Muchas mujeres viven el amor como un mandato


Y otras mueren a manos de sus parejas


Por Soledad Jarquín Edgar/corresponsal

(CIMAC).- Hay amores que matan. En Oaxaca, en los últimos tres años, fueron asesinadas de manera dolosa 113 mujeres y en los últimos 20 años otras 803 mujeres fueron contagiadas por el VIH/SIDA, según cifras oficiales.

Estos "amores que matan", tendrían fundamento en la forma en que las mujeres fueron concebidas para amar "para las mujeres más que para los hombres, el amor es definitorio de su identidad de género. Para las mujeres, el amor no es sólo una experiencia posible, es la experiencia que nos define", sostiene la antropóloga y feminista Marcela Lagarde y de los Ríos.

"Mujeres y hombres aman, y lo hacen de maneras diferentes, con la creencia en la universalidad del amor y en que el amor es para unas y otras la vía privilegiada a la felicidad. Sin embargo, el amor encierra recovecos de dominio que generan desigualdad, lazos de dependencia y propiedad, así como privilegios e inequidad que generan frustración, sufrimiento e incluso daño", sostiene la doctora Lagarde.

Incluso, plantea en su libro Para mis socias de la vida (Ed. horas y HORAS), en nuestra cultura el amor es el motor de la vida y el sentido de la existencia. Las mujeres hemos sido construidas por una cultura que coloca el amor como un mandato. En la teoría de género, esto significa que lo hacemos no por voluntad, sino como un deber, dice la antropóloga.

Lagarde plantea que las mujeres no nacemos amando, aprendemos a amar, como la feminista Simone de Beauvoir, dijo: No se nace mujer, llega una a serlo. Cincuenta años después, podemos decir así: Nacemos sexuadas, con características sexuales específicas y es a partir de ellas que aprendemos los contenidos de género.

Esa construcción social de la que habla la doctora Lagarde lleva a las mujeres a poner a la persona que se ama por encima de todo, lo que vuelve el amor un acto donde se pierde la individualidad y la libertad, en especial en la toma de decisiones que podrían ayudar a "salvar" sus vidas de situaciones de riesgo, como la violencia de género o patriarcal y de enfermedades como el VIH/SIDA.

Bajo el concepto del amor, como un mandato, se cree y se asume que amar es soportarlo todo. Es como llevar orgullosamente "su cruz" y respetar a pie juntillas el mandato de que "el amor es para siempre". Aunque algunos sectores no aceptan que hay "amores que matan", la realidad nos muestra lo contrario.

AMANTES Y ASESINOS

La Fiscalía especializada para la atención de delitos contra la mujer señala que en 2005 los asesinatos dolosos contra mujeres fueron de 42; en 2006 la cifra llegó a 42 y 2007 reportó 31 homicidios, en total 113 mujeres asesinadas, en tres años.

Lo sorprendente es que 28 mujeres fueron asesinadas por su esposo, concubino, novio o amasio (clasificaciones hechas por la dependencia gubernamental), es decir, sus parejas, las personas con las que mantenían una "relación de amor". Además, otras 12 mujeres fueron asesinadas por familiares, como sus hijos, hermanos, padrastro, cuñado o tío, donde también las mujeres fueron "educadas para dar amor".

Son 40 mujeres que en tres años murieron "a manos" de una persona en las que ellas confiaban, depositaron su libertad y dependencia por razones de amor, tal y cómo se les enseñó, de acuerdo con la construcción social, donde se "ama" por mandato o por obediencia.

Aunque porcentualmente estos asesinatos representan el 35.3 por ciento del total de asesinatos dolosos cometidos contra ellas, la cifra podría será aun mayor, ya que el reporte de la Fiscalía especializada para atender delitos contra la mujer desconoce la relación de la víctima con su asesino en más de 50 casos.

HACER EL AMOR

Por otro lado, de acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca y el Consejo Estatal para la Prevención y Control de VIH/SIDA, desde 1996 -cuando se reportó el primer caso de esta pandemia- a la fecha se han registrado un total de tres mil 827 casos, de los cuales 803 corresponden a mujeres.

Para las autoridades sanitarias causa alarma que, de acuerdo a la ocupación de las mujeres, sean las "amas de casa" las que más se hayan contagiado con 526 casos, es decir, el 65 por ciento del total acumulado de contagios en mujeres, estaría directamente relacionado con sus parejas a las que ellas aman o amaron.

Esta feminización de la epidemia es una tendencia mundial, señala Edgar González Contreras, coordinador del secretariado local del XVII Conferencia Internacional sobre el SIDA, y plantea que está directamente relacionada con los hombres con los que ellas tienen relaciones sexuales o con las que "hacen el amor".

Se trata -dice en entrevista con Cimacnoticias- de hombres que tienen sexo con otros hombres, que regresan a sus hogares después de un proceso de migración, privación de la libertad en una cárcel o que por alguna razón permanecieron fuera y contagian a sus parejas.

Por otro lado, sostiene que otra de las razones es la falta de información y la "imposibilidad" de las mujeres a negociar el uso del condón durante una relación sexual sin que sean agredidas.

Para el experto y también integrante de la International AIDS Society México, es inadmisible que en términos de los derechos básicos de las mujeres esto siga pasando, basado en un asunto cultural y sostuvo que aunque es un problema de salud pública, se hace necesario mejorar la educación para que ellas puedan decidir sobre sus cuerpos y la impartición de justicia para contrarrestar los abusos y el maltrato hacia las mujeres por parte de sus parejas.

LA CLAVE DEL AMOR

Finalmente, Marcela Lagarde plantea: "somos modernas en apariencia, en la carrocería, en el estilo, en las formalidades… pero el amor permanece intocado. Nuestro sincretismo es a menudo lastimoso porque el amor, tan central en la vida de las mujeres, resulta el espacio más tradicional en las mujeres modernas".

Y propone analizar el sentido que se le da al amor, a las relaciones amorosas, la forma de amar mediante el autoconocimiento. Se trata -dice- que para amar hay que conocer… romper la atávica ignorancia asignada a las mujeres en el amor. Necesitamos conocer, sobre todo conocernos a nosotras mismas.

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