AproEn un simulacro de democracia interna, los priistas Enrique Jackson y Beatriz Paredes debatieron ante las cámaras de Televisa, previo a la elección para elegir al nuevo presidente nacional del PRI, proceso que se efectuará este domingo 18.
Excluidas las tres fórmulas restantes, Jackson y Paredes exaltaron sus virtudes y se autoproclamaron como “los arquitectos del nuevo PRI”.
Fue un debate sin ataques personales. Los dos dijeron representar lo mejor del priismo, y ambos mencionaron que cuentan con la fórmula para devolver al PRI al poder.
En el debate, moderado por el periodista estrella de Televisa, Joaquín López Dóriga, Jackson y Paredes manifestaron que su interés está en el PRI y no en la Presidencia de la República.
Cabe señalar que este domingo, unos 17 mil 500 consejeros elegirán a sus próximos dirigentes nacionales.
En el planteamiento de propuestas, Paredes y Jackson coincidieron en perfilar al Revolucionario Institucional como un partido de centro-izquierda, dispuesto a recuperar el terreno perdido por anteriores gestiones que sólo buscaron el beneficio personal.
Reunidos por Televisa en un singular encuentro, que no debate, en el que evitaron a toda costa agredirse verbalmente, ambos candidatos se pronunciaron por construir el PRI del siglo XXI, con puertas abiertas a mujeres y a jóvenes y defensor de las clases más necesitadas.
Ambos se comprometieron públicamente a no utilizar la dirigencia del partido para buscar en el futuro la candidatura presidencial
Beatriz Paredes se pronunció por rescatar no sólo el orgullo tricolor, sino su identidad ahora extraviada, dejando a un lado los conflictos cupulares.
Dijo que en el PRI del siglo XXI, al que aspira con su conducción, deberá ser un partido que sepa gobernar y ser una oposición constructiva. Para ello se propone transparentar el ejercicio político, para que sepan todos sus militantes a dónde van a aparar las prerrogativas a las que tienen derecho.
La política tlaxcalteca dijo que para ello será necesario volver a los orígenes del tricolor, lleno de contenido social.
Por su parte, Enrique Jackson, si bien se pronunció por un instituto político moderno, demandó compromiso de toda la militancia para que sean verdaderamente los priistas los que “manden” en el partido.
El exsenador se comprometió a que el PRI no quede en unas cuantas manos, que fue lo que lo llevó a la crisis más grave de su historia.
Jackson dijo abiertamente que México necesita del PRI, por lo que invitó a todos sus correligionarios a establecer un compromiso social fuerte y decidido que les permita recuperar la Presidencia.
En su mensaje final, luego de abordar siete temas previamente pactados, ambos candidatos se comprometieron a no propiciar más divisiones al interior del partido.
Concluido el tiempo destinado para el debate, los candidatos a la dirigencia del PRI estrecharon las manos y sellaron su añeja amistad con un beso.
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