HE VISTO

A principios del siglo XVIII, durante el período de la regencia, el gobierno francés le atribuyó a Voltaire un libelo de denuncia intitulado HE VISTO, cuya circulación a la postre le valió lo llevaran a la ilustre mazmorra de la Bastilla donde permaneció un año y medio. Cuenta Voltaire que un poco antes de que fuera encarcelado se encontró al Regente por los jardines de Palais-Royal y le llamó para decirle: “Señor Arouet, pienso haceros ver algo que aún no habéis visto: La Bastilla”, Voltaire le contestó: “No os molestéis, sire, la doy por vista”. Como se sabe, finalmente el gobernante quiso que Voltaire experimentara en carne propia su estancia en la famosa prisión.

Utilizando sólo el título y el formato del célebre libelo, expongo lo siguiente:

He visto en Acteal y Aguas Blancas morir asesinados a indígenas con la más absoluta impunidad, y de ser víctimas de otras prácticas tan crueles de exterminio como lo es el abandono, la marginación y el olvido.

He visto la mitad de un pueblo que se debate entre la pobreza y la desesperanza; entre la angustia y la lacerante resignación, entre la desesperación y al conformismo, un gran segmento de nuestro pueblo que no ha podido disfrutar de una vida digna y lo mas lamentable es que cree, a fuerza de su secular marginación, que ese es su destino.

He visto un gobierno corrupto sometido al gran capital que obediente aplica medidas probadamente pauperizantes que solo benefician a unos cuantos.

He visto a un gobierno represor, que persigue, tortura y criminaliza a los movimientos sociales, mientras que por otro lado solo simula enfrentar a la verdadera delincuencia.

He visto ministerios públicos, jueces, magistrados y ministros, en nombre de la justicia torcer el sentido de la Ley para favorecer a los poderosos, y en nombre de la misma poblar a las cárceles de pobres, que su único delito es el de carecer de dinero para comprar el reconocimiento de su inocencia.

He visto un gobierno que persigue encarnizadamente el pago de impuestos, pero que se muestra obsequioso para con el poderoso, permitiendo que evada tributos por montos millonarios.

He visto un gobierno usurpador que pisoteó impunemente la voluntad ciudadana en contubernio con la jerarquía religiosa y empresarial y que ahora cínicamente se ostenta como el más fiel garante de la democracia.

He visto la mayoría de los medios de comunicación que lejos de explotar la concesión de un bien público de manera objetiva y responsable, socavan la incipiente democracia distorsionando la información en beneficio de aquellos que les permitirán mantener sus privilegios.

He visto una clase política en su inmensa mayoría corrompida, que más tarda en llegar al poder que en olvidar que su tarea primordial consiste en consagrar su empeño en respetar la voluntad de quien lo eligió, en desarrollar patrióticamente su tarea política, en velar por el cumplimiento irrestricto a la voluntad de la Ley y de la Justicia y en observar los postulados jurídicos y éticos encaminados a satisfacer el bien común, lejos de ello, impúdicamente se enriquece, traiciona, miente, no hay mas voluntad para ella que satisfacer sus intereses particulares o partidistas.

He visto con dolor que estamos inmersos en una parálisis total, no se protesta, no se reclama, no se castiga con el voto al que nos traicionó, debemos tomar conciencia que no estamos predestinados ni condenados a padecer como si fuera una ley natural el desprecio de nuestros gobernantes, que está en nuestras manos cambiar el curso de las cosas, es preciso que todos unidos levantemos la voz, todos, el indígena, el estudiante, el obrero, el profesionista, la ama de casa, el campesino, todos unidos hermanados habremos de alcanzar una México mas justo.

He visto estos males y aún no tengo veinte años de edad.


"El Pueblo de Mexico tiene alma colectiva, libertaria y progresista"

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