SEROTONINA PURA
Javier Palou García
palou2006@hotmail.com




BARBARIE CULTURAL

Por supuesto; para “Don Pedro”Hoy, además, que cumple años.
“La cultura engendra progreso y sin ella no cabe exigir de los pueblos ninguna conducta” José Vasconcelos

Todo empezó como la gran mayoría de las cosas: soñándolas, así en un pequeño despacho del edificio Alles, allá en la 5 de mayo y la 2 poniente. En el sexto piso nace en 1964 la Comisión de Promoción Cultural del Gobierno del Estado con la participación de Aarón Merino Fernández, Gobernador del Estado, y se crea el Festival Internacional de Puebla entre otras muchas actividades, iniciando así, una esperanzadora actividad cultural en el estado que nunca antes se había interrumpido o puesto en peligro como en la actualidad sucede.
Cinco años después desaparece dicha Comisión y se crea la Dirección de Promoción Cultural, con tres integrantes: Director Pedro A. Palou Pérez, María del Carmen Contreras como secretaria y Mario Fuentes en intendencia, quienes llegan al edificio de la 5 oriente 5, el viejo Colegio de San Juan, donde nuevamente el esfuerzo valiente de “promotores” culturales, con espíritu inquebrantable logran en la única sala disponible, “Rodríguez Alconedo”, motivar la vida cultural poblana y que asistan cientos de visitantes interesados. Debe señalarse que dicho edificio albergaba también la Dirección de Obras Públicas, el Archivo de Notarías, Oficialía Mayor de Gobierno, el Archivo General del Estado, la Dirección de Gobernación, el Seguro del Empleado, entre otras muchas oficinas gubernamentales, por ello, después de recibir la propuesta de la Dirección de Promoción Cultural, se convierte en una decisión política y cultural de suma importancia del gobernador Guillermo Morales Blumenkon. Así en 1973 se retiran todas las dependencias del viejo edificio y se crea, por decreto del Congreso del Estado en noviembre del 74, la Casa de la Cultura de Puebla, que paulatinamente fue abriendo salas y actividades para el público y usuarios cautivos debido a los años anteriores de trabajo, desde su inauguración hasta esa fecha, como la fototeca, la hemeroteca y la biblioteca. Quedando constituido el organigrama de la siguiente forma: Prof. Pedro A. Palou Pérez como director, Eladio Villagrán subdirector, Isaías Noriega en música, Estela Galicia en literatura (más tarde Directora de la Biblioteca Palafoxiana), Cinthia Couttolenc en danza, Raymundo Sesma en serigrafía, en fotografía el prof. Roberto Reyes, en pintura Fausto Salazar. Llegando más tarde Gerardo Castellanos, José Morales Melo, Carlos Vázquez Olvera, Gilberto Castellanos, con el mismo ímpetu a colaborar en la Casa de la Cultura. En 1975 se crea el cineclub con Fernando Osorio a la cabeza. Proyectaba en su mayoría documentales del INAH, únicamente los días jueves en la sala “Luis Cabrera”.
Este gran esfuerzo se ve recompensado con el ánimo de los poblanos y el apoyo del nuevo gobernador Alfredo Toxqui.
La Casa de la Cultura era ya una realidad.
En 1976 se le solicita al Presidente Luis Echeverría, en una visita de trabajo a la Casa de la Cultura, el antiguo Palacio Obispal ubicado en la 7 Oriente 2. El Gobierno Federal cede por 99 años el inmueble y ahí se instalan los primeros Talleres de Iniciación Artística que comienzan a funcionar en 1977. Se crea además el Taller de Literatura a cargo del maestro Miguel Donoso Pareja y, a su retiro, se queda al frente David Ojeda, siendo un semillero importante de escritores.

Con la llegada del gobernador Guillermo Jiménez Morales se constituye la Subsecretaría de Cultura en 1982, dependiente de la Secretaría de Educación Pública, y sólo un año después, se crea por Decreto la Secretaría de Cultura, siendo ésta, la primera del país. De esta forma se convierte Puebla en un Estado Cultural y empieza el reconocimiento nacional e internacional.

Desde su creación, en 1971, se lleva acabo el certamen Latinoamericano de Cuento Edmundo Valadés —entre algunos ganadores están: Alejandro Aura, Juan Carlos Botero (hijo del pintor del mismo apellido), Elbio Rodríguez—. Han sido Jurados de este premio: Edmundo Valadés, Juan Rulfo, Juan José Arreola, Sergio Pitol y Eraclio Zepeda, elevando el prestigio del certamen. Así mismo el Concurso de Cuento en Lenguas Indígenas que se hablan en Puebla. Se inaugura en esa época el museo de la Fotografía y el Cine y acepta el director de cine Luis Buñuel que la Cineteca lleve su nombre. Se promueven los certámenes tradicionales como el de las Ofrendas y el del Altar de Dolores. Algunos de los grandes artistas e intelectuales de México y el mundo se presentan en la Casa de la Cultura: José Luis Cuevas, Gabriel García Márquez, Jorge Gozález Camarena, José Emilio Pacheco, Sofía Bassi, Arnol Belkin, Raymundo Sesma. Se trabaja ininterrumpidamente creando más de setenta bibliotecas en el estado, más de 40 Casas de Cultura en el interior del estado, la red museográfica de Puebla, que abarca todos los museos del estado y la publicación constante de numerosos libros.
Con la llegada del gobernador Melquíades Morales Flores se funda el museo Imagina, se crea la Casa del Escritor, un refugio mundial para escritores perseguidos, se firman importantes convenios Nacionales e Internacionales. Renace la Orquesta Sinfónica de Puebla. Se construye el complejo cultural siglo XXI.
Lo anteriormente escrito, con el fin de ubicarnos en tiempo y espacio y poder comprender la cantidad de años, de esfuerzo, de convencimiento, de lucha, de sacrificio, de vidas enteras dedicadas primero a la Casa de la Cultura, después a Talleres, más tarde a la Secretaría de Cultura, al Instituto Cultural, a la creación de las Casas de Cultura regionales, en fin, a toda la infraestructura con que hoy se cuenta, vemos indignados como se descuida, se deja al abandono, en la tristeza absoluta por la incapacidad, por la falta de amor a la cultura. Todo esto debido a la entrada de Alejandro Montiel Bonilla como Secretario de Cultura, el esfuerzo de años y años de muchas personas comprometidas con la cultura poblana, con el quehacer artístico se desperdicia, se esfuma y se destruye absurdamente por el que se dice Secretario, entre las que se cuentan:
Pretendió cesar al director de la casa refugio, Roberto Martínez Gracilazo. Anuló el convenio y huyeron los escritores que vivían ahí. Juan Gerardo Sanpedro, de los mejores editores mexicanos, decide renunciar con carácter de irrevocable a partir del 16 de octubre de 2006 a la subdirección de Extensión Cultural después de ocho años de laborar ahí. A Gerardo Pérez, que es delegado de Culturas Populares en el estado, dependiente de CONACULTA, lo tiene arrinconado en un espacio ínfimo y lo acosa un día sí y otro también. Además renuncia a la dirección del Festival Internacional de Puebla Mauricio Pardo. La lista de despidos o renuncias obligadas no es mayor debido a la necesidad del trabajo de los que laboran en dicha dependencia. El acoso, la prepotencia, el autoritarismo es la constante en el trato déspota con los trabajadores de la secretaría de cultura. También decidió romper el Convenio con un organismo de cooperación con España que preparaba a trabajadores para la restauración de edificios históricos dañados, convenio que se firmó después del sismo que lastimo severamente varios inmuebles poblanos. ¿Para qué restaurarlos si ni siquiera los pinta? Y carecen de cualquier tipo de mantenimiento. La Casa de Cultura está pintada gracias a los propios trabajadores y al intercambio de espacio por pintura, aunque usted no lo crea.

5 libros 5, como en los toros, ha sido la aportación editorial de la Secretaría en 23 meses. Todos los concursos están tristes, con nula promoción, desvalorados, abandonados, bueno, para que usted se dé una idea, ni velas quiso aportar para las tradicionales ofrendas de muertos. El parque vehicular en total abandono sin mantenimiento alguno.
Como responsable de la Secretaría de Cultura tendría que haber sido el primero en oponerse a la entrega del Complejo Cultural Sigo XXI a Raymundo Alonso. Los Talleres; igual, sin promoción alguna y descuidados, es más, trate usted de comunicarse telefónicamente a tallares para pedir información y verá que es inútil. Está enfrentado con la prensa, con los fotógrafos que incluso sacaron sus playeras con el bla, bla, bla. El medio artístico, de por sí difícil, está cansado de las canonjías a sus amigos íntimos, las becas “dicen” se destinan “pa’ los cuates” generando una división absurda. Violenta la ley al no convocar al Consejo Estatal de Cultura debido a que no cuenta con ningún proyecto cultural adecuado. Desapareció también la Orquesta Sinfónica de Puebla. Las Casas de Cultura de los municipios en el abandono total, siempre con el pretexto que el presupuesto no alcanza. Ese es, entre otras muchas actividades el trabajo de un “promotor cultural”, de un Secretario de Cultura: generar, promover, conseguir, recibir y gestionar los recursos indispensables para el funcionamiento adecuado de la secretaría. Estas son muchas de las omisiones, errores, marasmo, estulticia entre otros absurdos en los que ha caído Alejandro Montiel Bonilla, que en un ambiente de derecho y con la mínima congruencia ya le hubiera costado el puesto. La renuncia sería un caso de dignidad, pero como se ha visto, sería cómo pedirle peras al olmo.
Ahora bien, como si todo lo que acaba usted de leer no fuera suficiente, pues déjeme decirle que se le “ocurrió” privatizar los derechos de autor del libro Las Calles de Puebla de Hugo Leicht, (siendo gobernador Aarón Merino Fernández se editó este libro en su segunda reimpresión en 1967. Se trajeron sus restos mortales desde Alemania para que descansaran en Puebla junto con su madre en el panteón francés y los derechos de autor de esta obra –desde esa fecha- pasaron a pertenecer al Gobierno del Estado). Con la cesión autoral a una editorial privada, LunArena, se viola nuevamente la ley, ya que la Secretaría de Cultura no tiene los derechos, los tiene el Gobierno del Estado y sólo, con la firma del Gobernador, se pueden ceder.
Firma, que por supuesto, no aparece en ningún oficio o documento oficial. Esto, además de lesionar seriamente a todos los poblanos, no sólo merece una destitución inmediata, si no un proceso penal.

Lejos, muy lejos, están los tiempos en que al pisar la Casa de Cultura se respiraba un ambiente de alegría. Hoy en cambio predomina un ambiente hostil, de rechazo, y cómo no, si es producto de la presión de dicho personaje en contra de los trabajadores, de los artistas, de los promotores culturales y, en definitiva, de la ciudadanía poblana.
Después que el trabajo cultural de Puebla había sido referencia para muchos Estados de la República, hoy está convertido en un chiste, en una burla, en el hazme reír. El prestigio a la Basura.

Antes de quedarnos sin esta gran institución cultural, realicemos algo. No seamos cómplices de esta barbarie cultural, unamos nuestra voz junto a la de Eladio Villagrán, Cinthia Couttolenc, José Luis Ibarra Mazari, Luis Neve entre otros que dejaron su vida en el ámbito cultural poblano y exijamos, por la inteligencia, la cultura, y la razón, la destitución inmediata del que se dice Secretario para no ver destruidos los sueños de los fundadores.

Todos los días de 9 a 11 de la mañana te espero en el noticiero “SEROTONINA PURA” que se trasmite por www.radioamlo.org" El canal de la información por Internet”

1 comentario:

Templario Azteca dijo...

Saludos!
Ojalá luchen también por continuar los descubrimientos de ruinas arqueológicas