Frente a la megacorriente, la otra corriente. "Es un bloque para hacer contrapeso", resume el senador mexiquense Héctor Bautista, uno de los creadores del nuevo bloque perredista.
¿Adónde va el nuevo agrupamiento? A una reforma profunda del Partido de la Revolución Democrática, dice Bautista. Una reforma que debe pasar, afirma, por reconocer que "el modelo de crecimiento a partir de los desprendimientos del PRI está agotado", y también por definir "una relación sana del partido y sus grandes liderazgos", es decir, por "la democratización interna" del PRD.
"Si todos vamos con la actitud de que es necesaria esa reforma, no va a haber ninguna confrontación, pero si hay la idea de constituir una corriente mayoritaria que se imponga y menoscabe la pluralidad del partido, entonces sí se abriría un frente de lucha interno."
Bautista se refiere de este modo al esfuerzo de Nueva Izquierda (NI) y otros grupos para formar un polo que han dado en llamar la megacorriente, en el cual confluirían la propia NI, porciones de lo que fuera Unidad Nacional y Renovación (UnyR) y de la Red de Izquierda Revolucionaria (Redir), así como los Cívicos.
El ex presidente municipal de Nezahualcóyotl afirma que ese bloque no sería tan grande como aseguran sus promotores. "Lo de megacorriente es más bien una fórmula publicitaria que busca que algunos grupos locales se les sumen, con la idea de que tendrán mayores privilegios al pertenecer a ese bloque. Creo que en realidad no tienen condiciones para ser más de 50 por ciento. Pero si llegaran a conseguirlo tendrían la enorme responsabilidad de conducir al partido y convertirlo en un proyecto viable para la sociedad mexicana, pero lo dudo."
Frente a la multicitada megacorriente, varios agrupamientos que en otros momentos no necesariamente fueron aliados han sumado fuerzas: Foro Nuevo Sol (Amalia García), Izquierda Democrática Nacional (René Bejarano), Izquierda Social (Martí Batres), Alianza Democrática Nacional (el propio Bautista), la otra Redir (Camilo Valenzuela) y una parte de lo que fuera UnyR.
Su respuesta es un agrupamiento de chile, dulce y manteca, un bloque antichuchista se le hace notar.
No, es un bloque para buscar equilibrios, para que se acepte la diversidad del partido y se dé una libre discusión. Nos une la idea de que se respete la pluralidad del partido y una visión más social. Creemos que el PRD se ha ido divorciando del movimiento y debe rencontrarlo, al igual que a los intelectuales, a quienes hemos impedido la participación.
Las desconfianzas y las reglas
¿Se trata de mostrar quién está más cerca de Andrés Manuel López Obrador?
Lo que nos mantiene alejados es la desconfianza mutua. De no ser por López Obrador el PRD seguiría con una votación de entre 15 y 20 por ciento. Pero el partido no puede estar en función de tener buenos o malos candidatos, el resultado electoral no puede depender sólo de eso. Por eso nuestra insistencia en reformar al partido.
''Nos divide la confrontación permanente por los puestos de dirección y las candidaturas. Esta lucha es sórdida, muy fuerte, porque no existen reglas claras, porque no hay certidumbre y sí una visión autoritaria de imponer. Tenemos que ser capaces de adoptar una cultura democrática y dar certeza a nuestros procesos internos, pues así la convivencia se nos va a facilitar mucho. Es decir, que en lugar de estarnos peleando salgamos a conquistar el voto ciudadano y a construir el partido en el centro y norte del país.''
Entonces López Obrador, la convención, el frente, ¿no son elementos de división? se le pregunta.
Nueva Izquierda tiene desconfianza del liderazgo de López Obrador. Pero en la medida en que fortalezcamos al partido, que lo institucionalicemos, y que todos los militantes nos sujetemos a las reglas, no hay por qué temer. En ese ambiente habría una libre discusión de ideas y decisiones tomadas en colectivo. Si no reformamos el PRD se van a seguir dando los fenómenos que han ocurrido, donde dependemos de una figura política para ganar, para tener votos, y eso también trae consecuencias internas.
''Por otro lado, en la campaña todos consentimos las acciones de López Obrador, todos aceptamos que hubiera redes ciudadanas y un programa de promoción del voto; por eso hoy no se vale decir que ésas son las diferencias que tenemos con López Obrador."
¿Ustedes se asumen como el bloque lopezobradorista?
No vamos con la idea de enfrentar a Nueva Izquierda. Vamos a encontrar los puntos de coincidencia que nos permitan lograr cambios. Si ellos traen una visión intolerante y excluyente, pues entonces vamos a jugar un papel de contrapeso y a presentar proyectos distintos. Hay puntos donde ojalá podamos actuar juntos, como la reforma democrática que requiere el partido; creo que ahí nadie va a objetar.
"Y además, NI tampoco pone en la mesa si va o no con López Obrador, sino que todos queremos nuevas reglas de convivencia con él."
¿Cuáles reglas?
Hay que definirlas. No se puede decir que ha habido un abuso de la relación de López Obrador con respecto al partido. Nos ganó el exceso de pragmatismo, consentimos todo lo que se hizo en la campaña, porque el objetivo era ganar. Ahora, que nadie se diga asaltado, pues todos lo consentimos. Sería malo ahora tratar de desligarse de las acciones de la campaña porque no tuvimos la dirección, si nosotros consentimos que así fuera. Si la enseñanza es que no debe ser así, eso debe estar estipulado en las nuevas reglas.
¿Cuáles son los tres cambios indispensables que deben surgir del congreso?
Que un candidato se debe al partido y debe sujetarse a sus decisiones.
''La modificación de los órganos autónomos (comisiones de elecciones y garantías) para que sean profesionales y sin cuotas de corrientes. Y que se dé certeza a los procesos internos.''
La arbitrariedad centralista
Originario de la Sierra Juárez, de Oaxaca, Bautista ha hecho su vida política en Ciudad Nezahualcóyotl. Ha sido dirigente social, miembro del Partido Mexicano de los Trabajadores, regidor, dos veces diputado federal y ahora senador.
Hace año y medio identificó otros grupos, como el suyo, repartidos en diversas entidades, que se sentían agraviados por el "centralismo" dominante en el PRD. Entonces llamó a formar una nueva corriente, Alianza Democrática Nacional. "Estábamos tratando de hacer bien las cosas en nuestro municipio, en nuestra región, pero siempre estábamos a merced de las decisiones arbitrarias que se tomaban en el comité nacional o el estatal. Así que decidimos pelear porque la provincia sea escuchada en el centro; eso fue lo que nos dio cohesión y hemos sorprendido a muchos reuniendo grupos que han querido mantener su autonomía con respecto a las grandes corrientes, que son representativos, tienen un buen trabajo y saben ganar elecciones, además de estar inmersos en organizaciones sociales."
Bautista también fue miembro del comité nacional perredista. En ese órgano, dice, fue copartícipe de decisiones sobre puestos o candidaturas que se tomaban sin conocer "a fondo la situación de los estados y a veces muy arbitrariamente". De ahí que el senador mexiquense considera que una reforma indispensable es "acabar con el centralismo".
El otro cambio que estima indispensable es que las decisiones de campaña se tomen entre los candidatos y el partido en su conjunto, que "no sean unilaterales por ninguna de las partes".
¿Leonel Cota puede encabezar esas reformas?
Sí, no representa un obstáculo y tiene simpatía hacia los cambios.
¿No es más bien que su debilidad resulta cómoda a todas las corrientes?
Esa debilidad es ficticia. Conservando un perfil bajo, Cota el consiguió crear las condiciones que requería Andrés Manuel para ser candidato y llevar a cabo la campaña como él mismo la había diseñado. Cota tuvo la capacidad de que las corrientes aceptaran muchas decisiones que inclusive iban en contra de sus propios intereses.
"Pero ahora la responsabilidad va a ser de las corrientes, de la militancia: construir el partido que se quiere. Y puede ser una virtud que Cota no juegue un papel protagónico en el Congreso; quizá eso permita una discusión de base y no un evento donde ya llegue todo decidido."
¿Ve a Felipe Calderón rebasando por la izquierda?
Si reconociera que su victoria fue pírrica y eso lo obligara a irse al centro y hacer un gobierno de coalición, pondría en una situación muy difícil al PRD. Pero con sus amenazas de reforma y los hechos violentos a través de esta alianza perversa que tiene con el PRI. Entonces no nos ha dejado otra más que la legítima defensa.
¿Adónde va el nuevo agrupamiento? A una reforma profunda del Partido de la Revolución Democrática, dice Bautista. Una reforma que debe pasar, afirma, por reconocer que "el modelo de crecimiento a partir de los desprendimientos del PRI está agotado", y también por definir "una relación sana del partido y sus grandes liderazgos", es decir, por "la democratización interna" del PRD.
"Si todos vamos con la actitud de que es necesaria esa reforma, no va a haber ninguna confrontación, pero si hay la idea de constituir una corriente mayoritaria que se imponga y menoscabe la pluralidad del partido, entonces sí se abriría un frente de lucha interno."
Bautista se refiere de este modo al esfuerzo de Nueva Izquierda (NI) y otros grupos para formar un polo que han dado en llamar la megacorriente, en el cual confluirían la propia NI, porciones de lo que fuera Unidad Nacional y Renovación (UnyR) y de la Red de Izquierda Revolucionaria (Redir), así como los Cívicos.
El ex presidente municipal de Nezahualcóyotl afirma que ese bloque no sería tan grande como aseguran sus promotores. "Lo de megacorriente es más bien una fórmula publicitaria que busca que algunos grupos locales se les sumen, con la idea de que tendrán mayores privilegios al pertenecer a ese bloque. Creo que en realidad no tienen condiciones para ser más de 50 por ciento. Pero si llegaran a conseguirlo tendrían la enorme responsabilidad de conducir al partido y convertirlo en un proyecto viable para la sociedad mexicana, pero lo dudo."
Frente a la multicitada megacorriente, varios agrupamientos que en otros momentos no necesariamente fueron aliados han sumado fuerzas: Foro Nuevo Sol (Amalia García), Izquierda Democrática Nacional (René Bejarano), Izquierda Social (Martí Batres), Alianza Democrática Nacional (el propio Bautista), la otra Redir (Camilo Valenzuela) y una parte de lo que fuera UnyR.
Su respuesta es un agrupamiento de chile, dulce y manteca, un bloque antichuchista se le hace notar.
No, es un bloque para buscar equilibrios, para que se acepte la diversidad del partido y se dé una libre discusión. Nos une la idea de que se respete la pluralidad del partido y una visión más social. Creemos que el PRD se ha ido divorciando del movimiento y debe rencontrarlo, al igual que a los intelectuales, a quienes hemos impedido la participación.
Las desconfianzas y las reglas
¿Se trata de mostrar quién está más cerca de Andrés Manuel López Obrador?
Lo que nos mantiene alejados es la desconfianza mutua. De no ser por López Obrador el PRD seguiría con una votación de entre 15 y 20 por ciento. Pero el partido no puede estar en función de tener buenos o malos candidatos, el resultado electoral no puede depender sólo de eso. Por eso nuestra insistencia en reformar al partido.
''Nos divide la confrontación permanente por los puestos de dirección y las candidaturas. Esta lucha es sórdida, muy fuerte, porque no existen reglas claras, porque no hay certidumbre y sí una visión autoritaria de imponer. Tenemos que ser capaces de adoptar una cultura democrática y dar certeza a nuestros procesos internos, pues así la convivencia se nos va a facilitar mucho. Es decir, que en lugar de estarnos peleando salgamos a conquistar el voto ciudadano y a construir el partido en el centro y norte del país.''
Entonces López Obrador, la convención, el frente, ¿no son elementos de división? se le pregunta.
Nueva Izquierda tiene desconfianza del liderazgo de López Obrador. Pero en la medida en que fortalezcamos al partido, que lo institucionalicemos, y que todos los militantes nos sujetemos a las reglas, no hay por qué temer. En ese ambiente habría una libre discusión de ideas y decisiones tomadas en colectivo. Si no reformamos el PRD se van a seguir dando los fenómenos que han ocurrido, donde dependemos de una figura política para ganar, para tener votos, y eso también trae consecuencias internas.
''Por otro lado, en la campaña todos consentimos las acciones de López Obrador, todos aceptamos que hubiera redes ciudadanas y un programa de promoción del voto; por eso hoy no se vale decir que ésas son las diferencias que tenemos con López Obrador."
¿Ustedes se asumen como el bloque lopezobradorista?
No vamos con la idea de enfrentar a Nueva Izquierda. Vamos a encontrar los puntos de coincidencia que nos permitan lograr cambios. Si ellos traen una visión intolerante y excluyente, pues entonces vamos a jugar un papel de contrapeso y a presentar proyectos distintos. Hay puntos donde ojalá podamos actuar juntos, como la reforma democrática que requiere el partido; creo que ahí nadie va a objetar.
"Y además, NI tampoco pone en la mesa si va o no con López Obrador, sino que todos queremos nuevas reglas de convivencia con él."
¿Cuáles reglas?
Hay que definirlas. No se puede decir que ha habido un abuso de la relación de López Obrador con respecto al partido. Nos ganó el exceso de pragmatismo, consentimos todo lo que se hizo en la campaña, porque el objetivo era ganar. Ahora, que nadie se diga asaltado, pues todos lo consentimos. Sería malo ahora tratar de desligarse de las acciones de la campaña porque no tuvimos la dirección, si nosotros consentimos que así fuera. Si la enseñanza es que no debe ser así, eso debe estar estipulado en las nuevas reglas.
¿Cuáles son los tres cambios indispensables que deben surgir del congreso?
Que un candidato se debe al partido y debe sujetarse a sus decisiones.
''La modificación de los órganos autónomos (comisiones de elecciones y garantías) para que sean profesionales y sin cuotas de corrientes. Y que se dé certeza a los procesos internos.''
La arbitrariedad centralista
Originario de la Sierra Juárez, de Oaxaca, Bautista ha hecho su vida política en Ciudad Nezahualcóyotl. Ha sido dirigente social, miembro del Partido Mexicano de los Trabajadores, regidor, dos veces diputado federal y ahora senador.
Hace año y medio identificó otros grupos, como el suyo, repartidos en diversas entidades, que se sentían agraviados por el "centralismo" dominante en el PRD. Entonces llamó a formar una nueva corriente, Alianza Democrática Nacional. "Estábamos tratando de hacer bien las cosas en nuestro municipio, en nuestra región, pero siempre estábamos a merced de las decisiones arbitrarias que se tomaban en el comité nacional o el estatal. Así que decidimos pelear porque la provincia sea escuchada en el centro; eso fue lo que nos dio cohesión y hemos sorprendido a muchos reuniendo grupos que han querido mantener su autonomía con respecto a las grandes corrientes, que son representativos, tienen un buen trabajo y saben ganar elecciones, además de estar inmersos en organizaciones sociales."
Bautista también fue miembro del comité nacional perredista. En ese órgano, dice, fue copartícipe de decisiones sobre puestos o candidaturas que se tomaban sin conocer "a fondo la situación de los estados y a veces muy arbitrariamente". De ahí que el senador mexiquense considera que una reforma indispensable es "acabar con el centralismo".
El otro cambio que estima indispensable es que las decisiones de campaña se tomen entre los candidatos y el partido en su conjunto, que "no sean unilaterales por ninguna de las partes".
¿Leonel Cota puede encabezar esas reformas?
Sí, no representa un obstáculo y tiene simpatía hacia los cambios.
¿No es más bien que su debilidad resulta cómoda a todas las corrientes?
Esa debilidad es ficticia. Conservando un perfil bajo, Cota el consiguió crear las condiciones que requería Andrés Manuel para ser candidato y llevar a cabo la campaña como él mismo la había diseñado. Cota tuvo la capacidad de que las corrientes aceptaran muchas decisiones que inclusive iban en contra de sus propios intereses.
"Pero ahora la responsabilidad va a ser de las corrientes, de la militancia: construir el partido que se quiere. Y puede ser una virtud que Cota no juegue un papel protagónico en el Congreso; quizá eso permita una discusión de base y no un evento donde ya llegue todo decidido."
¿Ve a Felipe Calderón rebasando por la izquierda?
Si reconociera que su victoria fue pírrica y eso lo obligara a irse al centro y hacer un gobierno de coalición, pondría en una situación muy difícil al PRD. Pero con sus amenazas de reforma y los hechos violentos a través de esta alianza perversa que tiene con el PRI. Entonces no nos ha dejado otra más que la legítima defensa.
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