PALABRA DE UNIVERSITARI@ DE LA IV REPÚBLICA
Manuel es de Puebla… Viaja al Campus Pachuca de la Universidad de la IV República para formarse como Sanador Integral, pues nuestro Proyecto de Nueva Educación y de Nueva Medicina le ha convencido… Manuel, según el pensar común, no tendría necesidad de estudiar más pues es ya Licenciado en Psicología, con maestría en Psicología Social y doctorado en Sociología… Manuel, según el pensar común, no tendría por qué ser estudiante de una Universidad “no oficial”, “no reconocida”, que no pide ni ofrece “papeles”, especialmente porque él es maestro de una Universidad prestigiosa y reconocida, como lo es la Universidad Autónoma de Puebla… Pero Manuel está decidido a estudiar con nosotros los próximos tres años. ¿Por qué? En uno de los trabajos que nos ha presentado –y que ahora les compartimos- explica un poco, algunos de estos por qués…
“Me congratulo por haber tomado la decisión de estudiar Medicina Homeopática en la Universidad de la IV República. Tomé esa decisión porque pensaba que eso me daría la oportunidad de tener algo más que ofrecer a las personas que participaran conmigo en mi trabajo de Desarrollo Comunitario.
“Pensaba que el curso sería sobre medicina, pero mi idea sobre este curso iba en la línea del pensamiento al que critico en mi libro “Saber, Poder y Basura”, a pesar de tratarse de un curso de Medicina Homeopática. Esto se debe a que conozco algunos médicos homeópatas cuyo trato a sus pacientes no se distingue mucho del trato que les dan los médicos alópatas: distante, objetivo… Una primera sorpresa fue encontrar que el curso llevaría una orientación diversa, integral. Que no sólo prevé la atención a la salud del paciente desde nueve miradas diferentes, sino que implica al médico con su paciente. Esto es compatible y se adelanta a lo que menciono en ese libro en el sentido de poner en el centro de la producción de saber y de la producción de artículos satisfactores de necesidades humanas, al hombre.
“Pero todavía hay más sorpresas. Todo esperaba, menos que tendrían que salir a relucir mis propias enfermedades y sanarlas, para poder llegar a constituirme, no en un médico homeópata, sino en un Sanador Integral. ¡Esto sí que es una sorpresa! Esto rebasa toda mi reflexión, pues mientras yo apenas lo estoy proponiendo en cuanto a integrar al proceso de producción de artículos satisfactores de necesidades humanas, la producción de desechos, ya el proyecto en proceso de la Universidad de la IV República, tiene respuestas. Como dicen los jóvenes ¡Qué padre!... Me pregunto ¿Cuántos de mis compañeros en estos estudios se habrán imaginado que serían también incluidos en el proceso de sanar? ¿O fui sólo yo el que se quedó corto?...
“Bueno, el caso es que esta experiencia contraviene todo lo establecido por la tradición de la ciencia occidental. La pedagogía, la vieja pedagogía, o por lo menos su práctica, por ejemplo recomienda que las sesiones no sean de más de dos horas, y quién sabe qué cosas más, que ahora me parecen cuentos. He llegado con sueño, desvelado y con la preocupación de encontrar forma de no quedarme dormido en las clases. Pero mi sorpresa ha sido grande porque ni siquiera me he dado cuenta que tengo sueño.
“Todo ha sido una sorpresa, una agradable sorpresa: los profesores, los compañeros, la compatibilidad entre lo ideológico, lo político y el descubrimiento de un telón de fondo humano, festivo y hasta medio desmadroso. Me llena de vitalidad, realimenta mi coraje y mis esfuerzos por seguir luchando. Me hace dejar de sentirme solo, me siento acompañado… Gracias a todos” (Manuel Martínez)
¡Gracias a ti, hermano, compañero, amigo y maestro, por tu compromiso de lucha en la Puebla de los Ángeles, por tus palabras generosas y entusiastas sobre nuestra Universidad, y, sobre todo, por compartir con nosotros este Viaje de Aprendizaje hacia la Salud Integral propia y de los demás!
S.I. Álvaro
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