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México, DF, 12 de abril de 2007.
Servicio informativo núm. 60
Servicio informativo núm. 60
Sumario:
I. Emplaza López Obrador al gobernador de Veracruz a defender el caso de Ernestina Ascención
II. Quieren convertir a Pemex en Sociedad Anónima a través de la adquisición de los Certificados Petroleros de Fomento Social, denuncia Laura Itzel Castillo
III. El periodismo, oficio de alto riesgo en México
Por Rafael Díaz Álvarez (defensor de derechos humanos)
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EMPLAZA LÓPEZ OBRADOR AL GOBERNADOR DE VERACRUZ A DEFENDER EL CASO DE ERNESTINA ASCENCIÓN
Al demandar una investigación responsable del caso Ascención, que se imparta justicia y se castigue a los responsables que provocaron la muerte de la señora Ernestina, el presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que “el país se encuentra en una situación de caos generalizado a escasos cuatro meses de que el pelele Felipe Calderón usurpó la Presidencia”.
En el importante puerto de Veracruz, en la costa oriental de la República Mexicana, López Obrador emplazó a Fidel Herrera, gobernador de la entidad, de filiación priista, a “fajarse los pantalones, a defender al pueblo de Veracruz y a defender a la señora Ernestina Ascención, que sí fue víctima de una violación y de una agresión física por parte de elementos del ejército mexicano, destacamentados en la tierra de Zongolica”.
Subrayó que desde que “el presidente espurio” lanzó la lamentable sentencia de que la señora Ascensión Rosario murió a causa de un problema gastrointestinal, “todos se suman y hay coro, en lugar de repudiar la agresión y la declaración del presidente usurpador, y exigir que se castigue a los responsables, a quienes motivaron la muerte de una anciana respetable de Veracruz”.
En entrevista que concedió a su arribo a Veracruz, el López Obrador afirmó que “tanto el gobierno espurio como la Comisión Nacional de Derechos Humanos están actuando mal en el caso de Ascensión Rosario. El asunto amerita un tratamiento serio y responsable, porque hay un cúmulo de contradicciones”, entre las investigaciones realizadas por la Procuraduría estatal y el ombusdsman nacional, puntualizó.
Cabe recordar que los resultados de los peritajes practicados por ambas instancias no coinciden, e, incluso, en esta misma tesitura se ubica la declaración de Calderón, que ha sido ampliamente calificada de irresponsable, quien sentenció antes que nada y antes de tener todos los elementos de prueba que la señora Ascensión había fallecido por un problema gastrointestinal.
El presidente legítimo de México hizo énfasis en que él le cree a la familia de la señora Ascensión: “ni modo que los familiares mientan, y le creo también a los pobladores de las comunidades de los municipios de la sierra de Zongolica”.
López Obrador aclaró que “una vez que el presidente pelele dijo que la señora Ascensión había fallecido como consecuencia de una gastritis, todo mundo se hecho para atrás”, hasta la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Por tal razón, demandó que el gobernador Herrera Beltrán asuma su responsabilidad de proteger al pueblo veracruzano y en particular a la señora Ernestina que fue víctima de un atropello, “porque en México no debe haber racismo y se debe defender a todos los representantes de las comunidades indígenas”.
A pregunta expresa que le formularon representantes de los medios de comunicación, López Obrador insistió en que nadie cree la versión oficial sobre la muerte de la señora Ascensión y “no es posible que sus hijos e hijas estén creando todo este ambiente, si no supieran realmente lo que sucedió”.
En el primer día de actividades por esta entidad —su tercera gira veracruzana en lo que va del año—, el presidente legítimo de los mexicanos reiteró que Calderón no ganó la elección del 2 de julio y que se robó la Presidencia. “Por esa razón están mal las cosas en el país, porque lo que mal empieza, mal acaba, y como prueba ahí está la situación de caos” que impera en toda la geografía nacional.
Acompañado por los senadores Arturo Erviz y Dante Delgado, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia, respectivamente, expresó ante los ciudadanos de Soledad de Doblado, Manlio Fabio Altamirano, Jamapa y Medellín que “el presidente pelele asume el rol de zoombie y autómata, porque no está haciendo nada a favor del pueblo y sólo dedica su tiempo al pago de favores y de facturas a quienes lo impusieron en el cargo, además de proteger a los grandes acaparadores y especuladores”.
Por la tarde, al acudir a su cita con el pueblo de Boca del Río, López Obrador puso de ejemplo que Calderón está pagando las facturas a los banqueros y a Elba Esther Gordillo porque le apoyaron durante la pasada campaña electoral, y a cambio les entregó el manejo de las pensiones de miles de trabajadores al servicio del Estado.
Por la noche, se reunió con los habitantes de Veracruz, a quienes informó que un promedio de 5 millones de mexicanos serán inscritos como representantes del Gobierno Legítimo de México, en las 32 entidades del país, y esa meta se podrá cumplir en un plazo de dos años.
Reiteró también su determinación de impedir que Calderón entregue a los particulares los bienes nacionales, como el petróleo y la industria eléctrica.
También denunció que las grandes corporaciones de México, como Bimbo, Coca-Cola, Maseca y Telmex, pagan menos de 2 por ciento por concepto de impuestos, mientras que los ciudadanos pagan alrededor de 20 por ciento.
Para mañana, López Obrador visitará a los habitantes de las comunidades de Paso de Ovejas, Puente Nacional, Úrsulo Galván, José Cardel, Actopan, Rinconada Municipio de Emiliano Zapata y Coatepec.
En el importante puerto de Veracruz, en la costa oriental de la República Mexicana, López Obrador emplazó a Fidel Herrera, gobernador de la entidad, de filiación priista, a “fajarse los pantalones, a defender al pueblo de Veracruz y a defender a la señora Ernestina Ascención, que sí fue víctima de una violación y de una agresión física por parte de elementos del ejército mexicano, destacamentados en la tierra de Zongolica”.
Subrayó que desde que “el presidente espurio” lanzó la lamentable sentencia de que la señora Ascensión Rosario murió a causa de un problema gastrointestinal, “todos se suman y hay coro, en lugar de repudiar la agresión y la declaración del presidente usurpador, y exigir que se castigue a los responsables, a quienes motivaron la muerte de una anciana respetable de Veracruz”.
En entrevista que concedió a su arribo a Veracruz, el López Obrador afirmó que “tanto el gobierno espurio como la Comisión Nacional de Derechos Humanos están actuando mal en el caso de Ascensión Rosario. El asunto amerita un tratamiento serio y responsable, porque hay un cúmulo de contradicciones”, entre las investigaciones realizadas por la Procuraduría estatal y el ombusdsman nacional, puntualizó.
Cabe recordar que los resultados de los peritajes practicados por ambas instancias no coinciden, e, incluso, en esta misma tesitura se ubica la declaración de Calderón, que ha sido ampliamente calificada de irresponsable, quien sentenció antes que nada y antes de tener todos los elementos de prueba que la señora Ascensión había fallecido por un problema gastrointestinal.
El presidente legítimo de México hizo énfasis en que él le cree a la familia de la señora Ascensión: “ni modo que los familiares mientan, y le creo también a los pobladores de las comunidades de los municipios de la sierra de Zongolica”.
López Obrador aclaró que “una vez que el presidente pelele dijo que la señora Ascensión había fallecido como consecuencia de una gastritis, todo mundo se hecho para atrás”, hasta la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Por tal razón, demandó que el gobernador Herrera Beltrán asuma su responsabilidad de proteger al pueblo veracruzano y en particular a la señora Ernestina que fue víctima de un atropello, “porque en México no debe haber racismo y se debe defender a todos los representantes de las comunidades indígenas”.
A pregunta expresa que le formularon representantes de los medios de comunicación, López Obrador insistió en que nadie cree la versión oficial sobre la muerte de la señora Ascensión y “no es posible que sus hijos e hijas estén creando todo este ambiente, si no supieran realmente lo que sucedió”.
En el primer día de actividades por esta entidad —su tercera gira veracruzana en lo que va del año—, el presidente legítimo de los mexicanos reiteró que Calderón no ganó la elección del 2 de julio y que se robó la Presidencia. “Por esa razón están mal las cosas en el país, porque lo que mal empieza, mal acaba, y como prueba ahí está la situación de caos” que impera en toda la geografía nacional.
Acompañado por los senadores Arturo Erviz y Dante Delgado, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Convergencia, respectivamente, expresó ante los ciudadanos de Soledad de Doblado, Manlio Fabio Altamirano, Jamapa y Medellín que “el presidente pelele asume el rol de zoombie y autómata, porque no está haciendo nada a favor del pueblo y sólo dedica su tiempo al pago de favores y de facturas a quienes lo impusieron en el cargo, además de proteger a los grandes acaparadores y especuladores”.
Por la tarde, al acudir a su cita con el pueblo de Boca del Río, López Obrador puso de ejemplo que Calderón está pagando las facturas a los banqueros y a Elba Esther Gordillo porque le apoyaron durante la pasada campaña electoral, y a cambio les entregó el manejo de las pensiones de miles de trabajadores al servicio del Estado.
Por la noche, se reunió con los habitantes de Veracruz, a quienes informó que un promedio de 5 millones de mexicanos serán inscritos como representantes del Gobierno Legítimo de México, en las 32 entidades del país, y esa meta se podrá cumplir en un plazo de dos años.
Reiteró también su determinación de impedir que Calderón entregue a los particulares los bienes nacionales, como el petróleo y la industria eléctrica.
También denunció que las grandes corporaciones de México, como Bimbo, Coca-Cola, Maseca y Telmex, pagan menos de 2 por ciento por concepto de impuestos, mientras que los ciudadanos pagan alrededor de 20 por ciento.
Para mañana, López Obrador visitará a los habitantes de las comunidades de Paso de Ovejas, Puente Nacional, Úrsulo Galván, José Cardel, Actopan, Rinconada Municipio de Emiliano Zapata y Coatepec.
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QUIEREN CONVERTIR A PEMEX EN SOCIEDAD ANÓNIMA A TRAVÉS DE LA ADQUISICIÓN DE LOS CERTIFICADOS PETROLEROS DE FOMENTO SOCIAL, DENUNCIA LAURA ITZEL CASTILLO
El pasado 5 de abril, se cumplieron diez años de la muerte de Heberto Castillo, luchador social e impulsor de la defensa de la soberanía nacional sobre los recursos petroleros del país. En ocasión de dicho aniversario luctuoso, su hija, Laura Itzel Castillo, secretaria de Asentamientos Urbanos y Vivienda del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, expresó las palabras que a continuación reproducimos.
El 20 de junio de 1977, hace 30 años, Heberto escribió: “de mantenerse el ritmo de crecimiento de la demanda de energía primaria de 7.3 % anual y de seguirse obteniendo ella de los diversos energéticos en la misma proporción que ahora se hace, toda la existencia de hidrocarburos (50 mil millones de barriles) se agotará para el año 2008”.
En 1984, en el prólogo del libro en coautoría con el caricaturista Rogelio Naranjo, titulado Cuando el petróleo se acaba, señalaba: “Hace siete años que empezamos a alertar acerca de los males que podría causar al país la exportación masiva de petróleo. Se nos llamó xenófobos, catastrofistas, adoradores de Tezcatlipoca y otras cosas más… Algunos nos dijeron: no entendemos por qué tanta preocupación por la venta del petróleo y el gas; si se acaba, ya vendrá otro energético; tendremos energía nuclear, solar, eólica, del mar, geotérmica, de la biomasa y quién sabe cuántas más… Desde Pemex se propaló que debíamos aprovechar el petróleo, sacarlo del subsuelo y venderlo cuanto antes porque si ahora valía mucho, mañana quizá no. Si aparecía otro energético más barato, se decía, adiós posibilidades de que México obtuviera provecho de los hidrocarburos... Nada más falso. Mañana el petróleo valdrá más”.
“El gran reto de la humanidad –continuaba– es preservar suficiente petróleo para abrigar esperanzas de supervivencia de la especie. La actual sociedad depende de los energéticos para su subsistencia. Sin ellos desaparecerá. No podremos seguir viviendo como ahora. Quizá no podremos seguir viviendo. La guerra mundial puede llegar como intento desesperado, irracional, para resolver los problemas energéticos en el mundo. Pero de llegar será la solución de los suicidas; el fin de la especie sobre la tierra”.
No se puede hablar de Heberto y de su participación en la defensa del petróleo, sin asociarlo a su emblemática lucha contra la construcción del gasoducto desde la izquierda testimonial que representó su trinchera, el Partido Mexicano de los Trabajadores; entonces alertaba: “El suministro por tubo de energéticos a una nación como Estados Unidos es un peligro para los habitantes del territorio que cruza porque en una guerra se vuelve blanco obligado”. En una de sus colaboraciones semanales en la revista Proceso en 1977 confesó: “Cómo deseo estar equivocado”. Finalmente, llegarían los tiempos de prepararnos para administrar la abundancia. En muy poco tiempo pasaríamos de los petrobonos, para financiar la explotación del petróleo, a los tortibonos, para administrar la pobreza.
El pasado 18 de marzo, en el marco del aniversario número 69 de la expropiación petrolera, valientemente decretada por el general Lázaro Cárdenas del Río, el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, señaló que “las reservas probadas de crudo disminuyeron de 9.7 a 9.3 años y los pasivos de la empresa superan el millón de millones de pesos”.
En dicho evento se encontraban los principales protagonistas del Pemexgate, Carlos Romero Deschamps, secretario general del sindicato charro de trabajadores petroleros de la República Mexicana, a quien se le acusó de peculado por más de mil 500 millones de pesos, y a Francisco Labastida Ochoa, actual presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Senadores, se le inculpó por recibir del sindicato petrolero el recurso desviado para su campaña electoral como candidato a la presidencia de la República en el año 2000. Ambos, escoltando a Felipe Calderón, cómplice de los estragos a Pemex en su paso por la Secretaría de Energía y ex coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados en la 58 Legislatura, donde correspondía haber procesado a los legisladores Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana, secretario y tesorero, respectivamente, del sindicato petrolero.
Desde la estatura moral de tan distinguido presídium, Felipe Calderón convocó al Congreso, a la empresa, al sindicato y a la sociedad a realizar un diagnóstico honesto de la situación de Petróleos Mexicanos y, desde luego, llamó a combatir a fondo la corrupción.
Con base en declaraciones plagadas de mentiras, quieren hacer creer al pueblo de México que no se pretende privatizar, que tan sólo es una reforma energética necesaria frente a la escasez de petróleo en el mundo.
Sabemos de las claras intenciones que tiene el PRIAN para privatizar la industria energética, que desde el Senado de la República, Francisco Labastida con vehemencia impulsa su iniciativa con el objeto de modificar la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y la Ley Reglamentaria del Artículo 27 constitucional en el ramo petrolero.
Con esta reforma estructural, Petróleos Mexicanos cambia su objetivo central, se modifica el término de conducción estratégica, con todo lo que ello significa, y se establece en su lugar la optimización de la industria nacional. La iniciativa adelgaza el papel del Estado; en el Consejo de Administración, queda en completa minoría frente a ciudadanos aparentemente expertos e independientes. En este mismo sentido, se pretende cambiar el régimen de Organismo Público Descentralizado a Sociedad de Interés Público.
Sin admitirlo, así quieren convertirla en Pemex SA a través de la adquisición de los denominados eufemísticamente Certificados Petroleros de Fomento Social que comprará la iniciativa privada. Con ello se violenta flagrantemente el artículo 27 constitucional que señala que el dominio de la Nación sobre el petróleo es inalienable e imprescriptible. ¿A quién quieren engañar? Cambiar los objetivos, modificar la integración del Consejo de Administración y vender certificados petroleros significa privatizar la industria baluarte de nuestra soberanía.
Hay que estar conscientes de la gravedad de la pretendida iniciativa que presenta cuatro aspectos fundamentales: 1. Cambiar el concepto y dejar atrás la conducción estratégica de la industria. 2. Tener un Consejo de Administración donde la iniciativa privada disfrazada de ciudadana tome una representación mayoritaria. 3. Convertir a Pemex en Sociedad de Interés Público (¿sociedad de quién, nos preguntamos, y de qué público?, ¿acaso Sociedad Anónima? ¿Socio asociado en sociedad?, como decía el poeta cubano Nicolás Guillén?) y 4. La venta de los Certificados Petroleros de supuesto Fomento Social, que no son otra cosa que la venta de Pemex. ¿Quién comprará esos certificados? ¿El pueblo o quien tiene el poder adquisitivo?¿ El pueblo o uno de los hombres más ricos del mundo, que vive en este país? Algún Slim, Azcárraga, Aramburuzavala o Roberto Hernández, todos lo que no pagan impuestos?
Hoy, los países desarrollados impulsan que los combustibles fósiles se mezclen con biocombustibles en cerca de 5%, lo cual ha ejercido una gran presión en los precios de los productos agrícolas. El uso de alimentos como combustibles demanda gran cantidad de cultivos para producir los millones de litros de etanol que requieren los países llamados del Primer Mundo a costa de la hambruna del resto. Esto es ética y moralmente insostenible. Y económicamente provocará más conflictos de los que se prevén. Sin maíz no hay país y sin petróleo tampoco.
Desgraciadamente, Heberto no se equivocó. En uno de sus relatos vaticinaba que de quedarnos sin energía, no se podrían bombear las aguas negras de la ciudad y que por lo tanto estaríamos en riesgo de inundarnos de materia fecal. Y ya ven, ahí está Felipe Calderón.
En una entrevista que concediera Heberto poco antes de ingresar al hospital, víctima de un infarto al corazón que lo llevaría a encontrarse con la muerte, la revista Conciencia Mexicana cuestionaría: “Ingeniero, la última pregunta… después de toda una vida de lucha social, ¿qué tan optimista es usted con relación al México con el que vamos a arribar los mexicanos en los próximos años en el siglo XXI?”. Él contestaría: “Bueno, soy tan optimista que me gustaría tener ahora 12 años”.
En estos días se cumplieron diez años desde que partiera Heberto y, paradójico, diez son los años que a lo mucho quedan de petróleo. Sus ideales seguirán vivos en nuestra memoria. Pero el mejor homenaje para un hombre es no dejar morir sus convicciones. Hay un refrán que dice: “saber y no recordar es lo mismo que ignorar”. Recordar del latín recordari, re que significa nuevo y cordis corazón. Por eso hoy, desde aquí, te recordamos, desde la izquierda… desde el corazón.
El 20 de junio de 1977, hace 30 años, Heberto escribió: “de mantenerse el ritmo de crecimiento de la demanda de energía primaria de 7.3 % anual y de seguirse obteniendo ella de los diversos energéticos en la misma proporción que ahora se hace, toda la existencia de hidrocarburos (50 mil millones de barriles) se agotará para el año 2008”.
En 1984, en el prólogo del libro en coautoría con el caricaturista Rogelio Naranjo, titulado Cuando el petróleo se acaba, señalaba: “Hace siete años que empezamos a alertar acerca de los males que podría causar al país la exportación masiva de petróleo. Se nos llamó xenófobos, catastrofistas, adoradores de Tezcatlipoca y otras cosas más… Algunos nos dijeron: no entendemos por qué tanta preocupación por la venta del petróleo y el gas; si se acaba, ya vendrá otro energético; tendremos energía nuclear, solar, eólica, del mar, geotérmica, de la biomasa y quién sabe cuántas más… Desde Pemex se propaló que debíamos aprovechar el petróleo, sacarlo del subsuelo y venderlo cuanto antes porque si ahora valía mucho, mañana quizá no. Si aparecía otro energético más barato, se decía, adiós posibilidades de que México obtuviera provecho de los hidrocarburos... Nada más falso. Mañana el petróleo valdrá más”.
“El gran reto de la humanidad –continuaba– es preservar suficiente petróleo para abrigar esperanzas de supervivencia de la especie. La actual sociedad depende de los energéticos para su subsistencia. Sin ellos desaparecerá. No podremos seguir viviendo como ahora. Quizá no podremos seguir viviendo. La guerra mundial puede llegar como intento desesperado, irracional, para resolver los problemas energéticos en el mundo. Pero de llegar será la solución de los suicidas; el fin de la especie sobre la tierra”.
No se puede hablar de Heberto y de su participación en la defensa del petróleo, sin asociarlo a su emblemática lucha contra la construcción del gasoducto desde la izquierda testimonial que representó su trinchera, el Partido Mexicano de los Trabajadores; entonces alertaba: “El suministro por tubo de energéticos a una nación como Estados Unidos es un peligro para los habitantes del territorio que cruza porque en una guerra se vuelve blanco obligado”. En una de sus colaboraciones semanales en la revista Proceso en 1977 confesó: “Cómo deseo estar equivocado”. Finalmente, llegarían los tiempos de prepararnos para administrar la abundancia. En muy poco tiempo pasaríamos de los petrobonos, para financiar la explotación del petróleo, a los tortibonos, para administrar la pobreza.
El pasado 18 de marzo, en el marco del aniversario número 69 de la expropiación petrolera, valientemente decretada por el general Lázaro Cárdenas del Río, el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles, señaló que “las reservas probadas de crudo disminuyeron de 9.7 a 9.3 años y los pasivos de la empresa superan el millón de millones de pesos”.
En dicho evento se encontraban los principales protagonistas del Pemexgate, Carlos Romero Deschamps, secretario general del sindicato charro de trabajadores petroleros de la República Mexicana, a quien se le acusó de peculado por más de mil 500 millones de pesos, y a Francisco Labastida Ochoa, actual presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Senadores, se le inculpó por recibir del sindicato petrolero el recurso desviado para su campaña electoral como candidato a la presidencia de la República en el año 2000. Ambos, escoltando a Felipe Calderón, cómplice de los estragos a Pemex en su paso por la Secretaría de Energía y ex coordinador de la bancada panista en la Cámara de Diputados en la 58 Legislatura, donde correspondía haber procesado a los legisladores Carlos Romero Deschamps y Ricardo Aldana, secretario y tesorero, respectivamente, del sindicato petrolero.
Desde la estatura moral de tan distinguido presídium, Felipe Calderón convocó al Congreso, a la empresa, al sindicato y a la sociedad a realizar un diagnóstico honesto de la situación de Petróleos Mexicanos y, desde luego, llamó a combatir a fondo la corrupción.
Con base en declaraciones plagadas de mentiras, quieren hacer creer al pueblo de México que no se pretende privatizar, que tan sólo es una reforma energética necesaria frente a la escasez de petróleo en el mundo.
Sabemos de las claras intenciones que tiene el PRIAN para privatizar la industria energética, que desde el Senado de la República, Francisco Labastida con vehemencia impulsa su iniciativa con el objeto de modificar la Ley Orgánica de Petróleos Mexicanos y la Ley Reglamentaria del Artículo 27 constitucional en el ramo petrolero.
Con esta reforma estructural, Petróleos Mexicanos cambia su objetivo central, se modifica el término de conducción estratégica, con todo lo que ello significa, y se establece en su lugar la optimización de la industria nacional. La iniciativa adelgaza el papel del Estado; en el Consejo de Administración, queda en completa minoría frente a ciudadanos aparentemente expertos e independientes. En este mismo sentido, se pretende cambiar el régimen de Organismo Público Descentralizado a Sociedad de Interés Público.
Sin admitirlo, así quieren convertirla en Pemex SA a través de la adquisición de los denominados eufemísticamente Certificados Petroleros de Fomento Social que comprará la iniciativa privada. Con ello se violenta flagrantemente el artículo 27 constitucional que señala que el dominio de la Nación sobre el petróleo es inalienable e imprescriptible. ¿A quién quieren engañar? Cambiar los objetivos, modificar la integración del Consejo de Administración y vender certificados petroleros significa privatizar la industria baluarte de nuestra soberanía.
Hay que estar conscientes de la gravedad de la pretendida iniciativa que presenta cuatro aspectos fundamentales: 1. Cambiar el concepto y dejar atrás la conducción estratégica de la industria. 2. Tener un Consejo de Administración donde la iniciativa privada disfrazada de ciudadana tome una representación mayoritaria. 3. Convertir a Pemex en Sociedad de Interés Público (¿sociedad de quién, nos preguntamos, y de qué público?, ¿acaso Sociedad Anónima? ¿Socio asociado en sociedad?, como decía el poeta cubano Nicolás Guillén?) y 4. La venta de los Certificados Petroleros de supuesto Fomento Social, que no son otra cosa que la venta de Pemex. ¿Quién comprará esos certificados? ¿El pueblo o quien tiene el poder adquisitivo?¿ El pueblo o uno de los hombres más ricos del mundo, que vive en este país? Algún Slim, Azcárraga, Aramburuzavala o Roberto Hernández, todos lo que no pagan impuestos?
Hoy, los países desarrollados impulsan que los combustibles fósiles se mezclen con biocombustibles en cerca de 5%, lo cual ha ejercido una gran presión en los precios de los productos agrícolas. El uso de alimentos como combustibles demanda gran cantidad de cultivos para producir los millones de litros de etanol que requieren los países llamados del Primer Mundo a costa de la hambruna del resto. Esto es ética y moralmente insostenible. Y económicamente provocará más conflictos de los que se prevén. Sin maíz no hay país y sin petróleo tampoco.
Desgraciadamente, Heberto no se equivocó. En uno de sus relatos vaticinaba que de quedarnos sin energía, no se podrían bombear las aguas negras de la ciudad y que por lo tanto estaríamos en riesgo de inundarnos de materia fecal. Y ya ven, ahí está Felipe Calderón.
En una entrevista que concediera Heberto poco antes de ingresar al hospital, víctima de un infarto al corazón que lo llevaría a encontrarse con la muerte, la revista Conciencia Mexicana cuestionaría: “Ingeniero, la última pregunta… después de toda una vida de lucha social, ¿qué tan optimista es usted con relación al México con el que vamos a arribar los mexicanos en los próximos años en el siglo XXI?”. Él contestaría: “Bueno, soy tan optimista que me gustaría tener ahora 12 años”.
En estos días se cumplieron diez años desde que partiera Heberto y, paradójico, diez son los años que a lo mucho quedan de petróleo. Sus ideales seguirán vivos en nuestra memoria. Pero el mejor homenaje para un hombre es no dejar morir sus convicciones. Hay un refrán que dice: “saber y no recordar es lo mismo que ignorar”. Recordar del latín recordari, re que significa nuevo y cordis corazón. Por eso hoy, desde aquí, te recordamos, desde la izquierda… desde el corazón.
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EL PERIODISMO, OFICIO DE ALTO RIESGO EN MÉXICO
Por Rafael Díaz Álvarez (defensor de derechos humanos)El asesinato del periodista Amado Ramírez Dillanes, corresponsal de Televisa en Acapulco y conductor del programa de radio “Al tanto”, el pasado 6 de abril, refleja la situación que se vive en nuestro país respecto del ejercicio del periodismo y el derecho a la información en general. Las cifras de asesinatos y desapariciones de comunicadores ubican a México como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en todo el mundo, sólo superado por Irak; en la región, México ha rebasado a Colombia y a Guatemala en muertes de periodistas.
Lamentablemente, la mayoría de estos crímenes permanecen en la impunidad, pues sólo excepcionalmente se encuentra a los presuntos responsables y en algunos casos se ha sabido que los indiciados han resultado ser personas inocentes ajenas totalmente a los delitos que se les atribuye y utilizados como chivos expiatorios.
Con estos hechos se viola no sólo el derecho fundamental a la libertad de expresión de los profesionistas de los medios de comunicación; se atenta también contra el derecho de la sociedad toda a estar bien informada de manera suficiente, plural, oportuna y eficaz. Las consecuencias de esta violencia selectiva y modulada en un Estado que se pretende democrático son perniciosas, pues se empieza a observar signos de autocensura, se eluden temas peligrosos como el narcotráfico y ese espacio es ocupado por abundancia de informaciones frívolas e intrascendentes que al tiempo que distraen tranquilizan al público; con ello se deteriora y limita significativamente la labor periodística profesional y se niega de hecho el derecho de todos a la información.
La responsabilidad del Estado en este ámbito consiste en garantizar las condiciones para el ejercicio de los derechos de expresión e información para toda la sociedad.
Lamentablemente, la mayoría de estos crímenes permanecen en la impunidad, pues sólo excepcionalmente se encuentra a los presuntos responsables y en algunos casos se ha sabido que los indiciados han resultado ser personas inocentes ajenas totalmente a los delitos que se les atribuye y utilizados como chivos expiatorios.
Con estos hechos se viola no sólo el derecho fundamental a la libertad de expresión de los profesionistas de los medios de comunicación; se atenta también contra el derecho de la sociedad toda a estar bien informada de manera suficiente, plural, oportuna y eficaz. Las consecuencias de esta violencia selectiva y modulada en un Estado que se pretende democrático son perniciosas, pues se empieza a observar signos de autocensura, se eluden temas peligrosos como el narcotráfico y ese espacio es ocupado por abundancia de informaciones frívolas e intrascendentes que al tiempo que distraen tranquilizan al público; con ello se deteriora y limita significativamente la labor periodística profesional y se niega de hecho el derecho de todos a la información.
La responsabilidad del Estado en este ámbito consiste en garantizar las condiciones para el ejercicio de los derechos de expresión e información para toda la sociedad.