De abril a la fecha se presentaron mil 300 solicitudes de información sobre la interrupción del embarazo, en los establecimientos de la Secretaría de Salud del Gobierno del Distrito Federal.
Respecto del anterior dato, sólo en 230 casos se ejerció el derecho al aborto en las 12 semanas de gestación, como lo establece la reforma aprobada por la Asamblea Legislativa , de un total de 334 casos programados.
En un análisis de 140 expedientes, de poco más de 230, dado a conocer en el Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres, por Manuel Mondragón y Kalb , se concluye que las pobres y analfabetas que solicitaron el servicio público cubrieron sólo 0.7 por ciento. Las féminas de las capas medias, con educación técnica, media y superior abarcaron 54 por ciento.
De ese micro universo, 81.4 por ciento profesa la religión católica. 40 por ciento se dedica al hogar y 17.1 por ciento son estudiantes. Sólo en 15 casos (10 por ciento) son menores de edad y 56 por ciento tiene entre 20 y 29 años.
Del total de las mujeres atendidas 71.4 por ciento no es derechohabiente. 75 por ciento reside en el DF y 18 por ciento en el estado de México. 77 por ciento tenía un máximo de nueve semanas de embarazo.
Los tercos números con frecuencia resultan más ilustrativos que los discursos, alegatos y homilías que anteponen las visiones ideológicas y religiosas, por respetables que sean, a la realidad.
Es claro, por ejemplo, que ni remotamente la capital de la República se mutó en el paraíso del aborto , como alertaban las posiciones más intransigentes que, sin embargo, lograron opacar el debate de las ideas y las razones de salud pública.
Los 334 casos programados en alrededor de dos meses, muestra que el ejercicio del derecho conquistado con la despenalización, en el mejor de los casos estaríamos ante 5.5 interrupciones diarias del embarazo, realizadas en condiciones clínicas y sanitarias aceptables. Atrás empieza a quedar el entramado clandestino del rentable negocio del aborto que colocaba a las mujeres en serios riesgos de perder la vida, esterilidades e infecciones.
Otro dato que llama la atención es la capacidad intelectual de las féminas para separar los credos religiosos y algunos de sus dogmas respecto de la salud sexual y reproductiva, de su cuerpo como espacio propio.
También es de subrayarse que 71.4 por ciento de las mujeres atendidas no tiene acceso a los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social ni al Instituto de Seguridad de los Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
Si con el discurso de “la defensa de la vida” se pretende un mínimo de credibilidad, resulta una aberración que en la vital materia de la seguridad social se trabaje, a partir de 1982 y desde Los Pinos, en dirección de escamotear recursos del erario y limitando derechos y prerrogativas de los derechohabientes y sus familias.
La despenalización del aborto en el DF no será tema de discusión o negociación en el encuentro en Ciudad del Vaticano, asegura la secretaria Patricia Espinosa Cantellano . También dice que Felipe de Jesús Calderón Hinojosa se reunirá con Joseph Ratzinguer , el jefe de Estado y no con Benedicto XVI , el líder religioso, aunque siempre lo mencionó por su nombre católico.
En cualesquiera casos, Calderón y su empleado Eduardo Medina-Mora Icaza --el que ahora es abogado de la nación tras conducir a sangre y fuego a la Policía Federal Preventiva en San Salvador Atenco y en Oaxaca con 20 asesinados--, al igual que José Luis Soberanes Fernández --quien de la promoción de los derechos humanos pasó a la defensa de los que pueden convertirlo en ministro de la Suprema Corte-- , debieran separar sus respetables convicciones religiosas respecto de sus obligaciones gubernamentales, sobre todo en materia de salud pública.
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