Refundación del SME
Por Alberto Híjar.
Refundación, dijo el Secretario General del Sindicato de Electricistas al inaugurar el nuevo edificio resultante de dos asambleas. No sólo hay que mudar las oficinas, sino hay que construir un sindicalismo a la altura de los tiempos actuales. Puede hacerse de dos maneras: una podría atender el nuevo orden neoliberal donde el trabajo y los trabajadores son un factor de la producción ordenada por expertos en competitividad globalizada. Los sindicatos, sobre esta base, quedaran reducidos a administradores a las órdenes de los patrones. Ningún sentido tienen los contratos colectivos generadores de corrupción y de conflictos, las huelgas a nadie benefician, la politización menos. Las tecnologías de los grandes consorcios exigen en cambio, ponerse al día en la capacitación subordinada y la contratación individualizada es parte de la flexibilizació
La otra refundación exige asumir líneas históricas combativas. La primera tiene que ver con la teoría y concreta una práctica. La vio claramente Mario Pavón Flores, el abogado asesor del SME de 1935 a 1948, durante el auge del movimiento obrero con el gobierno de Lázaro Cárdenas y con lo que siguió después que no fue el socialismo, como pensaron los triunfalistas. En su libro El ABC de las huelgas (1937) el abogado proletario afirma: "los combates económicos y políticos se entrelazan entre sí y cada huelga debe elevarse al nivel superior de una huelga política conciente".
Reivindicar la crítica de la economía política decide una estrategia constante y de largo plazo, de manera opuesta a la recomendada por los patrones insistentes en no politizar la producción para llevarla de la mano con una moral del bien común que reconozca como fatalidad la diferencia entre trabajadores y empresarios. En rigor, quienes politizan son los propietarios al negar todo derecho de los trabajadores a participar con justicia de las ganancias. Ellos son los que desatan campañas de insultos y califican de agitadores enemigos del progreso y del desarrollo a quienes de manera organizada procuran contener las desmesuradas ganancias empresariales.
De aquí el derecho de huelga como máximo recurso obrero de donde se seguirá la politización como reivindicació
Esta segunda tendencia es la reivindicada por el SME porque su historia ha ganado el ejercicio de los derechos laborales con singular combatividad. Al conmemorar en 2007 su aniversario 93, el SME enlistó sus hitos combativos: las huelgas de 1916 cuando el gobierno de Venustiano Carranza amenazó con fusilar huelguistas y la de 1936, ésta que bajó los switches del centro del país durante diez días hasta lograr un Contrato Colectivo justo. El movimiento de Verónica, el centro de trabajo levantado por la democracia sindical en 1952 contra el charrismo, las reformas estatutarias de 1935 y 1956, la nacionalizació
Sin el SME, no hubiera sido tan fuerte el Comité Nacional de Defensa Proletaria de 1935 que hizo posible la expropiación petrolera y la nacionalizació
El nuevo edificio del SME parece igual que el de cualquier consorcio. Desde la inauguración del martes 15 fue otro su habitante con el auditorio lleno de invitados especiales, incluido el grupo Los rudos que animó con lemas y una que otra mentada de madre el preámbulo al acto inaugural donde habló también Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal. ¡Aquí se ve la fuerza del SME!, ¡cables, cables!, ¡líneas, líneas! Disputaban las secciones su presencia. El himno del SME fue cantado con el puño izquierdo en alto y El pueblo unido jamás será vencido dio el toque internacionalista aunque nadie supiera su origen en la campaña del Frente Popular en Chile que llevó a Salvador Allende a la presidencia acompañado por los músicos de Quilapayún, promotores del arte urgente .
Por el derecho y la justicia de los trabajadores es el lema del escudo con el poderoso puño. Se recordó a Seki Sano, el eminente director de teatro, trabajando en el SME; A Siqueiros y sus compañeros José Renal, Luis Arenal, Julio Prieto y Rodríguez Lozano haciendo entre 1939-1940 el mural más colectivo que se haya pintado para titularlo Retrato de la Burguesía con su militarismo, su demagogia frente al parlamento incendiado, la máquina de hacer dinero y exprimir trabajadores en el centro y poderosa la irrupción del obrero armado frente a las torres eléctricas y la estrella roja. El edificio histórico de Antonio Caso diseñado por Enrique Yañez, dirigente de Arquitectos Socialistas, marcó en los treinta, la fuerza del SME y sustituyó al primer local olvidado ahora en la calle de Colombia. Tuvo la fachada de Artes luego Antonio Caso, una mirilla a todo lo ancho para vigilar y disparar desde el pasillo interno entre los dos cuerpos arquitectónicos. Una modernización aburrida tapó esta evidencia de los tiempos de gloria.
El viernes 25, cuando celebremos la primera mesa redonda en el nuevo edificio, el secretario general Martín Esparza Flores, Carlos Montemayor y Alberto Híjar, será buen momento de hacer presente la urgencia de levantar a los obreros y campesinos una vez que está clara la corrupción del Estado-nación en beneficio de empresarios infiltrados en el poder político con un proyecto económico en perjuicio de los trabajadores. Los nombres históricos del SME deben nombrar espacios como acompañamiento de fotos elocuentes de las luchas históricas del sindicato más combativo de la actualidad. Mario Pavón Flores, Francisco Breña el Secretario General que leyó a oscuras la declaración de Existencia de la Huelga de 1936, Jorge Fernández Osorio, el médico promotor de la medicina del trabajo y los trabajadores, en fin, quien decida la asamblea, son nombres de quienes dirigieran luchas estratégicas que urge reivindicar, hoy en la víspera del 1º de mayo.
Tomado de:
Periódico Virtual ¡Por Esto! Dignidad, Identidad y Soberanía
http://www.poresto.net/content/view/12126/60/
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