El Canal 44 de Ciudad Juárez dio a conocer un video sobre las intimidaciones y amenazas de sembrarle evidencias que sufrió un reportero que se encontraba filmando, el martes pasado, la detención de un par de jóvenes por parte de soldados del Ejército. Este es un pequeño extracto de los diálogos:
Soldado: Súbelo chingada madre
Soldado: Ya súbelo
Soldado: Súbete
Reportero: ¿Por qué la voy a soltar? ¿Y por qué me voy a subir?
Soldado: Porque me están ordenando
Soldado: Vámonos
Reportero: No, no me voy a subir
Soldado: ¿Tú crees que no te puedo subir?
Reportero: Sí, sí, sí ¿por qué me vas subir? Dame una explicación
Soldado: Ya te di la orden
Reportero: ¿Por qué me vas a subir?
Soldado: Ya súbelo a la verga
Soldado: Que viene a interrogarnos nosotros estamos haciendo nuestro trabajo
Reportero: Por eso ¿pero por qué me estás preguntando así?
Soldado: Hey, tranquilo compita.
Soldado: ¿Por qué te pones pendejo?
Reportero: ¿Por qué me van a subir?
Soldado: No están diciendo, te están ordenando
Reportero: Yo soy medio de comunicación
Soldado: ¿Y eso qué?
Reportero: ¿Por qué me vas a subir? ¿Por qué me estás quitando la cámara y me estás deteniendo?
Soldado: Por el desmadre que traes ahí güey.
Hasta el momento la Quinta Zona Militar no ha repudiado los hechos, ni ha cesado a los elementos involucrados, ni ha iniciado una investigación. Los medios de comunicación se encuentran entre la espada y la pared, hostigados por la violencia de los cárteles y la prepotencia de las fuerzas de seguridad castrenses. El Colegio de Periodistas del Estado ha denunciado varios casos más de agresiones contra los comunicadores, pero no ha recibido respuesta de las instituciones de seguridad pública.
¿Y así quieren los senadores legalizar la intervención del Ejército en el combate al narcotráfico, sin tocar siquiera el fuero militar, perpetuando la impunidad en los abusos cometidos por los militares que deberían proteger a los ciudadanos y salvaguardar sus derechos fundamentales?
¿Con qué cara pretende la clase política analizar la viabilidad de una ley de inmunidad que proteja al Ejército en contra de los "daños colaterales" que suelen cometer con demasiada frecuencia contra la población civil?
El Ejército, con su abultado expediente de 3, 430 quejas por abusos documentados por la CNDH, durante los últimos tres años de "gobierno", está perdiendo solito la guerra contra el narcotráfico.
No gana nada victimizándose bajo el argumento de que el narcotráfico intenta desprestigiarlos cada que matan, detienen arbitrariamente, torturan, desaparecen, catean domicilios sin orden o violan a los ciudadanos.
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