Sam García
Si no hay solución, 13 de agosto de 2007 (Revoluciones).- NO CABE DUDA que de los más de 100 millones de mexicanos que somos, una gran mayoría nos hemos pronunciado en contra de la corrupción que impera en nuestro país (que cada día en vez de parecer “país” parece colonia americana). Pero pocos realmente terminan también pensando la segunda cuestión y lo más alarmante, que concientes de tanta corrupción no hacemos nada como sociedad para que las cosas cambien.
La semana pasada en Revoluciones abundo el tema del sistema electoral y la gran parte de lectores se pronunciaron a favor de negarle el voto a los políticos tradicionales. Muchos optamos por postular a ciudadanos honestos y responsables, que tengan el ánimo de servir al pueblo y no servirse de él, así como también negar el voto en las elecciones organizadas por el IFE donde huela a fraude (prácticamente hablamos de ya no votar pues siempre Elba Estiércol mete sus narices, ¡es una burla!). Se abre la polémica porque algunos consideran debemos sacar cámaras, celulares, todo lo que esté a nuestro alcance para vigilar las “elecciones”; pero otros argumentan racionalmente que: ¿cómo es posible que se vigile todavía al que se supone vigila una elección? Y para no hacerles largo el cuento, más allá de que alguien quiera seguir votando o no, culturalmente los mexicanos debemos cambiar esa postura desinteresada, de desdén y rechazo por atender NUESTROS problemas y dejarlos en manos de unos supuestos políticos, que estudiaron precisamente para poder ejercer los conocimientos y con el sueldo que les damos mantener nuestro Estado en buen funcionamiento. Obviamente no lo han hecho, pero tampoco como sociedad organizada no se los hemos exigido.
Un gobierno rinde cuentas cuando sabe que tiene en la población a alguien a quien responderle y darle atención debida. Pero hoy es más fácil que en tu cena veas a doña lecha la de las novelas, una prostituta de la mente libre y te envenena la cabeza con pensamientos de infidelidad, de avaricia, de lascivia, de muchas cosas, todo eso desayunan, comen y cenan millones de personas. Ya hemos hablado a detalle de eso, los medios, el fútbol, la religión, todos esos instrumentos que dañan a la gente, pero hoy hablemos de ti y de mi. Sí ya sabemos que México está de la fregada ¿ahora que paso tenemos que dar?, ¿volvernos de la resistencia civil y haber como nos va?, ¿ir ahorrando para el rifle a usar en el 2010 –sarcasmo-? ¡No! Creo que ya es para que empecemos conociendo las necesidades básicas de nuestro municipio y desenmascarar a los malos servidores que no destinan los recursos para las obras que requiere nuestra comunidad o para los programas sociales. Debemos desenmascarar cuestionando el trabajo de las autoridades, si ellas no responden removerlas, pero hacerlo masivamente y no esperar a que un político convoque a una plaza para escuchar mucho que ya sabemos. ¡Despierta sociedad mexicana te están quitando lo poco de dignidad que te queda!
Si no hay solución, 13 de agosto de 2007 (Revoluciones).- NO CABE DUDA que de los más de 100 millones de mexicanos que somos, una gran mayoría nos hemos pronunciado en contra de la corrupción que impera en nuestro país (que cada día en vez de parecer “país” parece colonia americana). Pero pocos realmente terminan también pensando la segunda cuestión y lo más alarmante, que concientes de tanta corrupción no hacemos nada como sociedad para que las cosas cambien.
La semana pasada en Revoluciones abundo el tema del sistema electoral y la gran parte de lectores se pronunciaron a favor de negarle el voto a los políticos tradicionales. Muchos optamos por postular a ciudadanos honestos y responsables, que tengan el ánimo de servir al pueblo y no servirse de él, así como también negar el voto en las elecciones organizadas por el IFE donde huela a fraude (prácticamente hablamos de ya no votar pues siempre Elba Estiércol mete sus narices, ¡es una burla!). Se abre la polémica porque algunos consideran debemos sacar cámaras, celulares, todo lo que esté a nuestro alcance para vigilar las “elecciones”; pero otros argumentan racionalmente que: ¿cómo es posible que se vigile todavía al que se supone vigila una elección? Y para no hacerles largo el cuento, más allá de que alguien quiera seguir votando o no, culturalmente los mexicanos debemos cambiar esa postura desinteresada, de desdén y rechazo por atender NUESTROS problemas y dejarlos en manos de unos supuestos políticos, que estudiaron precisamente para poder ejercer los conocimientos y con el sueldo que les damos mantener nuestro Estado en buen funcionamiento. Obviamente no lo han hecho, pero tampoco como sociedad organizada no se los hemos exigido.
Un gobierno rinde cuentas cuando sabe que tiene en la población a alguien a quien responderle y darle atención debida. Pero hoy es más fácil que en tu cena veas a doña lecha la de las novelas, una prostituta de la mente libre y te envenena la cabeza con pensamientos de infidelidad, de avaricia, de lascivia, de muchas cosas, todo eso desayunan, comen y cenan millones de personas. Ya hemos hablado a detalle de eso, los medios, el fútbol, la religión, todos esos instrumentos que dañan a la gente, pero hoy hablemos de ti y de mi. Sí ya sabemos que México está de la fregada ¿ahora que paso tenemos que dar?, ¿volvernos de la resistencia civil y haber como nos va?, ¿ir ahorrando para el rifle a usar en el 2010 –sarcasmo-? ¡No! Creo que ya es para que empecemos conociendo las necesidades básicas de nuestro municipio y desenmascarar a los malos servidores que no destinan los recursos para las obras que requiere nuestra comunidad o para los programas sociales. Debemos desenmascarar cuestionando el trabajo de las autoridades, si ellas no responden removerlas, pero hacerlo masivamente y no esperar a que un político convoque a una plaza para escuchar mucho que ya sabemos. ¡Despierta sociedad mexicana te están quitando lo poco de dignidad que te queda!
NOTA COMPLETA AQUÍ
No hay comentarios.:
Publicar un comentario