7 de abril del 2007, Revoluciones.- Diversos exportadores agrícolas han señalado que el servicio de aduanas del país azteca es deficiente y no tiene ninguna vista de confiabilidad ante la corrupción imperante en México, en casi todos, casi todos los rubros de los servicios públicos. Lo anterior fue revelado por la USTR (Representación Comercial de Estados Unidos), en el Reporte Nacional sobre Barreras al Comercio.
La agencia Inteligencia Comercial reportó que: "Las barreras comerciales que México aplica a los productos estadounidenses se concentran en el sector de agricultura".
Este asunto mantiene muy preocupados a los exportadores estadounidenses, que ha decir verdad por el clima que se vive en México y lo que podría ser a corto plazo manifestaciones contra el TLCAN, comienza el juego de declaraciones para ejercer presión al gobierno calderonista que sigue sin lograr un mínimo porcentaje de legitimidad.
Dentro de las "quejas" proferidas por norteamericanos se incluyen: "notificación previa insuficiente sobre cambios en los procedimientos, interpretaciones inconsistentes de requisitos regulatorios en diferentes aduanas de la frontera, y exigencias desiguales en los estándares y reglas mexicanas para la identificación de mercancía".
Especialistas en torno al comercio han señalado que no existe coordinación entre autoridades de ambas naciones que permitan realizar revisiones conjuntas en las aduana y que en México es terrible la burocracia que impera y que ni siquiera de manera interna los mexicanos tienen coordinación en las aduanas. A esto hay que agregar los altos costos y el tiempo de espera para poder ingresar a territorio mexicano.
De acuerdo al poco difundido y manejado en lo secreto, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tanto mexicanos como estadounidenses deberían cruzar la frontera sin necesidad alguna de cambiar su carga a camiones del país de destino. Pero eso no se ha llevado acabo debido a que entre otras cosas, congresistas del país vecino del norte se preocupan por la inseguridad en la frontera.
Toda esta situación según exportadores norteamericanos les han redituado perdidas enormes, pero tienen la plena confianza en que el gobierno americano logrará presionar a México, que desde que asumió Felipe Calderón de manera ilegal la presidencia de México, se ha visto claramente su inclinación servicial hacia el gobierno de George Bush y más en el ámbito de poner por obra desde ya y no en el 2008 como se tenía previsto, la exportación de maíz y frijol, lo que perjudicaría a millones de familias del campo mexicano.
La agencia Inteligencia Comercial reportó que: "Las barreras comerciales que México aplica a los productos estadounidenses se concentran en el sector de agricultura".
Este asunto mantiene muy preocupados a los exportadores estadounidenses, que ha decir verdad por el clima que se vive en México y lo que podría ser a corto plazo manifestaciones contra el TLCAN, comienza el juego de declaraciones para ejercer presión al gobierno calderonista que sigue sin lograr un mínimo porcentaje de legitimidad.
Dentro de las "quejas" proferidas por norteamericanos se incluyen: "notificación previa insuficiente sobre cambios en los procedimientos, interpretaciones inconsistentes de requisitos regulatorios en diferentes aduanas de la frontera, y exigencias desiguales en los estándares y reglas mexicanas para la identificación de mercancía".
Especialistas en torno al comercio han señalado que no existe coordinación entre autoridades de ambas naciones que permitan realizar revisiones conjuntas en las aduana y que en México es terrible la burocracia que impera y que ni siquiera de manera interna los mexicanos tienen coordinación en las aduanas. A esto hay que agregar los altos costos y el tiempo de espera para poder ingresar a territorio mexicano.
De acuerdo al poco difundido y manejado en lo secreto, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tanto mexicanos como estadounidenses deberían cruzar la frontera sin necesidad alguna de cambiar su carga a camiones del país de destino. Pero eso no se ha llevado acabo debido a que entre otras cosas, congresistas del país vecino del norte se preocupan por la inseguridad en la frontera.
Toda esta situación según exportadores norteamericanos les han redituado perdidas enormes, pero tienen la plena confianza en que el gobierno americano logrará presionar a México, que desde que asumió Felipe Calderón de manera ilegal la presidencia de México, se ha visto claramente su inclinación servicial hacia el gobierno de George Bush y más en el ámbito de poner por obra desde ya y no en el 2008 como se tenía previsto, la exportación de maíz y frijol, lo que perjudicaría a millones de familias del campo mexicano.