se va? (el gobernador) -le preguntó una mujer.
-¡Qué se va a ir ese güey!
LA VISION FOXIANA DE DENISSE MAERKER
Una Denisse Maerker Desorientada.
APIA / Gabriel Castillo-Herrera.
La lógica que se manifiesta en la mente de una persona, aquí, en la Cd. de México, desde una posición cómoda, privilegiada, de ninguna manera puede ser la misma que la de un ciudadano oaxaqueño ofendido y resentido que resulta ser producto social de varios siglos -¡siglos!- de marginación discriminación y abusos por parte de las autoridades y poderes fácticos (caciques) que los han explotado.
No es lo mismo la visión de una güerita guapetona que ha tenido la oportunidad de educarse en buenas escuelas, que tiene un trabajo bien remunerado, que vive desahogadamente, que goza de reconocimiento por aparecer cotidianamente en los medios y que se tutea con personajes públicos –aún con el presidente electo- que la de cualquier “hijo de vecino”.
Ella, en su programa dominical “Punto de Partida”, interroga al líder magisterial: “Enrique, te hago la misma pregunta que Flavio Sosa no me respondió: hay evidencia de violencia de los dos lados -está en los videos- donde se puede ver a miembros de la APPO disparando…”.
Hasta hoy, nadie ha podido echar por tierra la explicación de Engels en el sentido de cómo las condiciones materiales de existencia devienen, históricamente, ideología de clase y cómo, posteriormente, se manifiestan como posturas políticas (partidos) con miras a detentar el poder, y cómo, el deseo de dominio, se torna violencia de Estado. No, no se ha podido demostrar lo contrario; pero, pretendiendo borrar de golpe y porrazo tal tesis, se vuelve cómodo mostrar extrañeza ante los brotes de contraviolencia. De tal forma, Denisse Maerker se sorprende de que algunos APPO's, después de 10 muertos de su bando, no ofrezcan la otra mejilla en vez de contestar los balazos provenientes de los esbirros del gobierno estatal.
El gobierno y la mayoría de “analistas” despistados debieran “darse de santos” de que los llamados “insurrectos” hayan optado por mostrar su buen juicio ante una posible masacre (a pesar de todos los pesares). Debieran “agradecer al Altísimo” que APPO's y 22's no emboscaran a la PFP en el zócalo a bombazos molotov. Debieran congratularse de que turbas incontroladas no hayan montado en la plaza municipal –con Ulises Ruiz en el papel protagónico- una réplica del trato dado a Mussolini. No lo hicieron porque el salvajismo está en el otro bando. Y aún se le da al gobernador la oportunidad de solicitar licencia cuando debería ser juzgado.
¿Creerá Denisse -acaso, no lo sé- que lo políticamente correcto sería conminar a la sociedad oaxaqueña, una de las más lastimadas en el país, a que se dé un plazo de treintaitantos años para que se intente juzgar a los políticos responsables de la actual situación cuando sean unos “venerables” ancianos –como ahora lo son Echeverría y los jefes policiales que tuvieron a su cargo la “Guerra Sucia”- o cuando ya hayan fallecido –como Díaz Ordaz y Moya Palencia?
A pesar de la idílica visión foxiana de cambio, el Estado autoritario sigue siendo una constante: ciego ante una sociedad civil que –desde luego- sí se ha transformado.
APIA / Gabriel Castillo-Herrera.
La lógica que se manifiesta en la mente de una persona, aquí, en la Cd. de México, desde una posición cómoda, privilegiada, de ninguna manera puede ser la misma que la de un ciudadano oaxaqueño ofendido y resentido que resulta ser producto social de varios siglos -¡siglos!- de marginación discriminación y abusos por parte de las autoridades y poderes fácticos (caciques) que los han explotado.
No es lo mismo la visión de una güerita guapetona que ha tenido la oportunidad de educarse en buenas escuelas, que tiene un trabajo bien remunerado, que vive desahogadamente, que goza de reconocimiento por aparecer cotidianamente en los medios y que se tutea con personajes públicos –aún con el presidente electo- que la de cualquier “hijo de vecino”.
Ella, en su programa dominical “Punto de Partida”, interroga al líder magisterial: “Enrique, te hago la misma pregunta que Flavio Sosa no me respondió: hay evidencia de violencia de los dos lados -está en los videos- donde se puede ver a miembros de la APPO disparando…”.
Hasta hoy, nadie ha podido echar por tierra la explicación de Engels en el sentido de cómo las condiciones materiales de existencia devienen, históricamente, ideología de clase y cómo, posteriormente, se manifiestan como posturas políticas (partidos) con miras a detentar el poder, y cómo, el deseo de dominio, se torna violencia de Estado. No, no se ha podido demostrar lo contrario; pero, pretendiendo borrar de golpe y porrazo tal tesis, se vuelve cómodo mostrar extrañeza ante los brotes de contraviolencia. De tal forma, Denisse Maerker se sorprende de que algunos APPO's, después de 10 muertos de su bando, no ofrezcan la otra mejilla en vez de contestar los balazos provenientes de los esbirros del gobierno estatal.
El gobierno y la mayoría de “analistas” despistados debieran “darse de santos” de que los llamados “insurrectos” hayan optado por mostrar su buen juicio ante una posible masacre (a pesar de todos los pesares). Debieran “agradecer al Altísimo” que APPO's y 22's no emboscaran a la PFP en el zócalo a bombazos molotov. Debieran congratularse de que turbas incontroladas no hayan montado en la plaza municipal –con Ulises Ruiz en el papel protagónico- una réplica del trato dado a Mussolini. No lo hicieron porque el salvajismo está en el otro bando. Y aún se le da al gobernador la oportunidad de solicitar licencia cuando debería ser juzgado.
¿Creerá Denisse -acaso, no lo sé- que lo políticamente correcto sería conminar a la sociedad oaxaqueña, una de las más lastimadas en el país, a que se dé un plazo de treintaitantos años para que se intente juzgar a los políticos responsables de la actual situación cuando sean unos “venerables” ancianos –como ahora lo son Echeverría y los jefes policiales que tuvieron a su cargo la “Guerra Sucia”- o cuando ya hayan fallecido –como Díaz Ordaz y Moya Palencia?
A pesar de la idílica visión foxiana de cambio, el Estado autoritario sigue siendo una constante: ciego ante una sociedad civil que –desde luego- sí se ha transformado.
MARCHA EN GUADALAJARA
TERCERA MARCHA EN APOYO A LA APPO Y A NUESTROS HERMANOS OAXAQUEÑOS,
PARA ESTE 31 DE OCTUBRE
SALIDA DESDE LA NORMAL
SALIDA DESDE LA NORMAL
A LAS 6:00 DE LA TARDE
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son los mismos de siempre..son los mismos que nos mataron ayer..quien sobra aqui..? los pobres somos muchos mas..!! van a pagar..
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