Hace ya 10 meses que millones de ciudadanos se encuentran movilizados en todo el país a raíz del fraude electoral y la usurpación del poder Ejecutivo por parte de los fascistas del Partido Acción Nacional.
Nuestra lucha se ha venido transformando a lo largo de este tiempo tan breve, en un principio las movilizaciones tenían como objetivo evidenciar el fraude electoral y lograr que el IFE o el Tribunal Electoral del Poder Judicial de
Al validarse la elección por el Tribunal Electoral y entregar al Usurpador la constancia de Presidente Electo, nuestra lucha entró en una segunda etapa, la de evitar que este personaje espurio tomara posesión del cargo de Presidente de
La tercera etapa viene a partir del 1 de Diciembre del 2006, y es cuando los activistas entran en una crisis, ya que esta vez el objetivo no resulta inmediato ni tan sencillo como en las anteriores etapas, sino al contrario. De la noche a la mañana ciudadanos que hasta hace unos meses tenían una vida tranquila de pronto se vieron enfrentados a todo el aparato represivo estatal, a los grupos de poder fáctico de la derecha mexicana y a la indiferencia del resto de la población. Que decir del objetivo, este se transformó de una manera radical, ya no era un recuento de votos, sino derrocar a un gobierno de facto impuesto por la vía del fraude electoral y además construir un nuevo país, la 4ª República.
Es en este punto donde la falta de nivel político de la mayoría de los activistas y porque no, hay que decirlo, de la mayoría de sus dirigentes o coordinadores, se ha visto rebasada. Es por ello que es de vital importancia que los activistas tengan plena conciencia de cual es su papel como factor de cambio social en el proceso revolucionario que esta viviendo actualmente México.
Comencemos por decir que si el objetivo es derrocar un gobierno y transformar el país, refundarlo y crear la 4ª República, es necesario que tengan plena conciencia de que esto sólo se logra por uno de dos caminos, la lucha armada o bien la vía electoral. El primero de ellos ha sido descartado de antemano desde el principio, por lo tanto, debemos atenernos al segundo, ahora bien cómo es posible que un grupo de ciudadanos que en su mayoría no pertenecen a partido político alguno, pueden lograr tan difícil objetivo, pues bien, para empezar hay que conocer las reglas de juego electoral y en base a ellas elaborar un plan de acción que permita la participación ciudadana más allá de depositar una papeleta en una urna, además, de que esto permitirá definir los tiempos y las acciones a realizar.
De esta manera, se tiene que la primera tarea de los activistas es mantener viva la llama de la resistencia, recordarle a la población que hubo un fraude electoral, que hubo un golpe de Estado y que el país vive bajo un régimen dictatorial que busca mantener los privilegios de unos pocos a costa de la miseria de muchos. Esto permitirá crear conciencia en la población y mantener fresco en su memoria las verdaderas intenciones de los oligarcas fascistas que actualmente detentan las instituciones.
En segundo lugar, al mismo tiempo que los activistas operan las brigadas de información, se deben capacitar en las leyes electorales, conocerlas a fondo para saber como pueden intervenir como ciudadanos para evitar un fraude electoral. Esto incluye también el que se capaciten en el manejo de cámaras de video y fotográficas, manejo de Internet y equipo de cómputo, lo cual permitirá un buen desempeño como vigilantes ante cualquier irregularidad y discrepancia entre lo que sucede en las casillas y lo que sucede en el PREP.
En tercer lugar, los activistas deben prepararse intelectualmente para definir que tipo de país será la 4ª República, para ello por ejemplo, se debe estudiar lo que actualmente sucede en Sudamérica en donde una oleada de gobiernos de izquierda está revolucionando la economía y la política en el continente americano.
Asimismo, los activistas deben estar concientes de que para lograr el éxito en la lucha revolucionaria deben tener disciplina y organización, en torno a qué, dirán muchos, en torno a comprometerse realmente con la causa revolucionaria a que cualquier tarea que se les encomiende por sencilla que sea, la deben cumplir puntualmente, a que deben mantener la unidad en las filas revolucionarias y estar concientes de que la lucha puede ser muy larga y que en el camino muchos serán acosados por el gobierno, que el hecho de no empuñar armas no implica que el aparato represivo del Estado no las va a usar en su contra, y por duro que esto parezca es necesario decirlo y tener plena conciencia de ello en el camino de toda verdadera revolución sea armada o pacífica muchos dejan la vida.
TODO EL PODER AL PUEBLO
Ciudad de México, sede del Gobierno Legítimo, 11 de Mayo de 2007.
L.D. Jesús A. Palma M.
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