Por Ximena Peredo
El Norte, Monterrey, Nuevo León, 26 May. 08
Amnistía Internacional emitió, la semana pasada, una acción urgente en la que denunciaba las amenazas e intimidaciones de las que Consuelo Morales, directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C., ha sido objeto en los últimos días. En este mensaje se exhortaba a la comunidad internacional a solicitar al Gobernador de Nuevo León, a su Procurador y al Secretario de Gobernación del Gobierno federal, que iniciaran investigaciones y que garantizaran la integridad de esta defensora de derechos humanos.
Consuelo Morales es una nuevoleonesa que ha entregado su vida a la defensa y promoción de los derechos humanos. Ha trabajado ardorosamente junto a CADHAC, desde hace 15 años, en la promoción de la cultura de la legalidad y el respeto a los seres humanos, manifestando siempre una valiente indignación ante las injusticias, asumiendo que incluso los propios violadores de garantías merecen un trato digno y humano, apegado a derecho.
La fuerza de Consuelo reside en su congruencia, en la radicalidad con que defiende la incondicionalidad de los derechos y en su personalidad conciliadora y gentil.
Si desde hace 15 años Consuelo Morales y su equipo vienen desarrollando una labor decidida y encomiable, ¿qué ha desatado esta ola de intimidaciones y amenazas? Primero fue una llamada telefónica recibida el 17 de mayo, en donde se le advertía: "Pin... monja, no te acerques"; ese mismo día, otra persona conducía su automóvil, cuando por la tarde y en una avenida fue interceptada por una camioneta con tres hombres de donde descendió uno decididamente, pero que, presume Amnistía Internacional, al percatarse de que Consuelo no estaba en el auto, regresaron a su vehículo. También se reporta una camioneta que toma fotografías en la oficina de la organización y que se estaciona afuera de la casa de su directora.
La pregunta obligada es ¿qué casos está manejando CADHAC últimamente?, ¿a quién está incomodando su trabajo? Cuatro son los casos emblemáticos para la organización: los operativos de seguridad municipales violatorios de garantías -en donde la policía regia y la de San Nicolás merecen especial mención-, la amenaza de La Huasteca y de la Sierra Cerro de la Silla, de proyectos urbanizadores como Valle de Reyes y Arco Vial Sureste, así como el agobiante hostigamiento por parte del Instituto Estatal de la Vivienda a vecinos de Nueva Castilla, en Escobedo, a quienes se les derrumbaron sus viviendas, y se les detuvo el pasado 16 de mayo.
El 22 de mayo, Consuelo Morales interpuso una denuncia en el Ministerio Público contra quien resulte responsable por la amenaza y el hostigamiento y por lo que pudiera sucederle.
Los primeros interesados en que se finquen responsabilidades penales sobre estos hechos debieran ser los gobiernos, las instituciones y las empresas constructoras cuyos intereses se ven amenazados por el trabajo de CADHAC, como el Fideicomiso Nueva Castilla en donde participan Javer, Urbi y Maple, entre las constructoras más importantes, el Instituto Estatal de la Vivienda y el Infonavit, así como Scotiabank, como fiduciaria; el fideicomiso Valle de Reyes, con Banorte como fiduciaria; Metrofinanciera, como dueña del polígono, y Maple como constructora; además de la Coordinación de Proyectos Estratégicos, principal impulsora del Arco Vial Sureste, y los alcaldes Adalberto Madero y Zeferino Salgado.
De todas estas instituciones y organismos se esperaría un pronto deslinde de las agresiones perpetuadas contra la defensora y que, junto a Amnistía Internacional, exijan al Gobernador, al Procurador y al Secretario de Gobernación que garanticen la seguridad de Consuelo Morales en tanto se investiga su denuncia.
La indignación que provoca que una persona sea intimidada de esta forma se potencializa cuando además, esta ciudadana es defensora de derechos humanos, pues entonces la amenaza también agrede a su equipo, a las víctimas que defiende, a las causas, a los movimientos sociales que acompaña y a la sociedad en su conjunto.
Democracia y estado de derecho son conceptos que se oxidan en una sociedad que no garantiza la seguridad de una defensora de derechos humanos amenazada y con tan probada trayectoria en la ciudad, como Consuelo Morales.
El Norte, Monterrey, Nuevo León, 26 May. 08
Amnistía Internacional emitió, la semana pasada, una acción urgente en la que denunciaba las amenazas e intimidaciones de las que Consuelo Morales, directora de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, A.C., ha sido objeto en los últimos días. En este mensaje se exhortaba a la comunidad internacional a solicitar al Gobernador de Nuevo León, a su Procurador y al Secretario de Gobernación del Gobierno federal, que iniciaran investigaciones y que garantizaran la integridad de esta defensora de derechos humanos.
Consuelo Morales es una nuevoleonesa que ha entregado su vida a la defensa y promoción de los derechos humanos. Ha trabajado ardorosamente junto a CADHAC, desde hace 15 años, en la promoción de la cultura de la legalidad y el respeto a los seres humanos, manifestando siempre una valiente indignación ante las injusticias, asumiendo que incluso los propios violadores de garantías merecen un trato digno y humano, apegado a derecho.
La fuerza de Consuelo reside en su congruencia, en la radicalidad con que defiende la incondicionalidad de los derechos y en su personalidad conciliadora y gentil.
Si desde hace 15 años Consuelo Morales y su equipo vienen desarrollando una labor decidida y encomiable, ¿qué ha desatado esta ola de intimidaciones y amenazas? Primero fue una llamada telefónica recibida el 17 de mayo, en donde se le advertía: "Pin... monja, no te acerques"; ese mismo día, otra persona conducía su automóvil, cuando por la tarde y en una avenida fue interceptada por una camioneta con tres hombres de donde descendió uno decididamente, pero que, presume Amnistía Internacional, al percatarse de que Consuelo no estaba en el auto, regresaron a su vehículo. También se reporta una camioneta que toma fotografías en la oficina de la organización y que se estaciona afuera de la casa de su directora.
La pregunta obligada es ¿qué casos está manejando CADHAC últimamente?, ¿a quién está incomodando su trabajo? Cuatro son los casos emblemáticos para la organización: los operativos de seguridad municipales violatorios de garantías -en donde la policía regia y la de San Nicolás merecen especial mención-, la amenaza de La Huasteca y de la Sierra Cerro de la Silla, de proyectos urbanizadores como Valle de Reyes y Arco Vial Sureste, así como el agobiante hostigamiento por parte del Instituto Estatal de la Vivienda a vecinos de Nueva Castilla, en Escobedo, a quienes se les derrumbaron sus viviendas, y se les detuvo el pasado 16 de mayo.
El 22 de mayo, Consuelo Morales interpuso una denuncia en el Ministerio Público contra quien resulte responsable por la amenaza y el hostigamiento y por lo que pudiera sucederle.
Los primeros interesados en que se finquen responsabilidades penales sobre estos hechos debieran ser los gobiernos, las instituciones y las empresas constructoras cuyos intereses se ven amenazados por el trabajo de CADHAC, como el Fideicomiso Nueva Castilla en donde participan Javer, Urbi y Maple, entre las constructoras más importantes, el Instituto Estatal de la Vivienda y el Infonavit, así como Scotiabank, como fiduciaria; el fideicomiso Valle de Reyes, con Banorte como fiduciaria; Metrofinanciera, como dueña del polígono, y Maple como constructora; además de la Coordinación de Proyectos Estratégicos, principal impulsora del Arco Vial Sureste, y los alcaldes Adalberto Madero y Zeferino Salgado.
De todas estas instituciones y organismos se esperaría un pronto deslinde de las agresiones perpetuadas contra la defensora y que, junto a Amnistía Internacional, exijan al Gobernador, al Procurador y al Secretario de Gobernación que garanticen la seguridad de Consuelo Morales en tanto se investiga su denuncia.
La indignación que provoca que una persona sea intimidada de esta forma se potencializa cuando además, esta ciudadana es defensora de derechos humanos, pues entonces la amenaza también agrede a su equipo, a las víctimas que defiende, a las causas, a los movimientos sociales que acompaña y a la sociedad en su conjunto.
Democracia y estado de derecho son conceptos que se oxidan en una sociedad que no garantiza la seguridad de una defensora de derechos humanos amenazada y con tan probada trayectoria en la ciudad, como Consuelo Morales.
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