Se deben vigilar las descargas para evitar que lleguen crudas al afluente: Castañeda
Fuente: La Jornada de Jalisco
En el empalme del arroyo El Ahogado, la parte más crítica del afluente, precisó
RAUL TORRES
Tras presentar los resultados del segundo monitoreo de los 262 kilómetros del río Santiago que corren por Jalisco, y luego de llegar nuevamente a la conclusión que el río está contaminado, la Comisión Estatal del Agua (CEA) indicó que son las industrias tequilera y porcícola las que más ensucian las aguas del Santiago y las que menos trabajo han hecho para evitarlo.
El director de Cuencas y Sustentabilidad de la CEA, Héctor Castañeda, indicó que las acciones fundamentales para mejorar la calidad del agua del Santiago y sus afluentes deben ir en tres sentidos: mejorar la infraestructura municipal para un óptimo manejo de sus descargas, vigilar las descargas de la industria agropecuaria para evitar que sus descargas lleguen crudas al río, y pretratar las aguas industriales para que posteriormente sus descargas tengan un tratamiento secundario en las macroplantas de tratamiento proyectadas en El Ahogado y Agua Prieta.
El funcionario consideró que la descarga de una sola porcícola daña mucho más que una descarga municipal de una pequeña ciudad, no obstante, reconoció que si bien hay avances con los municipios para que mejoren su infraestructura y muchas industrias han trabajado para cumplir con las normas, con las tequileras el trabajo ha sido menor y con las industrias porcinas los avances son prácticamente nulos.
Recordó que en 2005 la CEA realizó un estudio para detectar descargas a lo largo de los ríos Santiago, Zula y Verde, y se logró detectar 463 descargas para hacer un diagnóstico de los puntos más críticos.
Este estudio –dijo– sirvió para que se reclasificara el río en nivel “C” dentro de la Ley Federal de Derechos para Uso 3 de Protección a al Vida Acuática, lo que implica parámetros de medición más exigentes.
Castañeda indicó que ahora falta que en el Diario Oficial se haga la declaratoria del Río Santiago como cuerpo de agua tipo “C”, por lo que desde octubre del año pasado el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) actualiza el estudio de 2005 para determinar si hay nuevas descargas y en qué estado se encuentran las que ya estaban.
Uno de los temas críticos en el caso de la contaminación del Santiago es la poca capacidad de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de hacer inspecciones constantes a las industrias, explicó el funcionario de la CEA, y recordó que desde el año pasado se ha solicitado al organismo federal celebrar un convenio en el que se permita a la dependencia estatal participar de forma conjunta en las acciones de monitoreo, inspección y vigilancia de empresas; no obstante, la Conagua se ha negado a celebrar este convenio.
Diagnóstico del río
Los resultados del segundo monitoreo del Santiago realizado por la CEA en 13 puntos distintos de la cuenca indican que, tomando en cuenta los indicadores de calidad del agua superficial de la Conagua, y la Ley Federal de Derecho, uso 3, para Protección de la Vida Acuática, “el río está contaminado, su parte más crítica nace cuando recibe la descarga del arroyo El Ahogado, y se recrudece con las descargas municipales de la ciudad”, señaló Héctor Castañeda, director de Cuencas y Sustentabilidad de la CEA.
El diagnóstico señala que la principal fuente de contaminación del río son las descargas de aguas residuales no municipales.
En cuanto a la presencia de metales pesados, el análisis muestra que el zinc fue el que presentó niveles más elevados fuera de la norma a lo largo de prácticamente toda la cuenca.
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