Pedro Echeverría V. / RMX
1. En México se sabe que el PAN y el PRI pelean de día pero “cuando llega la noche se cogen cariño”. Se sabe porque los partidos registrados pertenecen a la misma clase política, a la misma estructural de dominación y porque tienen la obligación de cuidar que el sistema político que les ha dado todo no se encuentre en peligro. Los partidos no representan “partes” del pueblo, es decir, intereses de sectores de la población trabajadora (indígenas, campesinos, obreros, etcétera) tal como debería ser, sino partes de la clase política (familiares, amigos, compadres, socios) Así que el “hitlercito” panista Germán Martínez, de quien salen palabras como diarrea y “Don Beltrone”, Fabio Beltrones, que en la práctica se ha adueñado del PRI, son los mejores guardianes del sistema de dominación.
2. Entre paréntesis podría decirse que los dos personajes le hacen un ajustado honor a sus apodos. Los panistas, al estilo de Martínez, han tenido como libros de cabecera Mi Lucha, el Judío Internacional, La derrota mundial, a Von Mises, Von Hayek y a Luis Pazos, por eso los priístas le colocaron a su líder el apodo de Hitlercito. Por su lado los priístas durante toda su vida han conformado mafias que, agrupadas, les ha permitido dominar la política en México, por eso los panistas bautizaron a su líder como Don Beltrone el mafioso. La realidad es que no hicieron muchos esfuerzos, pues ambos partidos se conocen muy bien. Pero lo importante es ver entre qué partidos y políticos se mueven los mexicanos y, a pesar de ello, manipulados por los miles de millones de pesos que se gastan en campañas, ¿saldrán a votar?
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1. En México se sabe que el PAN y el PRI pelean de día pero “cuando llega la noche se cogen cariño”. Se sabe porque los partidos registrados pertenecen a la misma clase política, a la misma estructural de dominación y porque tienen la obligación de cuidar que el sistema político que les ha dado todo no se encuentre en peligro. Los partidos no representan “partes” del pueblo, es decir, intereses de sectores de la población trabajadora (indígenas, campesinos, obreros, etcétera) tal como debería ser, sino partes de la clase política (familiares, amigos, compadres, socios) Así que el “hitlercito” panista Germán Martínez, de quien salen palabras como diarrea y “Don Beltrone”, Fabio Beltrones, que en la práctica se ha adueñado del PRI, son los mejores guardianes del sistema de dominación.
2. Entre paréntesis podría decirse que los dos personajes le hacen un ajustado honor a sus apodos. Los panistas, al estilo de Martínez, han tenido como libros de cabecera Mi Lucha, el Judío Internacional, La derrota mundial, a Von Mises, Von Hayek y a Luis Pazos, por eso los priístas le colocaron a su líder el apodo de Hitlercito. Por su lado los priístas durante toda su vida han conformado mafias que, agrupadas, les ha permitido dominar la política en México, por eso los panistas bautizaron a su líder como Don Beltrone el mafioso. La realidad es que no hicieron muchos esfuerzos, pues ambos partidos se conocen muy bien. Pero lo importante es ver entre qué partidos y políticos se mueven los mexicanos y, a pesar de ello, manipulados por los miles de millones de pesos que se gastan en campañas, ¿saldrán a votar?
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