15 mil almas desbordan las calles de Hermosillo en cuarta marcha por el caso ABC

Audio completo de las intervenciones:
http://www.archive.org/download/CuartaMarchaMov5JunioHermosillo/CuartaMarchaMovimiento5DeJunio27.06.2009.mp3


Video: http://www.youtube.com/watch?v=B1QstiFE464


Foto: Benjamín Alonso


Foto: Benjamín Alonso


Foto: Benjamín Alonso


Foto: Benjamín Alonso

* Denuncian organizadores presiones, bloqueos y una campaña de desprestigio en contra de los padres de familia afectados y los promotores de la marcha

* Manifestaciones silmutáneas en Guaymas y Ciudad Obregón

Hermosillo, 27 de junio.- Se equivoca quien piensa que después de algunas semanas la sociedad hermosillense se desmovilizaría y regresaría a sus casas. La vorágine de sucesos de los últimos días ha originado un vibrante movimiento social, legítimo y con gran autoridad moral. El grueso de los asistentes solían ser individuos que normalmente permanecían apáticos o inactivos, ahora están politizados y concientes. Salir a las calles se ha convertido en la expresión de repudio más genuina e impactante en contra del infanticidio de 49 niños perpetrado por la negligencia de la mafia gobernante.

A una semana de las elecciones cuando se cumplirá el primer mes de la tragedia en la guardería subrogada del IMSS, la exigencia de justicia sigue siendo estridente; hay insatisfacción generalizada por la lentitud y corto alcance de las investigaciones.

La cuarta marcha del Movimiento 5 de junio ha sido más concurrida y mejor organizada que las primeras tres anteriores. Partió de la Plaza Emiliana de Zubeldía, encabezada por los padres de los niños fallecidos y cinco niños pequeños, ataviados de ángeles frente a ellos. Unos percusionistas marcaban el paso con ritmos fúnebres, apesadumbrados. Las imágenes de los infantes caídos pululaban con leyendas como “Inocencia robada, venganza ganada”, “Gobierno: ¿Tienes el valor o te vale?”, “Yeyé, tú estás en el cielo. ¿Y la justicia dónde?”

Los asistentes, ataviados de blanco, avanzaron en silencio por la calle Luis Encinas, haciendo paradas continúas para evitar la dispersión de los contingentes. Entraron al Centro Histórico por la calle Matamoros rumbo a la zona comercial que normalmente es un hervidero de compradores ruidosos. Pero sobre el Centro cayó un manto silencioso, sepulcral. La masa crecía en cientos de manifestantes que se incorporaban a lo largo del trayecto. Avanzaron de la calle Serdán hasta la Rosales. La marcha era tan grande que la vanguardia estuvo a punto de encontrarse con la retaguardia al rodear simbólicamente el Palacio de Gobierno Estatal. Frente a dicho edificio no hubo mitin; los padres sólo levantaban las imágenes de sus hijos para enseñárselos a la gente en la Plaza Zaragoza.

Miles de manifestantes retomaron la avenida Rosales para volver a la Plaza Zubeldía. Ahí fue instalado un templete con un equipo de sonido. La periodista y activista Silvia Nuñez, fue la maestra de ceremonia.

Hablan los padres

Tomó el micrófono Fabiola Dominguez, madre de una niña que resultó ilesa en el incendio, para solicitar a los asistentes que no los dejen solos: “Ya no se puede confiar. Ya no se puede creer. Yo les pido que no nos dejen solos. Y a mi niña que está por ahí yo le digo perdón... Mi niña, mi niña hermosa, perdóname. Perdóname por fallarte mi amor, porque yo te prometí cuando naciste que te iba a cuidar… y te fallé mi amor”.

Cristina García, madre de Bryan, de 2 años de edad: “Nosotros exigimos justicia. Tampoco queremos que el gobierno ni el IMSS ni nadie le ponga precio a nuestros hijos. Nos tratan de comprar con 155 mil pesos... ¿Qué educación le vamos a dar a nuestros hijos a futuro? ¿Qué les vamos a decir? “Mijito perdóname porque voté por un gobierno que no vale nada. Ya no se si qué es peor, si la mala organización de la crisis económica que estamos llevando o esta situación que también estamos llevando… la mala organización del gobierno. Por favor, les pido que nos ayuden y les pido también fuera del país que nos ayuden personas externas a este problema, porque yo no veo nada claro. Ya son 22 días y no se ha hecho nada. No es justo”.

Raúl Álvarez, padre de Ximena: “Estuvimos pidiendo mucho un milagro para mi hija. Ella estuvo luchando dos semanas con muerte cerebral. La niña nos enseñó mucho lo que es fortaleza, nos enseñó lo que es lucha. Ella estuvo luchando contra la muerte. Desgraciadamente pues ese fue uno de mis regalos, el Día del Padre, fue cuando mi niña falleció… Ahora fui, me tatué a mi hija en la espalda para ver que realmente es la única manera de que no me la va a quitar nadie”.

Roberto Zavala, papá de Santiago: “Ahora ya que conocen a mi hijo. Se lo presento a las autoridades… a la policía municipal que obstaculizó el rescate de varios niños. Se lo presento a los bomberos que llegaron tarde. Se lo presento a esas personas que con su simple firma dieron permiso para hacer esa guardería. Se lo presento a los dueños de la guardería. Él era el que les dejaba 2,500 pesos mensuales. Se lo presento al señor gobernador. Él era un futuro priísta como su padre, pero pues… todos podemos tener errores. Ahora se lo presento a la PGR, espero que ellos sí sepan hacer justicia. Que ellos vean que el asesinato de 48 niños es realmente un delito grave… A nuestros señores gobernantes, les quiero decir, ¿ustedes creen que somos pendejos verdad? ¿Creen que toda la gente que está aquí no sabe de lo que está hablando o somos unos ignorantes? No señor, no somos pendejos. Que seamos de clase media y que trabajamos no significa que seamos pendejos. Dieron una explicación tan poco valida de lo ocurrido en el momento del incendio. Toda la gente dice que hubo una explosión, pero ellos son los únicos que dijeron que no pudo haber habido una explosión… Espero que esto no quede impune. Si esto queda impune entonces realmente somos unos pendejos y eso es para toda la sociedad… (Dice el gobernador Eduardo Bours en entrevista con Milenio) que se ha acercado gente para manejarme. Las únicas personas que se me han acercado a mí para manejarme fue la gente que usted me mandó. Me dijeron que Santiago estaba muy triste en el cielo porque yo estaba enojado. Usted no conoce más de Santiago que yo. Santiago en este momento desde allá arriba está mirando hacia abajo y le está diciendo a todos sus amiguitos: ¡Ese pinche loco que está ahí es mi papá y no se va a dejar de ningún pendejo!”

Marta Méndez, tía de Juanito, narró cómo vivió dos pesadillas: La primera que tuvo que soportar la familia en el Hospital Infantil; la segunda cuando Juanito fue trasladado a Guadalajara. Acusó que las autoridades argumentaron que los quemados recibirían cuidado especializado: “¡No era una clínica de quemados, era el Seguro Social con un área de quemados que ni siquiera estaba terminada! Vayan, hay albañiles todavía”. Méndez criticó que durante la visita de la esposa del Presidente Calderón, Margarita Zavala, no se permitió el paso a los familiares, ni siquiera en la sala de espera. Dijo que se enfrentaron a un médico que estuvo a punto de amputar brazos y piernas de los niños. Y al recurrir a la gente de las clínicas Shriners, en Estados Unidos, los directivos del IMSS se negaron a recibirlos.

Catalina Soto, la vocera del Movimiento 5 de julio, hizo lectura de un pronunciamiento donde se consigna el clamor general que recorre el país y se exige “castigo a todos los funcionarios y dueños de ese repugnante negocio, de ese verdadero horno crematorio y cámara de gases”. Posteriormente los asistentes colocaron sus manos sobre sus pechos para comprometerse a no abandonar los reclamos de justicia. La maestra Soto señaló que se analiza la opción de interponer una demanda civil por daño moral en contra de los responsables. Y concluyó citando a una conferencia de prensa para el lunes a las 12 del medio día.

Así finalizó el segmento de denuncia y arrancó un evento artístico con músicos y poetas. La intervención más significativa fue la del poeta colombiano Chucho Peña, quien dio lectura a la Proclama de Julio, firmada por más de cien poetas y escritores latinoamericanos:

“No basta rezar. Hacen muchas cosas para conseguir la paz. Como bien dijo el cantor Alí Primera, venezolano: No, no basta rezar. Hace falta que entendamos que nada ocurre por voluntad del cielo. Hace falta que entendamos que todo ocurre por voluntad del hombre. Hace falta que entendamos que todo ocurre porque hay una causa humana, la más de las veces, que desata incluso la furia de la Pacha Mama”.


Foto: Benjamín Alonso


Foto: Claudia Symonds


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