FONDO CARRETERO, ¿Y EL AEROPUERTOARIO?

Francisco Rodríguez, IP

COMO EX DIRECTOR de Banobras, el señor Felipe Calderón no puede desconocer aquellos fideicomisos que, como el del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), se instrumentaron para financiar obras de infraestructura colosales, tal cual era a principios del sexenio foxista el proyecto de un nuevo aeropuerto metropolitano.

Tampoco pudo desconocer dicho fideicomiso millonario porque desde 1998 en que fue instrumentado, Calderón era un ocupante más de las curules instaladas en la Cámara de Diputados donde se autorizó dicha enmienda.

Incluso cuando fue presidente del CEN del PAN al que, pese a Manuel Espino, todavía pertenece, debió saber que el asunto del aeropuerto se politizó al convertirse en botín de unos cuantos.

Por conocer todo ello, el señor Calderón instaló ahí en el aeropuerto capitalino a quienes, de su entera confianza pudieran conocer a fondo los negocios bajo la dirección de Ernesto Velasco, aún director de los aeropuertos no privatizados.

Y es que de aquellos fondos obtenidos de tal fideicomiso nunca se supo nada, aunque se calcula que fueron unos 800 millones de dólares.

Nadie supo. Nadie sabe. Como aquel monje loco. O al menos eso dicen cuando se les pregunta. ¿Dónde está el Fondo del AICM?

El actual secretario de Comunicaciones Luis Téllez, argumenta como en el caso de las carreteras que no le costó un peso al pueblo de México, ya que "los ingresos por cuotas de peaje permitieron pagar los costos" de aquél rescate carretero, por cierto, ocurrido cuando él fue titular de la oficina presidencial de Ernesto Zedillo.

Pero olvida que esos recursos sí dejaron de ingresar a las arcas de la nación, cual era el destino de los ingresos del aeropuerto capitalino.

Parece increíble que incluso los diputados y senadores no se percaten de esas verdades a medias con que nuestros funcionarios aparecen un día y otro también en declaraciones oficiales.

Apuestan, claro, a una supuesta corta memoria de los mexicanos. La tesis que manejaba Carlos Ruíz Sacristán, ex titular de la SCT, es la que ahora prevalece.

Tal vez en los safaris africanos a los son tan afectos tuvieron tiempo de convencerse de sus argumentos en materia de ferrocarriles, puertos, aeropuertos y ahora carreteras, donde el señor Calderón anunciara que serán devueltas a las empresas privadas luego que éstas no pudieron con el paquete.

Como aquellos fondos carreteros de los que nadie sabe nada, o sobre lo qué se hizo con el dinero producto de las ventas o concesiones que Salinas, Zedillo, Fox realizaron.

Rescates que sirvieron para enriquecer a los ricos dueños de empresas "pobres" que quebraron y cuyos remanentes seguimos pagando en el engendro llamado Fobaproa-IPAB y seguiremos pagando por muchas generaciones más.

Lo peor es que ni los partidos de oposición o los dizque representantes populares han querido actuar más que en la pantomima pues en el fondo sólo han servido para "concertacesiones" en lo oscuro, hayan sido éstas en las sabanas africanas, en cafés irlandeses o restaurantes bostonianos y/o hasta en ranchos texanos.

No hay comentarios.: