Esta semana en las drogas
11 de Marzo, 2010 - 14:33
Advierten sobre sustituto legal de la cannabis
Se ha puesto de moda un popular incienso llamado “K2”, que se vende legalmente en las tiendas y, según sus consumidores, produce los mismos efectos del THC (el compuesto psicoactivo de la mariguana), con la ventaja de que no aparece en las pruebas antidoping. Una bolsa pequeña cuesta cerca de 50 dólares y contiene una mezcla patentada de hierbas y extractos como la canavalia rosea, clematis vitalba, Nelumbo nucifera, pedicularis grandifolia, heimia salicifolia, leonurus sibiricus y ledum palustre.
hay advertencias sobre el consumo de la sustancia, porque se han presentado casos de personas que experimentan pulso elevado y presión arterial alta. Missouri y Kansas buscan clasificar la “K2” como una sustancia controlada y prohibir su venta. Algunos legisladores han sugerido que es peligrosa porque no existe manera de saber si los consumidores están afectados en sus facultades mentales cuando están bajo los efectos de la "droga". Los senadores de Tennessee, en un arranque de histeria prohibicionista aprobaron una ley que prohíbe la producción o distribución de cualquier sustancia que imite los efectos de la mariguana.
¿O sea que también serán ilegales los tés relajantes o la salvia divinorum? Por favor…
Para los adolescentes, los inhalantes son más populares que la mariguana
De acuerdo a información de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA), más adolescentes de 12 años han usado inhalantes para drogarse que la mariguana, la cocaína y los alucinógenos combinados. El índice de consumo de los inhalables es de 6.9 por ciento contra 5.1 por ciento de medicamentos controlados, 1.4 por ciento de mariguana, 0.7 de alucinógenos y 0.1 de cocaína.
Según la SAMHSA, estos productos legales pueden producir muertes súbitas por ataques cardiacos, desmayos por la falta de oxigeno, espasmos y daños al sistema nervioso central. Sin embargo, no hay información feaciente que registre el verdadero número de defunciones relacionadas con el abuso.
El fenómeno demuestra que los niños y los jóvenes harán todo lo que esté a su alcance por experimentar formas de alterar sus mentes, sin importar que sean legales e ilegales.
Más estados relajan sus leyes contra la mariguana en Estados Unidos
El Marijuana Policy Project (MPP) informa que el congreso de New Hampshire aprobó 214 votos contra 137 la ley HB 1653 que reducirá los castigos por la posesión de pequeñas cantidades de mariguana y los limitará a una sanción administrativa.
Hawaii aprobó 22 votos contra 3 la ley SB 2450 que elimina las sanciones penales por la posesión de hasta una onza (28 gramos) de cannabis y se impondrá una multa de hasta 300 dólares en la primera infracción y $500 en las posteriores.
El 72% de los votantes de Vermont aprobaron una resolución no vinculante para solicitar a la legislatura estatal que “apruebe una ley para reemplazar las sanciones penales con multas administrativas para los adultos que posean hasta una onza de mariguana”.
Actualmente 12 estados cuentan con leyes para reducir los castigos por posesión personal de la planta y cambiarlos por multas. En Rhode Island, se analiza una iniciativa para descriminalizar que ha sido patrocinada por 48 por cientos de los integrantes de la cámara local.
Capturan a dos grandes y peligrosos capos
Las autoridades mexicanas siempre están alertas para detener en caliente a los capos de la droga más peligrosos que hacen grandes negocios bajo la sobra de la impunidad. En Escuinapa, Sinaloa, un menor de 16 años fue detenido el jueves antepasado mientras cultivaba cinco plantas de mariguana en el patio de su casa en la colonia Lázaro Cárdenas. Mientras que en Tijuana, un joven de 14 años fue arrestado cuando transitaba por la calle cargando una maceta con una planta de mariguana.
¡Vamos ganando la guerra!


Mentiras prohibicionistas
24 de Febrero, 2010 - 09:34
Han calado hondo en las autoridades de gobierno de México y Estados Unidos las declaraciones de especialistas y personalidades como el expresidente de Colombia, César Gaviria. El político del Partido Liberal declaró durante su conferencia magistral en la conferencia “Vientos de Cambio” que los problemas de la delincuencia organizada sólo se superarán “con un tratamiento del consumo interno de drogas, descriminalizando sobre todo la mariguana, montando un sistema de salud y educación que funcione”. Gaviria confesó que “el prohibicionismo, en el cual yo creía, con el paso de los años nos ha demostrado que fracasó”.
El secretario de Salud, José Ángel Córdoba Villalobos y el “zar” antidrogas estadounidense, Gil Kerlikowske, respondieron manifestando su rechazo a la legalización de las drogas para reducir el problema de las adicciones.
La categórica reacción de los dos países, el primero con el mayor consumo de drogas del planeta y el segundo con una incontrolable ola de violencia provocada por los cárteles del narcotráfico, no fue bien pensada y estuvo llena de contradicciones.
Primer mentira de Córdoba Villalobos: En México “existe un claro consenso para mantener la penalización… de la posesión, comercio o del consumo de sustancias… peligrosas”.
¿Cuál consenso? Si en estos últimos tres años el disenso ha prevalecido sobre la hegemonía de la prohibición. Hoy más que nunca muchos ciudadanos y autoridades plantean seriamente cambiar de paradigma y poner en práctica soluciones menos radicales y más efectivas que poner a los adictos tras las rejas y lanzar al Ejército a las calles. Parece que el secretario no recuerda que el Gobierno Federal aprobó en 2008 el no castigo a la posesión de pequeñas cantidades de drogas ilegales. Y el “zar” antidrogas no menciona que muchos estados como Ohio, Nevada, California, Oregon, Nueva Jersey, contemplan seriamente la legalización de la mariguana.
Segunda mentira: “la legalización del consumo de drogas es un evento no sólo peligroso y lejano sino inviable en términos prácticos”.
¿Más peligroso que una política que representa el derroche de millones del erario público, que ha fomentado la corrupción, que ha provocado la muerte de más 16 mil ciudadanos, que ha degradado inexorable de las garantías constitucionales y la violación sistemática de los derechos humanos? Nos confundamos; nadie está proponiendo la legalización súbita de todas las drogas, sino de un proceso gradual y bien monitoreado de descriminalización que ha mostrado sus frutos en Jamaica, Bélgica, Alemania, Croacia, Suiza, Australia, Francia, Portugal, República Checa, España, Holanda, Canadá y Reino Unido. La descriminalización debe entenderse como el retiro del usuario de drogas de la esfera del derecho penal manteniendo los castigos a los grandes traficantes. La idea es controlar y regular, en vez de dejar que el mercado negro determine el precio y llene los bolsillos de los traficantes.
Cuarta mentira: “las drogas no son peligrosas por ser ilegales, son ilegales porque son peligrosas”
Si ese fuera el caso, el alcohol y el tabaco deberían ser ilegales, porque son muchísimo más peligrosas que la mariguana. Las dos causan miles de muertos más que todas las drogas ilegales juntas, por enfermedades o accidentes, pero quienes tienen dificultades con sus hábitos son tratados como enfermos, no como delincuentes.
Es verdad que las drogas ilegales son peligrosas, pero no precisamente por sus efectos tóxicos sino por el contexto en el que son adquiridas y consumidas. Los adictos y usuarios no sólo ponen su salud en riesgo por consumir sustancias en dosis inseguras y sin controles sanitarios, sino que sufren la manipulación de los cárteles que se las venden, de los policías que los extorsionan para no enviarlos a la cárcel y de la sociedad que los discriminan. La prohibición, irónicamente, causa más daños que los que pretende evitar.
Otra falsedad: Gil Kerlikowske considera que “no hay evidencia de que la legalización reduzca la violencia o beneficie la economía”.
Nuestro país es un ejemplo evidente de que la prohibición genera más violencia en comparación con los países donde hay esquemas de descriminalización. México y Estados Unidos, prohibicionistas por excelencia, no han logrado reducir el número de adictos en las calles. Los consumidores desconfían de las autoridades. En Estados Unidos, según los datos de la Oficina Nacional de Política Antidrogas de la Casa Blanca, sólo reciben tratamiento el 10% de los más de 20 millones de individuos con problemas adictivos. ¿Será porque esta nación cuenta con la mayor población carcelaria del mundo sentenciada por delitos relacionados con las drogas?
La economía sí puede beneficiarse. Según la National Organization for the Reform of Marijuana Laws (NORML), un mercado regulado de cannabis en California le generaría en impuestos al menos 1.2 miles de millones de dólares y una reducción en los costos presupuestales de seguridad pública.
Mentiras y más mentiras. Pero en México, soplan vientos de cambio.


Avanza Estados Unidos hacia la legalización del cannabis
13 de January, 2010
Buenas noticias para México. El mayor consumidor de drogas del planeta está empezando a modificar gradualmente sus fallidas políticas prohibicionistas. Durante décadas los estadounidenses han exportado activamente el modelo tradicional de lucha contra el narcotráfico, devastando países y acabando con vidas inocentes, pero también han sufrido internamente los efectos nocivos de sus estrategias. Mientras aquí debemos soportar, al menos durante tres años más, la vorágine de miedo y terror en que se ha convertido el narcotráfico y la guerra ilegal desatada en su contra por el gobierno federal, nuestros vecinos empiezan a recapacitar y a enmendar sus errores con ideas de sentido común.
California: Ayer fue aprobada en la asamblea de representantes una propuesta del diputado demócrata Tom Ammiano para legalizar y regular la mariguana. Según NORML, una organización que apoya la medida, el impuesto de 50 dólares a la producción de cada onza de mariguana le otorgará al estado de 770 a 900 millones de dólares y entre 240 a 360 millones de dólares en impuestos sobre la venta, así como ahorros de 200 millones en el costo del aparato judicial para perseguir otros delitos violentos y canalizar esos recursos a programas preventivos y de tratamiento de las adicciones. La ley fija una edad mínima de 21 años para poder adquirir y consumir legalmente la sustancia y se espera que sea discutida antes de que finalice el año (1).
También este año se espera que se someta a votación popular una iniciativa que permitiría a los mayores de edad la posesión y cultivo de pequeñas cantidades de cannabis. Impulsada por el republicano Richard Lee (quien sufre un padecimiento que lo mantiene en una silla de ruedas y es usuario medicinal de la hierba), cuenta con el respaldo explícito de su amigo, el gobernador Arnold Schwarzenegger (2).
Oregon: En noviembre de este año será puesta a votación la Oregon Cannabis Tax Act 2010 (OCTA) que cobrará el 2 por ciento de las ganancias obtenidas por la venta del cannabis para destinarlo a organismos estatales que estimulen la industria del biodiesel, las fibras, las proteínas y el aceite de cáñamo, que es la planta de la mariguana sin el ingrediente sicoactivo THC. La medida volvería legal la venta, posesión, uso personal y cultivo privado del cannabis. Quienes se dediquen a la venta de la droga deberán solicitar una licencia del estado y los adultos que realicen autocultivo podrán hacerlo sin necesidad de permisos, cuotas o registros (3).
Washington: Una legisladora demócrata ha presentado una propuesta de ley para legalizar la mariguana. Como en en Oregon y California, sólo los mayores de 21 años podrán usarla y poseerla, y estará sujeta a la misma regulación que el alcohol (3).
Nevada: La organización Nevadans for Sensible Marijuana Laws someterá en 2012 a consulta pública la posible legalización de la mariguana, con la diferencia de que el consumo en lugares públicos estaría restringido. Aunque otras iniciativas similares han sido rechazadas en años pasados, los organizadores confían en que esta vez tendrán éxito. De acuerdo a la encuesta más reciente de The Marijuana Policy Project, 49 por ciento de los habitantes del estado se han manifestado en favor de la ley, contra el 43 por ciento que se opone a ella (3).
Nueva Jersey: La asamblea y el senado estatal aprobaron la New Jersey Compassionate use of Medical Marijuana Act (4), considerada por uno de los impulsores como “una de las leyes más estrictas sobre mariguana medicinal de la nación”. Así, Nueva Jersey se convierte en la entidad número catorce que legaliza el cannabis con fines médicos. A diferencia de otras entidades, el cultivo en casa queda prohibido y será responsabilidad del gobierno operar centros de suministro. La cantidad autorizada para cada paciente se limitará a dos onzas mensuales.
Después de la aprobación de la interrupción legal del embarazo y los matrimonios del mismo sexo, la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México haría bien en continuar a la vanguardia y adoptar lo mejor de estas medidas para romper con el actual paradigma de lucha contra las drogas. Sería interesante ver cómo la capital del país usa la inteligencia y no la fuerza bruta para convertir a las drogas en un problema de salud pública y no en un problema de seguridad nacional.
Arpaio en problemas
Joe Arpaio, el comisario de Maricopa reconocido como “el sheriff más duro de Estados Unidos” y célebre por sus políticas racistas y antiinmigrantes, podría perder su puesto si es encontrado culpable por abusar de su poder. Un jurado analizará las acusaciones en su contra por haber utilizado su dependencia para perseguir a a sus críticos y enemigos políticos, como el alcalde de Phoenix Phil Gordon, la Procuradora de Justicia Estatal, Terry Goddard y otros funcionarios locales y estatales (5).
Arpaio, es uno de los políticos más populares de Arizona. Fue policía en Las Vegas y exagente de la DEA y se ha mantenido en su puesto durante 18 años consecutivos, donde ha sido acusado por numerosas organizaciones por violaciones a los derechos humanos de los migrantes indocumentados y de la población carcelaria de Maricopa.
Referencias:
(1) http://latimesblogs.latimes.com/lanow/2010/01/assembly-committee-oks-bill-to-legalize-marijuana.html
(2) http://www.sphere.com/article/oaksterdam-university-in-california-trains-students-for-medical-marijuana-business/19308833
(3) http://naturalresourcereport.com/2010/01/or-ca-wa-nv-marijuana-efforts-advance/
(4) http://www.npr.org/blogs/health/2010/01/its_official_new_jersey_is.html
(5) http://liveshots.blogs.foxnews.com/2010/01/13/americas-toughest-sheriff-faces-new-fight/


Nueva York edita “manual para drogarse”
06 de Enero, 2010 - 11:25
El documento generó furiosas críticas por parte de la comunidad prohibicionista
El Departamento de Salud del gobierno de la ciudad de Nueva York editó un manual de 16 páginas titulado Take charge, take care (“Toma el mando, toma el cuidado”) dirigido a la comunidad consumidora de drogas intravenosas. En ese estado mueren anualmente mil personas por sobredosis y sólo en 2006 los decesos por esta causa se colocaron como la cuarta causa de muerte en adultos después de las enfermedades cardiacas, el cáncer, el SIDA y hasta los homicidios (DPA, 2008).
Take charge cuenta con diez secciones ilustradas con consejos para evitar y atender casos de sobredosis, medidas de higiene para evitar infecciones y lesiones, así como métodos para desechar la parafernalia de los usuarios con seguridad. Incluye información para que los adictos se practiquen pruebas de detección periódicas de VIH y Hepatitis C y recursos para que reciban atención y tratamiento.
John Gilbride, de la Drug Enforcement Administration (DEA) en Nueva York, calificó a la publicación como “instrucciones paso a paso sobre cómo inyectar(se) veneno… me preocupa que la ciudad produzca una guía sobre cómo usar drogas” (9News, 4 de enero). El concejal de Queens, Peter Vallone, consideró que el manual “era un tremendo derroche de fondos de la ciudad y haré todo lo posible para detenerlo. Le envía a la juventud el mensaje: Inténtenlo” (New York Post, 3 de enero). Mientras que la encargada del combate a las drogas en la ciudad, Bridget Brennan, afirmó que “no queremos sugerir que inyectarse narcóticos sea algo seguro… no importa qué tanto se laven las manos o qué tan limpia esté la aguja, están poniendo veneno en sus venas” (New York Post, 3 de enero).
El Departamento de Salud defendió el manual por la necesidad de “promover la salud y salvar vidas con esta información”. Daliah Heller, asistente del comisionada del Buró de Alcohol y Prevención de Uso de Drogas, Cuidado y Tratamiento, dijo que “desde una perspectiva de salud sí hay una forma menos dañina de inyectarse” (New York Post, 3 de enero). Sin embargo, el panfleto fue retirado de la página de la dependencia y sólo puede encontrarse en algunas páginas como Flickr (http://www.flickr.com/photos/8258342@N08/sets/72157623153137244).
¿Quién tiene la razón? ¿Los que sugieren que es descabellado dar información porque se incentiva el consumo, o aquellos que reconocen que con o sin información las personas seguirán consumiendo sustancias ilícitas? ¿Y qué se debe hacer con quienes ya son consumidores? ¿Dejarlos a su suerte o protegerlos?
La principal consecuencia de la prohibición es que exacerba los daños causados por las drogas. Si los individuos no cuentan con la educación suficiente la muerte y los daños seguirán abultando las estadísticas. La sociedad y el gobierno terminarán pagando un precio más caro por no atender factores de riesgo fácilmente prevenibles, perpetuando el terrible estigma que deben llevar a cuestas los consumidores, en lugar de prolongar sus vidas con estrategias cuestionadas por los cruzados morales que prefieren ignorar el problema y resolverlo con las mismas políticas punitivas de siempre. En comparación con el mantenimiento de un costoso sistema carcelario, los programas de intercambio de jeringas son costo-efectivos, estimulan la relación entre los usuarios y el sistema de salud, evitan los contagios accidentales por pinchaduras del personal policiaco y la comunidad y no estimulan el consumo.
Nueva York ha sido ejemplar al reconocer los efectos contraproducentes de la prohibición y ha corregido sus errores. En abril del año pasado el gobernador David Paterson revocó la ley Rockefeller, que establecía prisión obligatoria y sentencias desproporcionadas a delincuentes menores acusados por delitos como posesión o venta de pequeñas dosis de drogas, equiparándolos con homicidas y en perjuicio de grupos raciales minoritarios. Actualmente se estudia la posibilidad de aprobar la “Ley del Buen Samaritano” que permitiría a las personas reportar emergencias médicas que no suelen ser reportadas por miedo a las detenciones. Hasta el año 2000 la tenencia de jeringas era considerada un delito grave y aunque cinco años después se modificó el código de salud para evitar los arrestos, las fuerzas policiacas siguen hostigando a los usuarios en las inmediaciones de las clínicas, intimidando a quienes intentan acercarse a buscar ayuda especializada. También desde 2005 se logró la despenalización de la posesión de naloxona o Narcan, un medicamento que puede salvar la vida de los consumidores que sufren sobredosis de heroína u otros opiáceos.
La prohibición le apuesta a la ignorancia y la desinformación al decirle a las personas que “sólo digan no” y asustándolas con datos exagerados. La reducción de daños, en comparación, no se opone a la abstinencia, pero le sugiere a quienes deciden ser consumidores “sólo digan saber”. Su salud es primero.


¿Qué sigue después de la prohibición? (I)
29 de Diciembre, 2009 - 09:18
Los autores distinguen tres enfoques generales para el control y la regulación de la producción, la oferta y la posesión de diferentes drogas.
El prohibicionismo o la criminalización global de las drogas está fundamentada en las convenciones internacionales de la Organización de las Naciones Unidas. La prohibición es absoluta para todo uso no medicinal o científico, con excepciones en casos de usos tradicionales o religiosos. La descriminalización como ha funcionado exitosamente en Portugal (es decir, el tráfico sigue siendo ilegal pero no se castiga al consumidor) puede ser compatible con otras políticas más rigurosas y represivas, como las 16 naciones asiáticas que contemplan la pena de muerte a quienes son sentenciados por delitos relacionados con drog
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as. O el pionero de la Prohibición, Estados Unidos, que cuenta con la mayor población carcelaria del mundo y aplica leyes de sentencia obligatoria de cárcel para delitos menores relacionados con estas sustancias.
En el otro extremo de la Prohibición, igual de perjudicial, está la legalización de libre mercado. Esta se encarga de la comercialización de sustancias de bajo riesgo, donde el control y el manejo del mercado de las drogas están en manos de especuladores que sólo están interesados en la generación de ganancias y pueden promover el consumo de sus productos a través de la publicidad y la mercadotecnia; tal es el caso del tabaco.
El tercer modelo es el Mercado Regulado. Los autores definen la regulación como “un conjunto de leyes e infraestructura de aplicación diseñada para controlar o regir ciertos tipos de productos o conductas”.
Dentro de esos esquemas generales, Transform distingue cinco tipos básicos de regulación de las drogas que van desde los más rígidos a los más liberales.
La prescripción es el modelo más restrictivo donde se recetan drogas en una presentación previamente estipulada, con indicaciones precisas de consumo, contraindicaciones, dosis y pureza delimitadas, a un usuario identificado por parte de un médico autorizado o farmaceuta. Son costosos y su acción limitada se restringe a sólo un pequeño grupo de individuos, ya que la mayoría de los usuarios suelen ser experimentales. Sin embargo, “proporcionan una demostración bastante útil, aunque limitada, sobre cómo la regulación legal de las drogas puede ayudar a los individuos a obtener estas sustancias de forma segura en vez de las calles” (p. 21). Ya se ha ensayado el modelo con las clínicas de metadona y diamorfina, aunque se trata de programas con fondos escasos y políticamente impopulares.
El modelo de farmacia, consiste en un farmaceuta entrenado para surtir recetas de medicamentos en lugares autorizados. Debe guiarse en base a principios como “la edad legal del comprador, el nivel de intoxicación, la cantidad solicitada o a preocupaciones de casos específicos relacionados con el mal uso potencial” (p. 23), con la finalidad de evitar la desviación de las drogas al mercado negro. Estos especialistas, dicen los autores, deberán ofrecer asesoría sobre reducción de daños (minimizar los efectos más perjudiciales de las sustancias), uso seguro, e información sobre servicios de tratamiento para ayudar a ciertos usuarios que lo requieran.
El modelo de ventas con licencia es muy similar al usado para la venta de tabaco y alcohol, y en él se ponen en práctica diferentes tipos de controles para supervisar a los vendedores, a los productores, la calidad del producto y el comprador. Generalmente la autoridad municipal, estatal o federal se encarga del cumplimiento de la ley y adaptan la regulación de acuerdo a las necesidades y a la realidad social. Así como en el modelo de farmacia, los licenciatarios deberán informar a sus clientes sobre reducción de daños, uso seguro y servicios de rehabilitación.
El modelo de instalaciones bajo licencia son mejor conocidas como los bares de alcohol, los casinos, los table dance o las cafeterías holandesas de cannabis, donde el permisionario es debe vigilar las ventas con base a la edad legal del comprador, el grado de intoxicación y las horas de funcionamiento del negocio. La vigilancia suele estar a cargo de la autoridad local, que puede imponer varios castigos como multas, notificaciones o la revocación del permiso. En nuestro país no suele ser común, pero en otras naciones los dueños de los negocios son sujetos de responsabilidad civil parcial por las acciones de sus clientes, como la conducción en estado de ebriedad. Aplicadas a las drogas ilegales, estos lugares “combinarían elementos de los modelos de instalaciones bajo permiso, ventas bajo permiso y especialistas farmacéuticos para asegurar que el uso moderado de drogas tuviera lugar en un ambiente mucho más seguro y con más apoyo” (p. 26).
El quinto modelo, las ventas sin permiso o no reguladas, son las medidas de control más laxas que rigen sustancias de bajo riesgo (cafeína, hoja de coca) por medio de la descripción del producto y el etiquetado y están disponibles a todo el público.
Finalmente, el Modelo de Mercado Regulado surge como una crítica al esquema de control del tabaco y se basa en la suposición de que éste “no es un producto ordinario… que aún usado de forma indicada es altamente adictivo y dañino para la salud personal… y cualquier venta comercial cuyo objetivo sea aumentar el consumo de tabaco y por lo tanto su capacidad de generar ganancias provocará inevitablemente incrementos inaceptables en los daños a la salud” (p. 27). La idea es mantener el acceso legal a los adultos pero quitar los incentivos para generar ganancias mediante productos más adictivos, estimulando el uso de sus productos o creando nuevos fumadores. Transform sugiere el empleo de una agencia de gobierno que “tomará el control del producción y de las actividades de comercialización, manejando el tipo de producción, el empaque y la venta” (p. 27). Seguirá existiendo competencia en el suministro de materias primas y los vendedores podrían obtener ganancias al ponerlos a disposición de los clientes, pero la principal misión de la institución sería reducir el consumo.
Los opositores de la legalización podrán argumentar que resulta ilógico e irresponsable que el gobierno proporcione drogas a los ciudadanos pero la visión prevaleciente hasta la actualidad ha sido poco efectiva, nada económica y sí muy contraproducente. Es preferible que los consumidores puedan alterar su mente en un ambiente controlado, con sus sustancias no adulteradas, en cantidades seguras, de productores que pagan impuestos y son responsables de sus actos, en vez de obligarlos a ir a establecimiento clandestino a consumir drogas de dudosa procedencia, en condiciones de insalubridad y bajo el dominio del crimen organizado y la corrupción policiaca.
Miente la PGR
La PGR salió a defender (2) los abusos del Ejército contra la población civil, asegurando que sus acciones “se realizan en el marco de la legalidad, respetando en todo momento los derechos fundamentales” de los ciudadanos. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos documentó (3) que durante 2009 la Secretaría de la Defensa Nacional fue la institución con en primer lugar en violación a los derechos humanos, con 29 recomendaciones por delitos como violaciones sexuales, asesinatos, torturas, detenciones ilegales y arbitrarias, saqueos y golpes, sólo seguida por la misma PGR con siete recomendaciones.
Referencias
(1) http://www.tdpf.org.uk/Transform_Drugs_Blueprint.pdf
(2) http://www.eluniversal.com.mx/notas/648433.html
(3) http://www.vanguardia.com.mx/diario/noticia/politica/nacional/ejercito,_primer_lugar_en_violaciones_a_derechos_humanos_en_2009/447085


Esta Semana en las Drogas
22 de Diciembre, 2009 - 09:34
El autoengaño de Calderón
El presidente espurio, Felipe Calderón, declaró el día de ayer en Michoacán que está comprometido por mantener vigente su sangrienta y fallida política antinarco. Y como si fuera un jefe militar de película de Hollywood, afirmó que “en esta lucha contra el crimen, no daremos ni un paso atrás. Y no habrá tregua ni cuartel para los enemigos de la patria y de los mexicanos”. El mandatario usurpador aseguró que está enfrentando con firmeza y sin distingos a la delincuencia organizada (claro, con la excepción del Chapo Guzmán), habló de justicia legítima (aún cuando carga a cuestas un enorme déficit de legitimidad) e hizo gala de mucha bravuconería que peca de optimista.
http://www.jornada.unam.mx/2009/12/22/index.php?section=politica&article=006n1pol
Nueva encuesta en EEUU revela avances mixtos en lucha contra adicciones
La encuesta nacional de adicciones en jóvenes “Monitoring the future”, publicada a mediados de mes, reveló una disminución en el consumo de metanfetaminas a niveles no vistos desde 1999, así como bajos índices de abuso de cocaína, alcohol y tabaco. Sin embargo, el estudio de 46,000 adolescentes de secundaria y preparatoria, dejó entrever un fenómeno que ha tomado fuerza desde hace cinco años: el abuso de medicamentos legales controlados, como el Vicodin (consumido por uno de cada diez preparatorianos) y el Oxycontin (ingerido por uno de cada veinte). En otras palabras, siete de las diez drogas más abusadas por los estudiantes del tercer año de preparatoria llegaron a sus manos desde los mostradores de las farmacias y no de los dealers en las calles. El estudio también expuso un preocupante aumento en el abuso de los inhalables.
¿Debatir sobre las drogas aumenta el uso?
La directora del Instituto Nacional de Drogas de Abuso (NIDA, por sus siglas en inglés), Norah Volkow, externó su preocupación por el estancamiento de las percepciones negativas de los jóvenes sobre la peligrosidad de la mariguana, ya que sólo cuatro de cada diez adolescentes opinó que la cannabis era dañina para la salud. De acuerdo a Volkow, el intenso debate en los medios de comunicación sobre la legalización de la mariguana medicinal ha provocado que los jóvenes piensen que la sustancia es menos peligrosa que otras, pero añadió que “esto es meramente especulativo ya que no contamos con ningún tipo de información al respecto”.
http://behavioralhealthcentral.com/index.php/20091215154827/Special-Features/a-talk-with-nidas-nora-volkow-on-2009-teen-drug-use-trends.html
Castañeda: La culpa es de Calderón
Jorge Castañeda, exsecretario de Relaciones Exteriores en el sexenio de Vicente Fox, e improvisado experto en seguridad pública (que nunca criticó la política de su jefe, culpable de habernos metido en este embrollo), declaró al diario canadiense The Star que “la guerra contra las drogas de México fue una guerra de opción. Fue una guerra que Calderón no debió haber declarado, que no puede ser ganada y que le está haciendo un enorme daño a México. Hoy, un creciente número de mexicanos comparte esta visión. Conforme la guerra sigue siendo librada, los resultados positivos no se ven por ningún lado y la violencia en el país sigue creciendo”. Castañeda nunca me ha caído bien por su arrogancia y cinismo, pero sobre este asunto debo darle toda la razón.
http://www.thestar.com/comment/article/740822
La mariguana, para tratar adictos
Al cannabis se le reconocen numerosos beneficios medicinales y terapéuticos. Y de acuerdo a Amanda Reiman, investigadora de la Universidad de California, en un estudio publicado por el Harm Reduction Journal, la mariguana podría ser una herramienta prometedora para tratar la dependencia de drogas. Al estudiar a 350 usuarios de cannabis medicinal, Reiman descubrió que 40 por ciento de los clientes de un dispensario usaban la planta para controlar su consumo de alcohol, un 66 por ciento para reemplazar los medicamentos controlados y 26 por ciento otras drogas ilegales más potentes. 65 por ciento reportó consumir mariguana como sustituto por sus efectos secundarios más atenuados que el alcohol y otras sustancias, 34 por ciento dijo que tenía un menor potencial de generar síndrome de abstinencia y 57 por ciento reportó una mejoría en el manejo de sus síntomas.
http://www.upi.com/Health_News/2009/12/03/Using-marijuana-to-fight-substance-abuse/UPI-42081259860038/
De Greiff: Legalicemos las drogas
Gustavo de Greiff, primer fiscal de Colombia famoso por haber capturado y asesinado al narcotraficante Pablo Escobar, volvió a reiterar que la política prohibicionista de las drogas es un fracaso y la única forma de acabar con los efectos negativos que genera es regular la producción y el comercio, de la mano con campañas educativas para disuadir el consumo. El exfiscal comentó a la Asociación de Editores de los Estados que “la violencia que vive México es parte de la consecuencia de la prohibición” y que el involucrar al Ejército en esta guerra ha generado “consecuencias bastante nefastas. El Ejército no está educado para tareas de policías, se hace permeable a la corrupción y se desacredita ante la población”.
Mientras tanto, en Colombia las cosas van de mal en peor
Parecería que el gobierno colombiano no sabe cómo atacar el problema de las adicciones. Por un lado elevó a rango constitucional la prohibición del uso de drogas en dosis personales, pero la sanciona como falta menor para no poner tras las rejas injustamente a los consumidores. No obstante, obliga a los adictos a someterse a tratamiento, como si fuera posible forzar a dejar su hábito a quien no desea hacerlo. El gobierno uribista llama a esta medida “protección coactiva”.
Protección fascista
El ministro del Interior y Justicia, Fabio Valencia, justificó la medida bajo la premisa de que el Estado debe proteger la vida y la integridad de las personas: “así que si una persona atenta contra su salud, el Estado debe protegerla, aún contra su voluntad”.
La reforma constitucional podría llegar a tener efectos perversos sobre la libertad y autonomía de los individuos, al negarles el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Y la medida podría ir más allá, pues al ser cuestionado Valencia si esta modificación legal podría sentar precedentes para que alcohólicos y fumadores sean rehabilitados obligatoriamente; el funcionario dijo que “el Estado ya está avanzando en ese sentido… esa es una línea que seguramente se profundizará”.
http://www.eltiempo.com/colombia/politica/consumo-de-droga-como-falta-menor-con-rehabilitacion-obligatoria-al-adicto-propone-el-gobierno_4896587-1
Si a 16 mil muertos se le puede llamar éxito, estamos jodidos
El absurdo argumento del gobierno federal mexicano para justificar la malograda estrategia contra el narcotráfico, ha sido retomado por el gobierno de Barack Obama. El embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, sugirió que la estrategia debería prolongarse a futuro y dijo que el aumento de la violencia ha sido provocado “por los resultados, los éxitos y la presión que hemos empezado a tener”. El sentido común nos indicaría que a mayor éxito, menor violencia, pero la visión del gobierno mexicano y estadounidense dice todo lo contrario. Es el mundo al revés.
http://www.oem.com.mx/laprensa/notas/n1445271.htm
¿El narco infiltró al Ejército?
El “logro importante para el pueblo y el gobierno de México” que representó el asesinato de Arturo Beltrán Leyva para Felipe Calderón, empieza a llenarse con graves dudas y cuestionamientos. En un reportaje de Ricardo Ravelo, colaborador de Proceso, se da a conocer que el día en que fue ultimado el “Jefe de Jefes” se reuniría con Leopoldo Díaz Pérez, comandante de la 24 Zona Militar con sede en Cuernavaca, así como un capitán y un mayor pertenecientes a la misma zona, cuyos nombres no fueron dados a conocer.
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/74945


Lecciones para ganar la guerra contra las drogas: El caso de Portugal
Por Erich Moncada | SDP Noticias
Jueves 21:18
México lleva décadas empantanado en el modelo prohibicionista. La lucha contra el narco ha fracasado rotundamente; los índices de consumo escalan constantemente y los muertos se acumulan en las morgues.
Estados Unidos ha ejercido una influencia perjudicial en nuestra política antidroga. A finales de la década de los treintas el doctor Leopoldo Salazar Viniegra, un funcionario del Departamento de Salubridad, intentó crear un monopolio estatal de drogas que suministraría de forma gratuita las sustancias a los adictos, bajo supervisión médica y a precio de costo, pero las presiones estadounidenses obligaron al presidente Lázaro Cárdenas dar marcha atrás. En 2006, el presidente Vicente Fox prometió aprobar una nueva ley que autorizaba la posesión de dosis mínimas de drogas a los consumidores, pero a última hora se negó a firmar la iniciativa ante las amenazas de la administración del presidente George W. Bush.
Nuestros vecinos del norte son el peor ejemplo a seguir en materia de narcotráfico. Por eso es necesario voltear a ver otras naciones -quizá poco influyentes y pequeñas- que ponen en práctica experiencias vanguardistas.
Portugal: Giro radical
Un estudio del Cato Institute en abril de este año documentó los logros obtenidos por la nueva política de atención al narcotráfico de los portugueses, quienes en 2001 descriminalizaron la posesión, el consumo y la compra de sustancias ilícitas.
Descriminalizar no significa legalizar o despenalizar; el uso y la posesión siguen siendo ilegales, pero las penas son transferidas de la esfera penal y pasan a convertirse en una infracción administrativa (como ser multado por conducir bajo los efectos del alcohol).
En donde se despenalizan las drogas, el uso sigue siendo un delito, pero ya no se encarcela a quienes violan ley, aunque sí se aplican penas alternativas como las multas o el trabajo comunitario. En un gran número de países de la Unión Europa la despenalización es la regla; pero Portugal es el único país miembro que estipula la descriminalización. En cambio, dentro del esquema de legalización no existen prohibiciones de ningún tipo.
México no persigue a quienes poseen sustancias ilegales para su estricto consumo personal y debajo de cierta la cantidad máxima establecida por la ley, hasta por un máximo de tres ocasiones. En Portugal la posesión de las drogas debe ser en tal cantidad que se presuma para ser consumida dentro de un período de diez días por individuo. Cuando se supera dicho límite se considera narcotráfico.
La Comisión para Disuadir las Adicciones a las Drogas se encarga de castigar a los infractores con multas o sanciones no monetarias. Se integra por tres miembros (un abogado, un trabajador social y un sicólogo) apoyados por un equipo técnico. Los procedimientos se suspenden y cancelan cuando las personas deciden someterse a tratamiento y lo completan. Sin embargo, a diferencia de México donde la rehabilitación es obligatoria en la tercera reincidencia, en Portugal es voluntaria. Cuando la persona no presenta signos adictivos y carece de antecedentes penales, la Comisión está obligada a suspender la infracción. Si la persona presenta un cuadro adictivo, la Comisión puede suspender al ciudadano para desempeñar una profesión, prohibirle la salida del país, la asistencia a lugares de riesgo, a reunirse con ciertos individuos, puede obligarlo a presentarse a monitoreos, cancelarle beneficios públicos u otorgarle una advertencia oral. La sanción depende del tipo de droga involucrada, el grado de consumo, la seriedad de la infracción y si el uso se llevó a cabo en un lugar público o privado.
La policía no tiene facultades para arrestar al infractor, únicamente le puede dar un citatorio; así se reduce significativamente la oportunidad de corromper a las corporaciones.
La descriminalización tiene como misión echar abajo el temor de los consumidores, quienes antes de 2001 se negaban a buscar tratamiento por temor a ser perseguidos. Una vez derribado dicho obstáculo, cuando el sistema de salud cuenta con recursos para operar los centros de rehabilitación y los programas preventivos, disminuye la estigmatización social de los usuarios; la sociedad deja de percibirlos como una amenaza y éstos no se sienten alienados por su rechazo.
El objetivo de esta política es minimizar los problemas relacionados con las drogas y las adicciones. Se inspira en el concepto GBE (Global, Balanced and Evidence Based): Global, porque es un problema que requiere atención internacional; Balanceado, ya que las medidas deben ser proporcionales y equitativas tanto en la reducción de la oferta como en la demanda; y Basado en Evidencia, porque las decisiones deben estar libres de elementos ideológicos o morales.
Efectos positivos
En contra de todos los pronósticos Portugal no se convirtió en un destino para el turismo de drogas. Registra los últimos lugares de consumo, sobre todo comparado con países con sistemas más rígidos. Incluso el consumo se desplomó en varios grupos poblacionales: Entre los años 2001 y 2006 el consumo de drogas al menos una vez en la vida disminuyó en los estudiantes de 13 a 15 años, de 14.1 a 10.6 por ciento. Y para los jóvenes entre los 16 y 18 años el consumo decreció de 27.6 a 21.6 por ciento en ese período. Asimismo se redujo la incidencia de enfermedades de transmisión sexual relacionadas con las drogas, como el VIH/SIDA.
El estudio encontró que “las leyes más estrictas no producen menor consumo y hay información que podría sugerir lo contrario” (p.11)
Espero que el mensaje le llegue a los actuales y a los futuros responsables de conducir la política nacional antidroga. México no puede darse el lujo de sufrir una agonía tan lenta gracias a una estrategia que ha demostrado su ineficacia reiterada. Es momento de declararle la guerra a las balas y a la sangre… es hora de encontrar soluciones pacíficas y armónicas.
Referencia:
Greenwald, Glenn. 2009. “Drug decriminalization in Portugal: Lessons for creating fair and successful drug policies”
The Cato Institute
http://www.cato.org/pubs/wtpapers/greenwald_whitepaper.pdf


Reflexiones sobre el fracaso de la estrategia antidrogas de Calderón
Martes 18:10
El Consejo Nacional Contra las Adicciones (CONADIC) reveló ayer que entre los años 2002 a 2009 creció el número de consumidores de drogas ilícitas, de 203 mil a 361 mil; un incremento de 51%. La cifra refleja el fracaso de dos sexenios panistas en materia de prevención y atención de las adicciones.
La frase “Para que la droga no llegue a tus hijos”, tan difundida por el gobierno federal, no tiene sustento. Hace mucho que las drogas llegaron a nuestros hijos. La narcoguerra no ha servido para disminuir la oferta en las calles ni el número de consumidores. Para lo que sí ha sido efectiva es para empeorar la ola de violencia que ha cobrado la vida de diez mil personas en los últimos tres años.El gobierno federal ha descuidado las áreas de prevención y educación al lanzarse a combatir al narco sin un plan integral de largo plazo. En los siguientes puntos trataré de explicar algunos factores que influyeron en el fracaso de las iniciativas.
1. La adopción del modelo prohibicionista o de “cero tolerancia”
El esquema originado en Estados Unidos se fundamenta en definir dos usos para las drogas: Uno permitido con fines médicos y otro prohibido, sin valor medicinal. El drogadicto, por definición, es un delincuente. Los partidarios de la prohibición rechazan la idea de un individuo autónomo, capaz de responder por sus actos, porque es sometido por la adicción y su voluntad está doblegada. El Estado siente el poder de intervenir, aunque sin el consentimiento del ciudadano no lo solicite, para salvar su integridad física y de terceros. La política prohibicionista estigmatiza a los grupos marginales por medio de la criminalización de sus conductas.
2. La ausencia de una cultura de evaluación
En 2008 Felipe Calderón anunció la entrada en vigor de un programa de exámenes antidoping a estudiantes de secundaria y preparatoria. ¿Cuál fue su costo? ¿Fueron efectivos para rehabilitar a los adictos o para prevenir el consumo de drogas? ¿Con qué criterio se optó por esta medida? ¿Existían opciones menos denigrantes para los niños?
También se ha dado amplia promoción a los centros de atención “Nueva Vida” de la Secretaría de Salud, pero aún no se cuenta con estadísticas sobre la cantidad de usuarios rehabilitados y la calidad del servicio prestado.
Los tres niveles de gobierno carecen de una cultura de evaluación de resultados. Los programas siguen activos aunque no funcionen y se derrochan valiosos recursos del erario.
3. Una guerra cultural perdida
Los encargados de diseñar la propaganda antidrogas, sean del sector público o privado viven en otro planeta; están alejados de la vida diaria de millones de jóvenes que observan una contradicción entre los medios y su entorno. La gran mayoría de los anuncios y promocionales rayan en lo ridículo. Sólo basta recordar la campaña “Vive sin drogas” de TV Azteca, donde una florecita animada y sicodélica canta un rap mal hecho sobre las bondades de vivir sin adicciones. ¡El comercial estaba tan viajado que indirectamente fomentaba que los menores experimentaran con las drogas!
Y los anuncios, cuando no son exagerados o distorsionan los hechos, suelen retratar situaciones inverosímiles y simplistas. Resulta contraproducente amedrentar a niños y jóvenes con campañas de miedo. Es correcto enseñarles a “decir no”, pero también es necesario darles información cuando deciden "decir que sí".
4. Falta de transparencia
Antes de que el gobierno de Felipe Calderón se metiera en este caótico callejón sin salida, debió informar a la población sobre las metas a cumplirse para comprobar sus avances en la narcoguerra. Si bien han abundado históricos decomisos en contra de los cárteles, nunca ha quedado claro cuánta droga se produce y consume. Se detienen a cabecillas, sicarios y a miles de presuntos traficantes, pero no se revela el tamaño del ejército del enemigo, ni se ataca la estructura financiera ni el lavado de dinero. Para medir el progreso se requieren parámetros claros, no declaraciones triunfalistas.
La guerra contra las drogas está condenada al fracaso porque está inspirada en una filosofía inhumana, cortoplacista y superficial. México requiere modificar radicalmente la forma en que lucha contra el problema de las drogas y las adicciones.
¿Existe otro camino?
Una alternativa viable es la adopción de un modelo de Reducción de Daños (“Harm Reduction”). Sus objetivos inmediatos son reducir en las personas los posibles daños o riesgos asociados con el consumo de las drogas, sean legales o ilegales. A diferencia del prohibicionismo, no busca imponer la abstención como un ideal, aunque no se opone a la idea. Mientras los prohibicionistas buscan promover sus propios valores, la reducción de daños mantiene una posición neutral y no emite juicios morales. Da prioridad a las soluciones de carácter social y comunitario, no policial.
Las políticas de Reducción de Daños han sido aplicadas con excelentes resultados desde hace más de treinta años. Durante la década de los noventas Asia y Europa enfrentaron un auge en los contagios de enfermedades relacionadas con el uso de drogas inyectables. Los gobiernos se vieron obligados a emprender acciones novedosas y poco convencionales como la distribución de inyecciones limpias o la apertura de clínicas donde los consumidores puedan inyectarse de forma segura. En estas naciones se desplomaron los índices de problemas médicos relacionados con infecciones de transmisión sexual o intravenosa, sobredosis, así como delitos como el robo en hogares o asaltos en la vía pública. Estos países cuentan con leyes menos estrictas donde se dificultan la corrupción, los consumidores tienen mayor disposición a aceptar el auxilio de las instituciones y, al liberar recursos de la seguridad a la salud pública, los cambios son más notables.

