La Resistencia

La resistencia es soportar amenazas y el bombardeo de comunicadores: Moisés

HERMANN BELLINGHAUSEN

San Cristóbal de las Casas, Chis. 4 de enero.
El teniente coronel Moisés recuerda que en 1994, los zapatistas insurrectos descubrieron algo que no planearon: "Ya que salimos a la luz pública, vamos a tener que gobernarnos". Al participar en el seminario de discusión política Generando contrapoderes desde abajo y a la izquierda, realizado en esta ciudad, el oficial zapatista describió con coloquial claridad cómo ha sido la práctica de gobernar obedeciendo en las comunidades rebeldes en las montañas de Chiapas.
"La resistencia no es sólo no recibir las migajas del gobierno. Hay que resistir las amenazas, los bombardeos políticos e ideológicos en los medios de comunicación", agregó Moisés ante los más de 200 asistentes al seminario académico, al cual acudieron además todas las autoridades municipales autónomas, representantes de las cinco juntas de buen gobierno (JBG) y algunas bases de apoyo zapatistas en las instalaciones de la Universidad de la Tierra, en las afueras de San Cristóbal.
Organizado por las revistas Contrahistorias y Rebeldía, el Centro Immanuel Wallerstein y el propio EZLN, el acto convocó la participación del subcomandante Marcos, los investigadores Mercedes Olivera, Andrés Aubry, Carlos Aguirre Rojas y Sergio Rodríguez Lascano, y el teniente coronel Moisés. Estuvieron también más de 10 comandantes y comandantas del EZLN, en lo que resultó un acto académico e intelectual cargado de críticas a la academia y la intelectualidad dominantes ("burocracias" las llamó Aubry), al que strictu sensu no cabría tildar de "antintelectual".
Con la presencia de un "actor político y social" verdadero, el amplio gobierno zapatista en pleno (los encargados de la praxis), el seminario fue tan sorprendente como lo visto y escuchado en el caracol de Oventic los días anteriores. Planteó serios retos: ¿Cómo ejercer el poder fuera de él; realizar la investigación y la elaboración académica fuera del cascarón institucional; llevar las armas de la teoría científica a los hechos y las transformaciones sociales?
El historiador Carlos Aguirre Rojas llamó a "desglosar" las distintas formas y niveles del poder y los contrapoderes, aproximarse a la nueva forma de verlos "que desde hace años defienden los neozapatistas mexicanos", y adentrarse en las implicaciones de esta "revolución de la relación del poder", contenida en el "mandar obedeciendo" y el reclamo de una "nueva política" radicalmente diversa de la vigente.
La investigadora y feminista Mercedes Olivera, quien desde las cercanías del zapatismo ha sido crítica de ciertas actuaciones de los rebeldes, confesó su deslumbramiento ante los resultados educacionales, de mentalidad y efecto práctico de los gobiernos autónomos, con la creciente e imparable participación de las indígenas.
El antropólogo y braudeliano historiador del movimiento zapatista Andrés Aubry, animado por la presencia de los gobiernos rebeldes en el acto, emprendió una crítica aguda a la práctica habitual, no sólo burocrática sino antiética y oportunista, de los científicos sociales en el mundo entero, a quienes acusó de realizar "despojo intelectual" de los conocimientos y sabiduría de los pueblos que "estudian" con fines totalmente ajenos a los de los propios pueblos.
"Sin revolución de la academia es impensable otra ciencia social con enfoques dictados por los de abajo, trabajados y procesados por ellos y en su beneficio, no programada por la clases académica del SIN, el Conacyt y otras burocracias intelectuales, sino por los actores sociales, no objeto de estudio sino programadores de nuestros estudios". El experto habrá de realizar "un encargo y un compromiso de dimensión comunitaria o intercomunitaria, rural o urbana, donde investigará escuchando y resolverá investigando, "así como el zapatista manda obedeciendo y el maestro freiriano (en referencia a Paulo Freire) enseña aprendiendo".
En un cuestionamiento a "las angustias de los intelectuales de izquierda" para otorgar sentido a los movimientos reales, como los zapatistas, la actual insurrección oaxaqueña o la inconformidad poselectoral (falsamente subordinada a una cúpula política que la usufructa), Sergio Rodríguez Lascano se remitió a Mariátegui para describir la "creación heroica del socialismo" que la autonomía zapatista lleva a cabo.
Los investigadores se remitieron a Gramsci, Holloway, Negri, Braudel, Zibechi, las tesis sobre Feuerbach y los Grundisse de Marx, sin eludir la muy objetiva presencia de todo un cuerpo de gobierno indígena.
El subcomandante Marcos leyó finalmente un cuento, con la participación estelar de Elías Contreras y su amigo transexual Magdalena, y el motor de una estrella que cayó al mar de California ante un jefe seri, que danzó en consecuencia. Lo que va de un recuento de los orígenes míticos del mundo a la constatación: "el caracol no camina despacio, sino que tiene otro tiempo".