La crítica destructiva se volvió a hacer presente el día de hoy. La infamia y la calumnia se pusieron el nombre de Marco Rascón. Que haciendo uso cobarde de un medio masivo y de gran prestigio lanzó descalificaciones contra el movimiento más incluyente y democrático de los últimos tiempos, la Convención Nacional Democrática, y en particular usó la tribuna esplendida que le otorga La Jornada para agredir sin motivo a Andrés Manuel López Obrador.(1)
No pretendo hacer una aclaración a nombre de la Liga Nacional de Comités Ciudadanos en Resistencia (LNCCR), mi palabra sería insuficiente para mostrar el sentir de tantos hombres y mujeres libres y dignos que durante ya varios meses con gran creatividad, valor y esfuerzo resisten pacíficamente a la imposición.
Como primer punto, debo insistir en el carácter plural e independiente de nuestro movimiento que aglutina las más diversas expresiones de l la izquierda, en la resistencia civil pacífica cada integrante es dueño de sus actos, que tienen como único límite la no violencia. Las organizaciones adherentes, están compuestas por hombres, mujeres, niños y ancianos libres. Ante tal situación esta por demás que el presidente legítimo tenga que hacer aclaración alguna sobre los actos de resistencia independientes, pues él ni los dirige ni los ejecuta.
Acusar de sectarismo, lo que solamente es una toma de posición con respecto a una fuerza política con la que no estamos de acuerdo por sobradas razones, deviene en acto de intolerancia y en la resistencia civil no censuramos a nadie. Basarse en las invitaciones de la LNCCR que circulan por internet, para magnificar una frase y construir un discurso destructivo es un acto de “terrorismo mediático” al que ya estamos acostumbrados, pero no deja de indignarnos.
Los apologistas de la “izquierda moderna” que de forma tan afanosa vienen pregonando y homologando términos hasta vaciarlos de contenido, pretenden confundir a la opinión pública, en la resistencia civil tenemos muy claro quienes son nuestros aliados y quienes son parte de la simulación, y pregunto: ¿Qué opinión le mereció el fraude electoral y las violaciones de derechos humanos en Atenco y Oaxaca? ¿Cuál es su opinión respecto de quienes pretenden vender el patrimonio nacional? Ninguna, detrás de todo acto de agresión mediática dirigida desde el estado están los intereses mezquinos, facciosos y la falta de ética de un comunicador.
La invitación a un examen de conciencia siempre es bienvenida, hacer una evaluación del proceso electoral, algo necesario. La invitación de la derecha, que usted representa, es una trampa que conduce al olvido histórico y a la negación de los principios éticos que siempre han dirigido nuestro movimiento, los nuestros son verdaderos actos de convicción.
Dentro de los puntos a evaluar en la “derrota” -como usted insiste en llamar- de AMLO, le propongo tomar en cuenta el 60% de actas irregulares en el proceso, el fraude cibernético, el millón y medio de votos sin sustento en boletas, la compra de lealtades y votos por parte de la cúpula magisterial, sólo para empezar.
Por último quiero decirle que de ninguna manera acepto que el ejercicio del periodismo sea pervertido hasta convertirse en acto de prostitución de los principios de tan noble profesión, los ciudadanos concientes nos avergonzamos de quienes en estos momentos de lucha traicionan toda ética profesional para cantarles al oído a los potentados. Pero allá ustedes, nosotros nunca nos vamos a cansar de ser como somos, porque vale la pena resistir y la victoria es nuestra.
No pretendo hacer una aclaración a nombre de la Liga Nacional de Comités Ciudadanos en Resistencia (LNCCR), mi palabra sería insuficiente para mostrar el sentir de tantos hombres y mujeres libres y dignos que durante ya varios meses con gran creatividad, valor y esfuerzo resisten pacíficamente a la imposición.
Como primer punto, debo insistir en el carácter plural e independiente de nuestro movimiento que aglutina las más diversas expresiones de l la izquierda, en la resistencia civil pacífica cada integrante es dueño de sus actos, que tienen como único límite la no violencia. Las organizaciones adherentes, están compuestas por hombres, mujeres, niños y ancianos libres. Ante tal situación esta por demás que el presidente legítimo tenga que hacer aclaración alguna sobre los actos de resistencia independientes, pues él ni los dirige ni los ejecuta.
Acusar de sectarismo, lo que solamente es una toma de posición con respecto a una fuerza política con la que no estamos de acuerdo por sobradas razones, deviene en acto de intolerancia y en la resistencia civil no censuramos a nadie. Basarse en las invitaciones de la LNCCR que circulan por internet, para magnificar una frase y construir un discurso destructivo es un acto de “terrorismo mediático” al que ya estamos acostumbrados, pero no deja de indignarnos.
Los apologistas de la “izquierda moderna” que de forma tan afanosa vienen pregonando y homologando términos hasta vaciarlos de contenido, pretenden confundir a la opinión pública, en la resistencia civil tenemos muy claro quienes son nuestros aliados y quienes son parte de la simulación, y pregunto: ¿Qué opinión le mereció el fraude electoral y las violaciones de derechos humanos en Atenco y Oaxaca? ¿Cuál es su opinión respecto de quienes pretenden vender el patrimonio nacional? Ninguna, detrás de todo acto de agresión mediática dirigida desde el estado están los intereses mezquinos, facciosos y la falta de ética de un comunicador.
La invitación a un examen de conciencia siempre es bienvenida, hacer una evaluación del proceso electoral, algo necesario. La invitación de la derecha, que usted representa, es una trampa que conduce al olvido histórico y a la negación de los principios éticos que siempre han dirigido nuestro movimiento, los nuestros son verdaderos actos de convicción.
Dentro de los puntos a evaluar en la “derrota” -como usted insiste en llamar- de AMLO, le propongo tomar en cuenta el 60% de actas irregulares en el proceso, el fraude cibernético, el millón y medio de votos sin sustento en boletas, la compra de lealtades y votos por parte de la cúpula magisterial, sólo para empezar.
Por último quiero decirle que de ninguna manera acepto que el ejercicio del periodismo sea pervertido hasta convertirse en acto de prostitución de los principios de tan noble profesión, los ciudadanos concientes nos avergonzamos de quienes en estos momentos de lucha traicionan toda ética profesional para cantarles al oído a los potentados. Pero allá ustedes, nosotros nunca nos vamos a cansar de ser como somos, porque vale la pena resistir y la victoria es nuestra.
(1) http://www.jornada.unam.mx/2007/03/20/index.php?section=opinion&article=016a2pol
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