Tres razones para no creer en el señor Felipe Calderón desde www.revoluciones.org

Derechos humanos, seguridad pública y economía

Sam García, Revoluciones

Como joven estudiante y ciudadano preocupado por la crisis actual que atraviesa nuestro país, seguí de cerca algunas notas durante este fin de semana y que sus temas aún están latentes -quizás lo sigan durante mucho tiempo- en el acontecer diario.

Uno de los asuntos que de inmediato llamó mi atención fue el anuncio de la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos (CCIDH), al solicitar a la Unión Europea (UE) enviar una misión para investigar violaciones a los derechos humanos en México. Desde este espacio denominado “Revoluciones” hemos citado lo importante que es para un sujeto en la sociedad tener plenamente identificados tres áreas elementales de la condición humana: naturaleza, labor y acción. A partir de estos campos me detuve para hacer una revisión a mis derechos humanos, que son universales.

No creo en el gobierno de Felipe Calderón, no porque sea del partido blanquiazul, no porque sea de baja estatura física y mental, sino porque es incongruente en lo que hace y dice. En el asunto de Oaxaca y Atenco alguna vez dijo estaba dispuesto a dar solución, claro, no dijo como ni dijo cuando. Calderón ha citado que nuestra economía ha de mejorar, pero ¿de que serviría tener mejores ingresos si en determinado momento al manifestarme contra un atropello del gobierno local y/o estatal soy víctima de la represión? En automático nuestros derechos humanos son privados cuando a uno o más sujetos de nuestra sociedad se ven afectados. Un oaxaqueño es mexicano, un capitalino -como yo- también es mexicano, de ahí que la misma represión que se le adjudico a uno o más oaxaqueños tema yo me sea aplicada, no hay garantía de que se respeten mis derechos. Lo sustento por lo que la CCIDH ha solicitado a la Unión Europea y porque efectivamente ahora que usted lee esta nota cómodamente y yo que la he redactado, hoy estamos seguros, pero ¿mañana que nos depara la vida? Ni el campo de la naturaleza, ni el de la labor, ni la acción están libres de ser víctimas de una violación fragrante en cualquier parte del territorio mexicano.

El mismo gobierno de los Estados Unidos que no tiene problema en darle espaldarazos a Calderón Hinojosa, recientemente apuntó por medio de un reporte del Departamento de Estado que hay un constante aumento de la violencia y corrupción, principalmente generado por el narcotráfico en México. Inmediatamente pienso que los operativos que los medios convencionales han exaltado son una farsa, pues es desde los mismos mandos del ejército y del gobierno donde se debe comenzar la purga para que la inseguridad en general sea combatida, para que se le ponga freno al crimen se debe empezar haciendo justicia a los criminales residentes en el gobierno. En ese mismo reporte el Departamento de Estado de la nación vecina indicó que en nuestro país ha aumentado el consumo de drogas, especialmente la marihuana, la cocaína y enervantes en aerosol, como la pintura y el pegamento. Lo cual relacionado con el anterior párrafo demuestra que al permitir sendo incremento de consumo de drogas deriva en violaciones a nuestra humanidad, mayores riesgos a que dentro de nuestras comunidades estalle la violencia (sea por consumo de drogas o por el trafico de las mismas). No creo en el señor Calderón, ni en las imágenes de televisión que tratan de darle legitimidad con soldados, porque en la practica no hay resultados en el combate a la delincuencia organizada y lo veo en la esquina de la calle donde se encuentra mi casa, diariamente un establecimiento con apariencia de “bar” es en realidad centro de prostitución y distribución de drogas. Entiendo que para que los operativos de Calderón lleguen en mi zona es complicado, quizás ahora no hay tiempo, ¿pero de que resultados puede presumirnos este señor en lo que según ha combatido el ejército en el resto del país? Ninguno.

Ambos factores anteriormente señalados también los implica el Banco de México al decir recientemente que los problemas de inseguridad pública ya se convirtieron en un problema. Por la inseguridad se limitará la capacidad de crecimiento de la economía en los siguientes meses, esto representa que la economía moderará su desempeño, con una caída significativa en la generación de empleo formal. ¿Tengo o no razón en decir que Calderón dice algo pero hace otra cosa? ¡Claro, él dijo ser el candidato del empleo! Usted y yo podemos tener modos distintos de ver la vida y asumirnos diferente a estos sucesos pero lo que ha dicho el BdM –que va de la mano del gobierno federal- no es una mentira, no habrá generación de empleos en este 2007 y es aquí donde uno por puro sentido común se da cuenta de que nos mienten y tratan de engañar. Investigadores han comentado y está documentado que del impacto por falta de seguridad pública en la actividad económica su puede desatar una crisis aún peor de la ya presente en México. Si yo quisiera encontrar un empleo hoy, gracias al gobierno de Calderón ya veo reducidas las probabilidades de obtenerlo, tenga o no un título como profesionista. Y sin empleo obviamente estoy destinado a hundirme en la pobreza, que para algunos en realidad esto “no es un problema”, pues tienen casa, autos, un pequeño negocio y ahí la van librando de a poco, pero también extiendo mis palabras y más el término “pobreza” al aspecto humano. SI NO PRODUZCO Y SI NO PONGO EN MARCHA MIS DERECHOS Y RESPONSABILIDADES LIMITO MI RAZÓN DE SER Y SOY POBRE MATERIAL Y ESPIRITUALMENTE.

Estas son solamente tres razones, las cuales acabo de plantear para no creer en Calderón, ¿se siente identificado con esto? Me aliviana un tanto esta carga el saber que no voté el 2 de julio del 2006 por el señor Calderón, pero me incomoda que él además de llegar por medio de un fraude a la presidencia se de este lujo de tratar así a los mexicanos ¿no se vale, verdad?

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