En 1885, una circular recorrió de mano en mano las filas del proletariado en Estados Unidos. Con las siguientes palabras, hizo un llamamiento a realizar acciones de toda la clase el 1° de mayo de 1886:
"Un día de rebelión, no de descanso! Un día no ordenado por los voceros jactanciosos de las instituciones que tienen encadenado al mundo del trabajador. Un día en que el trabajador hace sus propias leyes y tiene el poder de ejecutarlas! Todo sin el consentimiento ni aprobación de los que oprimen y gobiernan. Un día en que con tremenda fuerza la unidad del ejército de los trabajadores se moviliza contra los que hoy dominan el destino de los pueblos de toda nación. Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo. Un día en que comenzar a disfrutar `ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana' "
El l° de mayo de 1886, una huelga general estalló por todo Estados Unidos. En pocos días culminó en los sucesos por siempre asociados con el nombre Haymarket. En 1889, el congreso fundador de la nueva Segunda Internacional marxista declaró el Primero de Mayo un día para acciones mundiales del proletariado.