Con el voto conjunto de la oposición, fundamentalmente de PRD y PRI, la Cámara de Senadores echó abajo el impuesto de cinco por ciento a los refrescos, redujo de 22 a 19 por ciento el gravamen a los grandes productores agrícolas, y modificó diversas disposiciones que a juicio de los legisladores lesionan a los contribuyentes.
Así, regresó a la Cámara de Diputados la minuta que contiene cambios a las leyes del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) y del impuesto sobre la renta (ISR), y el Código Fiscal de la Federación. Las modificaciones tributarias representan 4 mil 33 millones de pesos menos respecto del monto fijado en el proyecto de Ley de Ingresos, de más de 2 billones de pesos, presentado por el presidente Felipe Calderón.
La sesión fue de tal importancia para todos los grupos políticos que por primera vez en lo que va de la 60 Legislatura asistieron los 128 senadores. La fracción del PAN sólo logró el voto de tres senadores de otras fuerzas políticas: Alberto Anaya y Alejandro González Yáñez, del PT, y el representante de Nueva Alianza y dirigente del sindicato magisterial, Rafael Ochoa Guzmán.
Los senadores de PRD, PRI, Convergencia y PVEM votaron contra el impuesto a los refrescos y a los productores agrícolas 73 legisladores en total, y 55 lo hicieron en favor.
No hubo presiones, afirman
Los coordinadores de priístas y perredistas, Manlio Fabio Beltrones Rivera y Carlos Navarrete Ruiz, respectivamente, señalaron, en conferencias de prensa por separado, que votaron en contra de lo aprobado por los diputados en ejercicio de su facultad de cámara revisora y para evitar gravámenes que afectan a la planta productiva, a los trabajadores y los consumidores. Sostuvieron que no fueron presionados por los empresarios refresqueros y que el impacto del impuesto eliminado a las aguas gaseosas no crea hoyos en el presupuesto.
Durante la discusión, la senadora perredista Minerva Hernández Ramos, secretaria de la Comisión de Hacienda, dejó en claro que el PRD aprobó en lo general la miscelánea fiscal sólo para no dejar sin Ley de Ingresos al país, ya que el paquete económico que Calderón envió al Congreso lesiona a los contribuyentes, afecta sobre todo a los cautivos y propone modificaciones tributarias en beneficio de la población con mayor poder económico.
La discusión comenzó después del mediodía, y pasadas las dos de la tarde se decretó un receso con la finalidad de que senadores priístas, perredistas y de Convergencia elaboraran una propuesta conjunta de modificación a la miscelánea fiscal.
Para esa hora, el presidente de la Comisión de Hacienda, el panista Gustavo Madero Muñoz, hizo un último intento por convencer a los perredistas de mantener el impuesto de cinco por ciento a los refrescos.
Planteó incluso que se mantuviera el gravamen a las gaseosas light, pero el grupo parlamentario del PRD lo rechazó y realizó otra reunión a puerta cerrada en la que de nuevo discutieron pros y contras.
El senador Pablo Gómez Alvarez argumentó en tribuna el voto de su bancada. Dijo que no están de acuerdo con la creación de nuevos impuestos, como el que el gobierno de Calderón pretende imponer a los refrescos, porque lo que el país requiere es una reforma fiscal de fondo, donde se revisen las deducciones, la manera en que los grandes ricos del país eluden pagar al fisco.
"Vamos tratando de poner orden para hacer una política fiscal redistributiva y al mismo tiempo darle al Estado capacidad para promover la producción y el empleo mediante la inversión productiva", agregó.
Igualmente, en nombre del PRI, Eduardo Calzada Rovirosa señaló que el aumento a los refrescos mermaría el escaso poder adquisitivo de los más pobres, y planteó modificar la Ley del Impuesto sobre la Renta para reducir de 22 a 19 por ciento el gravamen a los productores agrícolas, ya que se trata, dijo, de quienes más empleos generan en el campo y una elevación abrupta en la tasa del ISR les restaría competitividad.
Ambas modificaciones a la minuta de los diputados fueron aprobadas. El Senado echó también abajo los artículos 58 y 113 del Código Fiscal de la Federación. Este último tipificaba como delitos fiscales el asentar hechos falsos en las facturas, así como conservar en el domicilio o instalaciones recibos o comprobantes tributarios que no tengan relación con sus registros contables.
De aprobarse una medida de ese tipo, "se generaría un estado de inseguridad en perjuicio de los contribuyentes", señala el dictamen aprobado por mayoría.
La noche anterior, durante la reunión de las comisiones dictaminadoras, se había acordado modificar también la decisión de los diputados de disminuir el límite en la deducción de impuestos por la compra de automóviles nuevos, de 300 mil a 175 mil pesos, sin embargo, en la sesión de ayer se rechazó.
El PRI argumentó que mantener la deducibilidad en 300 mil pesos permitiría incentivar a la industria automotriz, pero no contó con el apoyo del PRD, quien consideró que es correcto dejar en 175 mil pesos el límite para acotar la deducción en automóviles de lujo.
En todo lo demás PRI y PRD hicieron mayoría y lograron, con el apoyo de los grupos pequeños, imponerse al PAN.
Aprueban la Ley de Ingresos
La miscelánea fiscal fue devuelta a la Cámara de Diputados. Por la noche, la Comisión de Hacienda aprobó la Ley de Ingresos, con un monto de 2 billones 260 mil 412 millones de pesos. Se disminuyeron los 4 mil 33 millones de pesos que significaron eliminar el cinco por ciento del IEPS a los refrescos y la reducción del ISR a productores agrícolas.
Al final, el perredista Carlos Navarrete expresó su insatisfacción con la miscelánea fiscal aprobada y adelantó que junto con los diputados de su partido impulsarán, a partir de enero, una verdadera reforma tributaria.
Así, regresó a la Cámara de Diputados la minuta que contiene cambios a las leyes del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) y del impuesto sobre la renta (ISR), y el Código Fiscal de la Federación. Las modificaciones tributarias representan 4 mil 33 millones de pesos menos respecto del monto fijado en el proyecto de Ley de Ingresos, de más de 2 billones de pesos, presentado por el presidente Felipe Calderón.
La sesión fue de tal importancia para todos los grupos políticos que por primera vez en lo que va de la 60 Legislatura asistieron los 128 senadores. La fracción del PAN sólo logró el voto de tres senadores de otras fuerzas políticas: Alberto Anaya y Alejandro González Yáñez, del PT, y el representante de Nueva Alianza y dirigente del sindicato magisterial, Rafael Ochoa Guzmán.
Los senadores de PRD, PRI, Convergencia y PVEM votaron contra el impuesto a los refrescos y a los productores agrícolas 73 legisladores en total, y 55 lo hicieron en favor.
No hubo presiones, afirman
Los coordinadores de priístas y perredistas, Manlio Fabio Beltrones Rivera y Carlos Navarrete Ruiz, respectivamente, señalaron, en conferencias de prensa por separado, que votaron en contra de lo aprobado por los diputados en ejercicio de su facultad de cámara revisora y para evitar gravámenes que afectan a la planta productiva, a los trabajadores y los consumidores. Sostuvieron que no fueron presionados por los empresarios refresqueros y que el impacto del impuesto eliminado a las aguas gaseosas no crea hoyos en el presupuesto.
Durante la discusión, la senadora perredista Minerva Hernández Ramos, secretaria de la Comisión de Hacienda, dejó en claro que el PRD aprobó en lo general la miscelánea fiscal sólo para no dejar sin Ley de Ingresos al país, ya que el paquete económico que Calderón envió al Congreso lesiona a los contribuyentes, afecta sobre todo a los cautivos y propone modificaciones tributarias en beneficio de la población con mayor poder económico.
La discusión comenzó después del mediodía, y pasadas las dos de la tarde se decretó un receso con la finalidad de que senadores priístas, perredistas y de Convergencia elaboraran una propuesta conjunta de modificación a la miscelánea fiscal.
Para esa hora, el presidente de la Comisión de Hacienda, el panista Gustavo Madero Muñoz, hizo un último intento por convencer a los perredistas de mantener el impuesto de cinco por ciento a los refrescos.
Planteó incluso que se mantuviera el gravamen a las gaseosas light, pero el grupo parlamentario del PRD lo rechazó y realizó otra reunión a puerta cerrada en la que de nuevo discutieron pros y contras.
El senador Pablo Gómez Alvarez argumentó en tribuna el voto de su bancada. Dijo que no están de acuerdo con la creación de nuevos impuestos, como el que el gobierno de Calderón pretende imponer a los refrescos, porque lo que el país requiere es una reforma fiscal de fondo, donde se revisen las deducciones, la manera en que los grandes ricos del país eluden pagar al fisco.
"Vamos tratando de poner orden para hacer una política fiscal redistributiva y al mismo tiempo darle al Estado capacidad para promover la producción y el empleo mediante la inversión productiva", agregó.
Igualmente, en nombre del PRI, Eduardo Calzada Rovirosa señaló que el aumento a los refrescos mermaría el escaso poder adquisitivo de los más pobres, y planteó modificar la Ley del Impuesto sobre la Renta para reducir de 22 a 19 por ciento el gravamen a los productores agrícolas, ya que se trata, dijo, de quienes más empleos generan en el campo y una elevación abrupta en la tasa del ISR les restaría competitividad.
Ambas modificaciones a la minuta de los diputados fueron aprobadas. El Senado echó también abajo los artículos 58 y 113 del Código Fiscal de la Federación. Este último tipificaba como delitos fiscales el asentar hechos falsos en las facturas, así como conservar en el domicilio o instalaciones recibos o comprobantes tributarios que no tengan relación con sus registros contables.
De aprobarse una medida de ese tipo, "se generaría un estado de inseguridad en perjuicio de los contribuyentes", señala el dictamen aprobado por mayoría.
La noche anterior, durante la reunión de las comisiones dictaminadoras, se había acordado modificar también la decisión de los diputados de disminuir el límite en la deducción de impuestos por la compra de automóviles nuevos, de 300 mil a 175 mil pesos, sin embargo, en la sesión de ayer se rechazó.
El PRI argumentó que mantener la deducibilidad en 300 mil pesos permitiría incentivar a la industria automotriz, pero no contó con el apoyo del PRD, quien consideró que es correcto dejar en 175 mil pesos el límite para acotar la deducción en automóviles de lujo.
En todo lo demás PRI y PRD hicieron mayoría y lograron, con el apoyo de los grupos pequeños, imponerse al PAN.
Aprueban la Ley de Ingresos
La miscelánea fiscal fue devuelta a la Cámara de Diputados. Por la noche, la Comisión de Hacienda aprobó la Ley de Ingresos, con un monto de 2 billones 260 mil 412 millones de pesos. Se disminuyeron los 4 mil 33 millones de pesos que significaron eliminar el cinco por ciento del IEPS a los refrescos y la reducción del ISR a productores agrícolas.
Al final, el perredista Carlos Navarrete expresó su insatisfacción con la miscelánea fiscal aprobada y adelantó que junto con los diputados de su partido impulsarán, a partir de enero, una verdadera reforma tributaria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario