Tras veinte años de recibir los ecos sucios del "Neoliberalismo", la Ciudad guanajuatense, alguna vez llamada, Primera Ciudad de Guanajuato, se aferra a su desaparecido esplendor bajo la manipulación de sus gobiernos municipales
Defender la administración perredista de Moisés Ramírez (1997-2000) en Salvatierra, Gto. sería tanto como asumirse involuntariamente perredista y en sí esa no es la cuestión de quien esto escribe. Esa administración fue tal vez la mas populera (igual también populitsa, qué caray) y en cierto modo la que tuvo demasiados vivales acechándola debido en parte a la mucha inexperiencia de los responsables y en parte también a que los medios modernos tardaron en llegar dada la naturaleza rural de aquel gabinete.
Pero Moisés dejó $13,000,000.00 MN a favor del erario público, asunto que nunca ha sucedido con administración alguna, y dejó además las abiertas vías de comunicación entre los delegados municipales y la administración misma para bajar programas federales valiéndose del organismo "Coproín" (que a un servidor no deja de causarle gracia) en el que todo el mundo quería participar (especialmente los que veían en el organismo la oportunidad de colocar sus servicios o productos en el Ayuntamiento).
El Coproín sirvió también para dar gancho al panismo que en avalancha se dejó venir sobre el fanatismo nacional al grito de "Sacaremos viboras prietas y tepocatas de los pinos" y fue de ese modo que el amafiato San Pedro de Los Naranjos, encabezado por Gerardo Sánchez y Daniel Sámano, se hiciera del poder en el 2000 y estableciera el imperialismo de sus propias empresas (o empresas de sus amigos) a lo largo y ancho de todo el municipio y creando un muy marcado e impositivo cerco en el acceso del pueblo a los beneficios de los programas federales.
El primer gran fraude perpetrado por Daniel Sámano en cuanto fue presidente municipal fue el de vender al municipio un terreno de su propiedad llamado "El Sabinal" (y al que mucha gente hizo mofa llamándolo "El Samanal") y para ello el primo de Daniel, Everardo Sámano, hizo excelente labor a cargo de la dirección de obras públicas. Daniel Sámano se benefició tanto de ser presidente en sus primeros meses que incluso pudo adquirir un antro al sur de la cabecera municipal.
La segunda muestra de sed de poder y revanchismo fue la serie de calumnias que Daniel, el PAN y los empresarios de Salvatierra virtieron sobre el anterior edil, Moisés Ramírez, logrando que este fuera apresado bajo cargos que hasta hoy no han quedado ni esclarecidos ni comprobados. Afortunadamente Moisés fue puesto en libertad un mes después con el total apoyo del pueblo.
Daniel Sámano por su parte hizo del ayuntamiento todo un Reichstag en el que él era el único y absoluto Fuherer y del que se hizo apoyar por sus proxenetas ideológicos como el siempre visionario comerciante Jesús Cervantes y el empresario mandil llamado Miguel Lanuza a quien Salvatierra debe agradecer que no haya en el municipio empresas que den empleos (ya que el señor es abarrotero) y de quien se cuenta que es la esposa la que mueve los hilos en su empresa, en su casa, en el Partido Acción Nacional y hasta en la administración panista (su hija es parte de la administración desde hace ya dos poderes). Estos dos caballeros, Cervantes y Lanuza lograron encumbrar a Sámano hasta niveles que alcanzaron el fascismo instituído persiguiendo a terceros a través de lambiscones oportunistas como Mónica Nieto la aspirante a directora de desarrollo social de quien se rumora que brincó varios lechos antes de ser puesta fuera del juego pero quien tuvo oportunidad de brindarle a Daniel Sámano las cabezas de Ernesto Soriano y Miguel Zárate, cosa que el moderno nerón ni siquiera se tomó la molestia de agradecerle.
A Sámano le siguió un gris presidente que muy sutilmente fue impuesto por el panismo a base de fraudulentos manejos de los programas federales como "Oportunidades" y el dubitativo "Seguro Popular". Enrique Ortiz tampoco era el personaje mas impresionante del panismo local pero los embates tras bambalinas por parte del fallecido Ramón Paniagua, síndico, lograron que Ortiz prolongara la panista mano dura de Sámano.
La casa de la cultura regresó a manos del derechismo y erradicó toda clase de artes libres o modernas y hasta estableció clases religiosas, el DIF se marcó como de buenas costumbres y contrario a los cabellos largos en los hombres y las minifaldas en las mujeres y comenzó un complicado, pero efectivo, proceso de evangelización mental sobre el hambriento pueblo. Humorísticamente puede apreciarse de todos modos un creciente nivel de migrantes que huyen cada vez mas a los Estados Unidos a pesar de las muchas murallas que el ridículo George Bush trata de imponer para evitarlo.
Después del fraude montado por Vicente Fucks Quesada y Manuel Espino para favorecer a Felipe Calderón (a quien se ha comenzado a llamar FeCal) en contra de Andrés Manuel López Obrador, en todo el país se generalizó la mecánica del desprestigio para sostener al panismo en el poder y de ese modor hacer efectiva la anulación que no lograron con el famoso desafuero y eso pegó de lleno en Guanajuato (cuna del Yunque) y no tenía por qué hacer excepción en Salvatierra, Gto.
Hoy Salvatierra, Gto, otrora gloriosa y progresista, es una ciudad condenada a convertirse en pueblo fantasma a partir de que Raul Cardiel Gutierrez, presidente panista en 1992, cometiera el crimen de vender la fábrica "Carolina y Reforma" a un grupo de particulares después de que hubiera dado empleo y estabilidad a la mayoría de familias de la ciudad y con la muy lógica comparsa del siguiente edil, Gerardo Sánchez (PRI), que logró catapultar su carrera hasta una diputación federal pisoteando a su propia gente (pero que afortunadamente halló pared contra el pan en el 2000). Después de eso Moisés Ramírez consiguió pocos puntos debido al saqueo de sus antecesores pero reafirmó la aplicación de los programas federales hacia la gente de campo, asunto que Daniel Sámano modificó para beneficiar a su minoría.
Raúl Cardiel a vuelto a la silla presidencial gracias a que el llamdo espurio, FeCal, fue colocado en los pinos por obra y gracia del grupo Guanajuato (El Yunque) y parece perfilar a Salvatierra como un predio de dominio fascista a manos del grupúsculo que utiliza al partido azúl para beneficios personales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario