Persecución Política en México


Por Eduardo Ibarra Aguirre

Como un año negro para los derechos humanos en México, se diagnostica 2006 en el informe que José Luis Soberanes Fernández rindió ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

Fue justamente ese año el último del primer gobierno de la alternancia en el Ejecutivo Federal, dato nada despreciable en la aún adolescente democracia política mexicana, pero ni con mucho el inaugural o de arranque de ésta, como festinaba la pareja presidencial , excrecencia que por sí sola negaba cualquier democratismo.

Los verdaderos demócratas , como se autodenominaban Vicente Fox Quesada, Martha María Sahagún Jiménez y Santiago Creel Miranda –el autor de la definición--, en plena batalla política y mediática por el desafuero de Andrés Manuel López Obrador , resultaron célebres atropelladores de las garantías individuales.

Atengámonos a los datos duros del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos: de 46 recomendaciones que emitió el año pasado por graves violaciones a las garantías individuales: 11 no fueron aceptadas por las autoridades a las que iban destinadas; 33 tienen prueba de cumplimiento parcial; dos no tienen prueba de cumplimiento; seis están en tiempo de ser contestadas; cinco en cumplimiento parcial y tres aceptadas y en tiempos para presentar pruebas de cumplimiento.

De las 46 recomendaciones ocho fueron dirigidas al secretario de Seguridad Pública federal, Eduardo Medina Mora , antes jefe de los espías del Cisen y ahora titular del Ministerio Público Federal; siete al comisionado del Instituto Nacional de Migración, dependiente de la Secretaría de Gobernación bajo la conducción del exhibicionista guadalupano Carlos María Abascal Carranza ; cuatro al notario de Fox que despachaba como procurador general de la República, Daniel Cabeza de Vaca Hernández ; tres a cada una de las siguientes dependencias: Instituto Mexicano del Seguro Social, ISSSTE y Gobierno del Distrito Federal.

Entre las violaciones graves a los derechos humanos destacan: tratos crueles y/o degradantes, detenciones arbitrarias, amenazas, violaciones sexuales de policías --mexiquenses, encabezados y protegidos por Wilfrido Robledo Madrid , y de la Federal Preventiva-- contra mujeres detenidas, cateos ilegales, negligencia médica, tortura, robo, violaciones a derechos de migrantes... En total documenta 115 tipos de hechos violatorios contra la población.

Por si no fuera suficiente el negro panorama, varios promotores de la CNDH fueron sometidos a investigación ministerial por Cabeza de Vaca , por denunciar que un detenido fue torturado por elementos de la PGR. Y todo esto sucedió en el año en que México fue electo presidente del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.

El cuidadoso lenguaje del doctor Soberanes lo lleva a estimar que la persecución política de que fue objeto él y la CNDH, bajo el gobierno de Fox , “fue tolerada, y quizá auspiciada” por El alto vacío , como le llaman por los caminos de Guanajuato. Mas no por el apodo dejó de ser tenaz persecutor de sus adversarios políticos y extraordinario demagogo con los gobernados.

Con todo, existe un dato alentador: 2006 “fue fundamental para la defensa de los derechos humanos; fue el año que los mexicanos demostraron, cotidianamente, un vivo interés por proteger las prerrogativas fundamentales dentro y fuera del país, aumentando su nivel de conciencia y participación”, como sostiene el informante.

Conciencia y participación ciudadanas, en mucha mayor medida, serán indispensables para afrontar el ya terrible 2007.

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