El gobierno legítimo tendrá como sostén al pueblo organizado, define Andrés Manuel López Obrador y se declara optimista porque, asegura, este 20 de noviembre, aniversario de la Revolución Mexicana, su movimiento de protesta y rebeldía contra el fraude electoral del 2 de julio entra a otra etapa, con miras a la conformación de una nueva República.
El tabasqueño advierte que no le importan ''las descalificaciones y las burlas de la derecha'', porque gobernará con el pueblo con ''un gobierno legítimo, no de sombra ni simbólico, sino actuante por medio de una fuerza popular que comienza a crecer en todo el país para enfrentar a ''un régimen neofascista que sólo beneficia a una minoría privilegiada''.
Esta tarde, cuando López Obrador rinda protesta en el Zócalo de la ciudad de México como presidente legítimo, en el contexto de la convención nacional democrática (CND) y en una ceremonia republicana, juarista, comenzará señala la batalla para impedir que ''la mafia de cuello blanco que impuso a toda costa a Calderón haga y deshaga en el país''.
En entrevista con La Jornada precisa que, contra lo que se piensa, desde su gobierno itinerante no se va a ocupar mucho de quien fue su contrincante en el pasado proceso electoral. Una vez más lo ubica como ''un pelele, un gerentillo al servicio de los poderosos, que siempre tendrá el repudio popular''. Con quienes ''se medirá y verá de nuevo las caras'', recalca, es con los verdaderos jefes de Calderón, los que representan a los poderes fácticos en el país.
Sobre las versiones de división interna y defecciones en el Partido de la Revolución Democrática, y las otras fuerzas políticas que respaldaron su candidatura presidencial, reconoce que aunque el Partido Acción Nacional y el gobierno federal pudieran comprar dirigentes y hubiera ''traiciones'', ello de nada le servirá a sus adversarios, porque el movimiento ciudadano que ha comenzado a restructurar ''va mucho más allá de los partidos'', y sabrá movilizarse en defensa de las causas populares y del patrimonio nacional.
Reacio a adelantar las acciones que la CND definirá esta tarde en la Plaza de la Constitución, en torno a cómo actuarán el próximo primero de diciembre, deja muy claro que ''por muy cínico que sea, Calderón no puede sentirse seguro, porque sabe que no ganó las elecciones presidenciales''.
La charla se realizó el sábado pasado, en un trayecto del recorrido que López Obrador realizó ese día por Tamaulipas y Veracruz. Se le ve contento, cobijado de nuevo por la solidaridad de ''su gente'', que llena otra vez las plazas y se para a saludarlo en cuanto lo reconoce.
Quizá por ello fue más fácil para el ex candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos pasar la página de la protesta por el fraude electoral y dejar, como él dice, la tristeza y el dolor para comenzar un nuevo recorrido por los 2 mil 500 municipios del país, con el objetivo de organizar y movilizar a millones de mexicanos. Inclusive señala que se siente ''completamente recuperado del golpe del 2 de julio''.
Usted llega a su cita este 20 de noviembre en medio de otra fuerte campaña mediática, que incluye calificar de ''patito'' al gobierno que habrá de encabezar, y acusaciones de que se autoproclamó presidente legítimo.
Es lamentable e inclusive deleznable el papel de la mayoría de los medios de comunicación ya que, con honrosas excepciones, casi todos actúan en bloque siempre en favor del poder. Son muy pocos los que tienen una postura cercana a la sociedad. Si se pone en un lado de la balanza a la prensa libre e independiente, y por otro a la prensa que defiende al régimen, y sobre todo a los grupos de intereses creados, hay una enorme desproporción.
López Obrador agrega que ve el futuro con tranquilidad, porque, a pesar de los intentos por acabarlo políticamente, sigue en lucha, y así como la derecha y ultraderecha lograron aglutinar a los grupos más conservadores, que se oponen rotundamente al cambio y crearon una leyenda negra en torno a él para impedirle llegar a la Presidencia, así también del lado progresista se reagrupan los ciudadanos.
''No digo que sea todo el pueblo, pero sí que hay millones de mexicanos dispuestos a no dejar de insistir en la necesidad de un cambio verdadero.''
Pero se insiste en que después del plantón hay un receso y la resistencia civil decrece.
Puedo decir que hasta nos guardamos un poco después del 16 de septiembre con ese propósito. Se apostó mucho a que la protesta iba a desaparecer; los medios nos hicieron el vacío, pero ahora que se acerca el primero de diciembre, en el gobierno federal y en el PAN están preocupados y nerviosos, porque se dieron cuenta de que no han podido destruir el movimiento.
Y por cierto, además de las acciones de los legisladores dentro de San Lázaro, ¿que hará la CND ese día?
Yo sólo dije hace unos días que el 20 de noviembre se definiría la estrategia, pero han armado ya un alboroto. Están nerviosos porque no son capaces de aceptar que con su decisión de cerrarnos el paso e imponer a un pelele, a un presidente espurio, se agravó la crisis política y económica del país. Son ellos los que envilecieron a las instituciones.Por eso dije que al diablo con sus instituciones y por eso optamos por un camino novedoso para construir una nueva República.
''Estoy muy satisfecho con la decisión que tomamos, fue correcta, y a partir de hoy vamos a entrar a una nueva etapa.''
¿El que le arrebataran la Presidencia fue uno de los golpes más fuertes que ha recibido?
No sé. Yo he recibido muchos golpes, pero siempre me he levantado, y eso me ayuda ahora para no estar abatido. He llegado a la conclusión que es tan importante la causa que defendemos, tan justa, que no importa el tiempo que nos lleve. Si yo me retiro, me echo atrás, sería como un acto de traición a quienes se rebelan al predominio de las minorías.
¿Espera hoy una ceremonia multitudinaria, como la del 16 de septiembre?
No me gusta adelantar vísperas responde.
¿Algunos comentaristas políticos aseguran que luego del plantón perdió adeptos.
Es increíble lo que sucede. Si hablamos en términos prácticos, ya concluyó la campaña, finalizó el proceso electoral del 2 de julio; supuestamente perdimos las elecciones, pero siguen la difamación, los ataques. Aparentemente no hay nada tangible que se le pueda entregar a la gente, y sin embargo hay millones de mexicanos dispuestos a continuar con el movimiento.
Andrés Manuel López Obrador sonríe cuando un joven pasa a su lado y dibuja con la mano la clásica señal de la victoria. De inmediato retoma la respuesta: ''No es una lucha personal, tampoco la libro solo. Yo conduzco, dirijo, pero es la gente la que está ahí. Si como dicen mis adversarios estuviera actuando únicamente por capricho o por resentimiento, los ciudadanos no asistirían a los mítines, pero la respuesta es muy gratificante. Se me acercan, me dicen 'estamos con usted' o 'yo voté por usted, nos robaron, pero hay que esperarnos, vamos a triunfar en el futuro', pero lo que más escucho es 'vamos a seguir adelante'''.
¿Usted ve a Felipe Calderón los próximos seis años en Los Pinos?
No voy a hacer pronósticos. Lo que sí puedo decir es que Calderón es un achichincle de los delincuentes de cuello blanco. Cuando le digo pelele, no me propongo insultarlo, simplemente lo describo. Es un gerentillo de los poderosos, por eso no va a representar al pueblo de México. A él lo imponen para representar a un grupo, a una minoría. El sabe cuál es su triste papel.
''Se negó al recuento del voto por voto y casilla por casilla; él sabe que no ganó, que es producto de un fraude electoral. ¡Eso no le puede dar tranquilidad! Por muy cínico que sea no puede sentirse seguro, y menos por el repudio de la población. Calderón hizo un pacto con el hampa de la política y la delincuencia de cuello blanco para robar la elección y está atrapado'', señala.
López Obrador aseguró luego que, contrariamente a lo que se piensa, no se ocupará mucho tiempo de Calderón Hinojosa, ''sino de sus jefes''. Como presidente legítimo estará muy pendiente de la oligarquía neofascista, ''es decir, de Carlos Salinas de Gortari, de Roberto Hernández, de Claudio X.González, de las mafias de cuello blanco que querrán hacer y deshacer, y es ahí donde nos vamos a ver las caras de nuevo''.
¿Ahí entra la estructura social que ya comenzó a crear?
Sí, para eso estamos trabajando; vamos a organizar al pueblo de México, como nunca antes se había visto en la historia del país. Voy a dedicar la mitad de mi tiempo a ello. Mi gobierno será itinerante: lunes, martes y miércoles estaré en la ciudad de México, pero de jueves a domingo recorreré los 2 mil 500 municipios del país para convocar a todos a ser representantes del gobierno legítimo, para que juntos defendamos al pueblo y el patrimonio de la nación.
¿Cómo lo hará?
Habrá un directorio de representantes y si, por ejemplo, Calderón pretende ir a la privatización de Pemex, de Luz y Fuerza o busca socavar las conquistas laborales o agraviar a los pobres en el sentido de cobrar IVA a medicinas y alimentos o reprimir al pueblo, de inmediato convocaré a esos representantes para movilizarnos.
¿Qué hay sobre el riesgo de que el PAN y Calderón coopten a dirigentes del Frente Amplio Progresista como se rumora?
A lo mejor no conviene que lo diga, porque les voy a dar pistas, pero ya no funciona la compra de líderes opositores. Son otros tiempos. En nuestro caso, no tendría efecto porque el movimiento es muy fuerte y aunque surgieran traiciones no pasará nada.
¿Vislumbra posibles traiciones?
Eso es consustancial a la política. Siempre hay traiciones. Por eso, durante la convención nacional democrática insistí mucho en la participación consciente, libre, voluntaria, porque no vamos a estar pensando en lealtades, disciplina, sometimiento. Todo mundo está en libertad. El que quiera agarrar el camino de la derecha lo puede hacer. El movimiento social es muy fuerte y va mucho más allá de los dirigentes; es el pueblo. Por eso estoy hablando de que el gobierno legítimo va a ser el pueblo organizado.
"¡Es increíble el grado de conciencia de los ciudadanos! Lo veo cuando intelectuales y políticos de izquierda, que terminaron haciendo el juego a la derecha, escriben sesudos artículos para cuestionar el movimiento e inmediatamente hay réplica, y no de otro intelectual, sino de miembros de la sociedad. ¡Es la gente la que los pone en su lugar!
"Esos intelectuales que no nos ven con buenos ojos deben estar extrañadísimos, o a lo mejor no se dan cuenta, porque no son tan listos en ese sentido. A lo mejor están pensando que es lo mismo. Por eso tengo ganas de enviar un telegrama, a ellos y a muchos otros, para avisarles que ya cambió el país, que ya es otra la realidad política de México y, sobre todo, que hay millones de mexicanos con un nivel de conciencia política que ni siquiera imaginan."
Por eso, dijo, confía en la mayoría de los mexicanos y no le preocupa nada la nueva embestida mediática. "No me preocupan las burlas, me tienen sin cuidado. Veo cómo cada vez son más burdos los alcahuetes del régimen para mostrar el cobre".
Además, sostiene, "es un timbre de orgullo" que lo insulten, como han hecho con todo aquel que en la historia del país se atrevió a denunciar privilegios y luchar por la justicia y la democracia. "A Hidalgo le decían demagogo. A Benito Juárez lo acusaban de todo, lo llamaban indio mugroso. Creo que es el personaje más atacado. Inclusive la aristocracia, la oligarquía de ese tiempo, cuando iba al sanitario decían 'voy a Juárez'".
López Obrador aclara que no trata de equipararse con el Benemérito, sino únicamente de expresar cómo actúan los conservadores de la misma manera, los derechistas de ahora, quienes también lo insultan y en todo momento sacan a relucir su racismo. A él y a sus seguidores ya no les llaman indios, pero sí "chusma, nacos".
Relata una anécdota: "Un amigo mío, un gran escritor, un extraordinario intelectual que estudió en escuelas de ricos, se encontró en una recepción con una hermana de Roberto Hernández. La señora, muy enojada, descompuesta, resumió su reclamo por su cercanía conmigo en una pregunta: "¿Por qué traicionaste a tu clase?"
Agrega: "conozco muy bien la historia de México y sé por ello que no sólo Juárez, sino Madero, Villa, el presidente Lázaro Cárdenas del Río y todos los que se enfrentan a la oligarquía reciben burlas, insidia, descalificaciones, como las que a diario se publican en mi contra, pero no me hacen mella, sé que vamos hacia delante. Estoy muy optimista, ya superé el golpe del 2 de julio, que me provocó tristeza y coraje; más tristeza por la gente que vio robadas sus esperanzas, pero ya estoy al ciento por ciento otra vez. Estoy muy echado para adelante".
Da el último sorbo a un café cargado, que le sirvieron en un vaso desechable, y sonríe a plenitud para expresar que está muy contento por la ceremonia republicana, juarista, en la que esta tarde rendirá protesta como presidente legítimo.
Le gusta el escudo del gobierno legítimo: un águila republicana que se usó también como emblema de Benito Juárez. "Siempre pensé que un águila altiva, muy digna, es la que debía distinguirnos, porque es exactamente lo opuesto al águila mocha, reaccionaria y conservadora que usó Fox y que seguramente seguirá empleando el pelele".
Por casualidad, por coincidencia, esa águila republicana viene impresa en los billetes de menor denominación, en los de 20 pesos, señala.
Hablando de billetes, ¿de dónde saldrán los recursos para el financiamiento del gobierno legítimo?
Se financiará con donativos de los ciudadanos. Ya se abrió una cuenta bancaria para que quien desee cooperar lo haga con contribuciones de 100 a 30 mil pesos, y estoy seguro que la gente nos va a ayudar para sostener al gobierno legítimo y no nos faltarán ingresos mínimos para cumplir la responsabilidad de proteger los intereses de las mayorías y defender los bienes de la nación.