México SA


Carlos Fernández-Vega
Frustra Hugo Chávez ampliación del patrimonio de Slim

Tremenda sacudida financiera provocó el anuncio que en la víspera hiciera el presidente Hugo Chávez: "hay que nacionalizar lo que ha sido privatizado", en primerísimo lugar la Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de Venezuela (CANTV), la cual supuestamente engrosaría el de por sí abundante patrimonio de Carlos Slim.

No fue así, y difícilmente lo será, porque el mandatario venezolano ya definió quién retomará la propiedad de dicho consorcio. Mientras se formaliza el traspaso de la iniciativa privada al Estado, tras 15 años de permanencia en el sector empresarial, el anuncio chavista provocó un terremoto en la Bolsa de Valores de Caracas, en la que su tres índices (bursátil, financiero e industrial) se desplomaron, registrando así una caída histórica, cercana a 20 por ciento.

Pero el efecto no se limitó al mercado bursátil de la capital venezolana. La onda expansiva alcanzó a la Bolsa Mexicana de Valores, cuyo principal indicador cayó 1.9 por ciento, tras semanas de alegre y constante incremento.

No pudo ser de otra forma, porque las empresas del imperio Slim son las de mayor peso en el principal indicador de la BMV, en especial las telefónicas, es decir, las directamente involucradas en la sacudida venezolana. Como se resumió ayer en este espacio, en abril pasado Teléfonos de México y América Móvil acordaron con Verizon Communications la adquisición del 28.5 por ciento del paquete accionario que esta trasnacional mantiene en CANTV, es decir, que dos empresas mexicanas y una estadunidense pactaron el futuro de la telefonía en el país sudamericano, y sólo esperaban la autorización del gobierno chavista para proceder en consecuencia.

No fue así. El presidente venezolano dijo que, por el contrario, CANTV regresa a la familia del Estado, mientras Telmex, América Móvil y Verizon lo tendrán que hacer a sus respectivos países de origen, obvio que a disgusto. En vía de mientras, los inversionistas que participan en la Bolsa Mexicana de Valores se adelantaron al anunciado retorno, provocando que los precios accionarios de Telmex y América Móvil cayeran 2.9 y 2.6 por ciento, en cada caso. Y aunque hasta el momento nada ha dicho el gobierno chavista sobre la eventual estatización de la industria cementera, esos arriesgados inversionistas en la BMV también decidieron poner pies en polvorosa "toma de utilidades", según su lenguaje) con las acciones de Cemex ­presidido por otro chico Forbes, Lorenzo Zambrano, con fuerte presencia en aquella nación sudamericana­, cuyo precio cayó 2.4 por ciento.

Esa fue la reacción en el mercado mexicano y la factura para Telmex y América Móvil, lo que resultó pecata minuta si se compara con el desplome (30.26 por ciento) del precio accionario de CANTV en la bolsa caraqueña, caída que se reprodujo en Wall Street, en el que en tan sólo hora y media después de la apertura en el mercado neoyorquino se había desplomado 25 por ciento, y al cierre de operaciones llegó al 30 por ciento.

En la Bolsa de Caracas el pánico y el desplome fueron tales, que la Comisión Nacional de Valores debió suspender la cotización de las acciones de CANTV "por 48 horas", mientras su presidente, Fernando de Candia, atentamente solicitaba calma a los inversionistas al grito de "no se asusten... no se hagan presa de falsos rumores, hay que esperar... el mercado ha mantenido un comportamiento quizás un poco impresionado por la noticia". Sin embargo, todo indica que el anuncio de Hugo Chávez puede ser calificado de cualquier cosa, menos de "falsos rumores".

Al desastre bursátil de CANTV, hay que sumar el de la empresa Electricidad de Caracas, filial de la trasnacional estadunidense AES Corporation (en México se agenció el proyecto Mérida III), el consorcio eléctrico privado más antiguo de América Latina y el mayor de servicio eléctrico en Venezuela. La Comisión Nacional de Valores de Venezuela también "suspendió" sus acciones y la sacó del casino por 48 horas, toda vez que el precio de sus títulos se desplomó 20 por ciento. Hugo Chávez incluyó al sector eléctrico en su mandato de "nacionalizar lo que ha sido privatizado".

Si de empresas se trata, ya se adelanta una nueva tormenta ­así sea mediática­ para el Grupo México, el consorcio de Germán Larrea, otro chico Forbes, propietario de la mina Pasta de Conchos, en la que casi un año atrás 65 mineros murieron bajo los escombros. La Procuraduría General de Justicia de Coahuila asegura que "habrá consignaciones importantes por el delito de homicidio culposo y los que resulten". Habrá que ver si entre los responsables aparecen el ex presidente Fox, el ex secretario del Trabajo, Francisco Javier Salazar, y el propio Larrea.

Las rebanadas del pastel

De los siempre generosos lectores: "¿Que Francisco Gil Díaz no es empleado? Ja, ja, ja, ja... Quien recibe un pago por concepto laboral o contractual es un empleado. Que no sea burro el emérito ex secretario de Hacienda y se haga que la Virgen le habla. Al momento que HSBC Holdings PLC le paga por sus servicios, cualesquiera sean éstos, en ese momento comienza a ser su empleado y, por lo tanto, a recibir y acatar órdenes. Pero igual me equivoco y lo hace gratis y si es así que el señor Gil reciba mis disculpas, pero sino que vaya y se lo cuente a su madre, digo, igual y ella sí le cree. Saludos" (Héctor González, La Paz, Baja California Sur, hgocampo@yahoo.com)... Si de huesos se trata, muy mal debe estar la memoria y el registro de Natividad González Parás, para nombrar a Reyes Tamez Guerra como secretario de Educación (Física) Pública de Nuevo León... Y en el exceso, Eduardo Sojo, quien dice ser secretario de Economía, asegura que el gobierno de la "continuidad" no meterá las manos por el aumento al precio de la tortilla, porque quiere que los mexicanos "vivan mejor".

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