Esta semana en las drogas

Erich Moncada SDP Noticias
25 de Febrero, 2010 - 13:56

Nueva Zelanda, nueva política

Una nación más ha decidido modificar el esquema de combate contra las sustancias ilícitas. Una comisión independiente ha publicado el informe Controling and regulating drugs que recapitula la historia de la política de drogas neozelandesa y sugiere que la estrategia actual del gobierno “ya no puede proporcionar un marco legislativo coherente y efectivo para responder al abuso de drogas psicoactivas… la ley no está actualizada y no refleja los conocimientos ni la comprensión actual sobre el uso de drogas y los daños relacionados a la salud, la sociedad y la economía”. El informe está disponible en: www.talklaw.co.nz.

Rumania se suma a la corriente

El presidente del Congreso rumano, con el apoyo de organizaciones no gubernamentales, ha propuesto un debate sobre la conveniencia de modificar la ley de drogas vigente. La discusión se centrará sobre la diferenciación de castigos para usuarios que posean sustancias de alto y de bajo riesgo y la revisión periódica de la clasificación de las sustancias ilícitas para identificar las novedades en el mercado y hacer más dinámica su inclusión en las leyes para prevenir problemas de salud potenciales.

Reducción de daños en Afganistán

El pasado 23 de febrero el gobierno de Afganistán empezó a suministrar metadona (substituto de la heroína) a pacientes en Kabul, gracias al programa Médecins du Monde Harm Reduction Programme, producto de dos años de debate que han dado origen a un programa de servicios integrales de reducción de daños.

HRW exige a ONU investigar en Camboya centros de detención antidrogas

La organización de protección a los derechos humanos, Human Rights Watch, publicó a finales de enero el reporte Skin on the cable donde documenta golpizas, azotes y choques eléctricos contra individuos detenidos en centros para adictos y consumidores de drogas de Camboya.

HRW criticó que la Organización de las Naciones Unidas mantenga un doble discurso al criticar a estos centros de detención y asesorando (por medio de la Oficina de la ONU para Drogas y Crímenes) al gobierno camboyano en la redacción de una nueva ley para enfrentar las adicciones.

Las autoridades camboyanas mantienen en la indefensión a niños, adultos y enfermos mentales quienes son detenidos y sometidos a rehabilitación en contra de su voluntad. Las denuncias refieren que el ordenamiento confiere inmunidad a los funcionarios que se desempeñan en centros de tratamiento, en clara violación del derecho internacional. A menudo, los detenidos no reciben asesoría jurídica ni enfrentan procesos legales y son arrestados en redadas callejeras mientras duermen. En los centros se obliga a los internos a realizar trabajos forzados como parte de su rehabilitación, drogándolos para evitar su escapatoria y castigando severamente a quienes intentan fugarse parándolos bajo el sol por largos períodos de tiempo o poniéndolos en ridículo al caminar como primates. También son forzados a realizar rutinas militares, ejercicios excesivos, no reciben una alimentación adecuada y no gozan de servicios médicos como asesoría psicológica o terapia de substitución de opiáceos.

El cabildo de El Paso, contra la prohibición

Por segunda ocasión los consejeros de la ciudad de El Paso, Texas, emitieron el pasado 10 de febrero una resolución, aprobada seis votos contra dos, para condenar la violencia en Ciudad Juárez. El documento, redactado por los regidores Beto ORourke y Steve Ortega, contenía un párrafo donde llamaban a legalizar la mariguana, solicitaban al gobierno regular la su venta y abrir más espacios a los juarenses que solicitan asilo a la ciudad texana para escapar de la inseguridad.

El regidor O’Rourke lamentó que dicho párrafo fuera suprimido de la resolución final, ya que era una forma efectiva para atender la incontrolable ola de ejecuciones en Juárez. Ortega, por su parte, manifestó que su objetivo era presentar ideas para ayudar a la comunidad fronteriza y acabar con la violencia.}

Aumenta consumo de cannabis en ancianos estadounidenses

Según la Administración de Abuso de Sustancias y Salud Mental de los Estados Unidos, se reportó un aumento en el consumo de mariguana en personas mayores de 50 años, los famosos “baby boomers”. Entre 2002 y 2008 el uso de mariguana creció del 1.9 al 2.9 por ciento y el mayor incremento se presentó entre las edades de 55 a 59 años de edad, de 1.6 a 5.1 por ciento. Los especialistas sugieren que en este grupo poblacional el consumo de la droga no es tan mal visto ya que muchos la usaron durante su juventud o se encuentran consumiéndola con fines recreativos o para atender algunos síntomas del envejecimiento.

(Con información de SF Gate, TMCNET e International Drug Policy Consortium).

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