SIGUE MILENIO SU LANZADA CONTRA EL MOVIMIENTO DEMOCRATICO.

En la columna del diario Milenio del 6 de enero del año en curso, la columna Cámara Húngara suscrita por Hugo García Michel, medularmente destaca:

"Quienes en cambio no dan una, sobre todo porque carecen del toque histriónico de su mentor, son los seguidores de Andrés Manuel López Obrador, los pejistas fanáticos, quienes mantienen su aferramiento y no sueltan el dogma, con lo que se vuelven equiparables a los viejos seguidores del castrismo, del maoísmo y hasta del socialismo bolchevique…”

Verdaderamente es lamentable, que en aras de la libertad de expresión, pseudos analistas políticos como el que ahora nos ocupa, profieran juicios con tanta ligereza, no se si calificarlos de dolosos o productos de su supina ignorancia, pero en todo caso, ambas hipótesis resultan censurables, proviniendo, sobre todo, de quien utiliza un medio de comunicación masiva, que lo menos que debería exigirse es que fundara debidamente sus análisis.

Es mala leche del articulista de marras equiparar, así sea solo para destacar supuestamente “el fanatismo” de los seguidores de Andrés Manuel López Obrador, pues el socialismo bolchevique y el maoísmo, son corrientes que se caracterizaron por la violencia, la represión y los asesinatos contra quien no compartía sus ideas, de ahí que hacer un símil entre unos y otros seguidores es una aberración de dicho pseudo periodista que no tiene ningún fundamento, ni razón para hacerlo. Pregunto, el sedicente periodista ¿habrá reservado a los seguidores de Pinochet, Franco y de Hitler, para equipararlos en su oportunidad con los seguidores de la ultraderecha que tienen secuestrado al gobierno de nuestro país?

Finalmente quisiera que este sujeto algún día comprendiera (cosa que lo dudo) que el movimiento lópez obradorista no es un movimiento irracional e intolerante, que es lo que caracteriza al fanatismo, bastaría mencionarle, pero aquí no es el momento para hacerlo, las grandes personalidades del mundo intelectual que simpatizan con el movimiento que están muy lejos de calificarlos de intolerantes, la gente buena del pueblo, gran segmento de la clase media y millones de gente que agraviados en sus sueños de justicia y democracia mantienen un movimiento de alto contenido moral.