ANDREA BECERRIL , VICTOR BALLINAS
El presidente Felipe Calderón se reunió anoche con los senadores panistas para pedirles que apoyen una agenda legislativa que incluya las reformas fiscal y energética; otro objetivo es posibilitar la inversión privada en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), además de una modificación integral al sistema de pensiones, comenzando con las del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y cambios a fondo en materia de seguridad pública.
Calderón cenó a puerta cerrada con los legisladores en el hotel Santuario, de Valle de Bravo, que fue previamente acordonado por el Estado Mayor Presidencial.
De acuerdo con versiones de asistentes al encuentro, entre ellos Ernesto Saro Boardman, sólo se trataron temas legislativos, y Calderón les insistió en la necesidad de que las reformas estructurales salgan por consenso, de manera gradual, en lugar de ir por el todo o nada.
El Presidente planteó una reforma energética que dé autonomía a Pemex y la CFE, con el fin de que se puedan asociar con empresas privadas, para que, por ejemplo, se produzca gasolina.
"Si alguien puede construir las refinerías, que lo haga, para no vender petróleo barato y comprar gasolina cara", recalcó.
En su intervención, luego de que el coordinador de los senadores panistas, Santiago Creel, le dio la bienvenida y le expresó el respaldo de su bancada, Calderón insistió en que las reformas estructurales permitirán liberar recursos públicos para destinarlos a programas sociales.
Otro tema que Calderón definió como prioritario es el de la seguridad pública. Reconoció que los operativos recientes contra la delincuencia organizada "han sido insuficientes", y planteó modificaciones legales para profesionalizar a la Policía Federal Preventiva.
También les demandó legislar a fondo sobre las pensiones, y recalcó que mientras muchos mexicanos, entre ellos campesinos y ejidatarios, padecen en su vejez por no contar con un sistema de retiro, hay "ciertos grupos" que se jubilan a edad temprana con altas prestaciones. De entrada, solicitó revisar el régimen del ISSSTE y avanzar también en la reforma fiscal que dé mayores recursos al gobierno.
Calderón insistió en que esas reformas deberán salir por consenso, por lo que deberán negociar con los senadores priístas y perredistas, aunque para ello las modificaciones tengan que ser graduales.
Entrevistados vía telefónica, los senadores Saro, Alejandro Zapata Perogordo y Ricardo García Cervantes recalcaron que el encuentro con Calderón fue "muy cordial", a tal grado que después de su intervención se quedó buen rato a departir con ellos.
Con esa cena se inició la reunión plenaria que los senadores del blanquiazul llevarán a cabo en Valle de Bravo los próximos días, en la que sostendrán también encuentros con el dirigente nacional panista, Manuel Espino, y el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña.
En entrevista previa a la reunión con Calderón, Creel afirmó que, como miembros del partido en el gobierno, los legisladores panistas tienen "la responsabilidad fundamental" de hacer todo lo posible para que las autoridades federales salgan adelante y, parte de ello es lograr que avancen en el Congreso las iniciativas de Calderón.
No obstante, Santiago Creel aseguró que va a cumplir el compromiso "ineludible" con los coordinadores priísta y perredista de aprobar las tres grandes iniciativas que quedaron pendientes del pasado periodo de sesiones: la reforma del Estado; la ley para establecer un tope a los sueldos y prestaciones de los funcionarios públicos, y la modificación constitucional que impedirá el tráfico de influencias y el conflicto de interés entre legisladores.
En principio, informó, hay un acuerdo con las demás fuerzas políticas, y en el caso de la iniciativa perredista para crear un marco de austeridad entre los servidores públicos, con el fin de evitar salarios millonarios, la propuesta que en ese sentido hizo llegar Calderón fortalece la negociación.
Reconoció que la iniciativa que él mismo impulsó, conocida como ley antiDiego, será modificada, luego de la postura en contra de senadores del PAN y de otros partidos, a fin de que no se les impida seguir con sus negocios particulares.
"Hay preocupación entre legisladores que tienen sus empresas, sus ranchos y otras actividades, y lo que tenemos que definir con toda precisión es que cada quien pueda tener el patrimonio que desee y, por supuesto, conservarlo y trabajarlo, siempre y cuando no implique conflicto de interés con su actividad legislativa."
En ello radican parte de las inquietudes que han planteado, no sólo senadores del PAN, sino de otros grupos parlamentarios, agregó.
El primer tema que hoy analizarán es el de las pensiones.
El presidente Felipe Calderón se reunió anoche con los senadores panistas para pedirles que apoyen una agenda legislativa que incluya las reformas fiscal y energética; otro objetivo es posibilitar la inversión privada en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), además de una modificación integral al sistema de pensiones, comenzando con las del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y cambios a fondo en materia de seguridad pública.
Calderón cenó a puerta cerrada con los legisladores en el hotel Santuario, de Valle de Bravo, que fue previamente acordonado por el Estado Mayor Presidencial.
De acuerdo con versiones de asistentes al encuentro, entre ellos Ernesto Saro Boardman, sólo se trataron temas legislativos, y Calderón les insistió en la necesidad de que las reformas estructurales salgan por consenso, de manera gradual, en lugar de ir por el todo o nada.
El Presidente planteó una reforma energética que dé autonomía a Pemex y la CFE, con el fin de que se puedan asociar con empresas privadas, para que, por ejemplo, se produzca gasolina.
"Si alguien puede construir las refinerías, que lo haga, para no vender petróleo barato y comprar gasolina cara", recalcó.
En su intervención, luego de que el coordinador de los senadores panistas, Santiago Creel, le dio la bienvenida y le expresó el respaldo de su bancada, Calderón insistió en que las reformas estructurales permitirán liberar recursos públicos para destinarlos a programas sociales.
Otro tema que Calderón definió como prioritario es el de la seguridad pública. Reconoció que los operativos recientes contra la delincuencia organizada "han sido insuficientes", y planteó modificaciones legales para profesionalizar a la Policía Federal Preventiva.
También les demandó legislar a fondo sobre las pensiones, y recalcó que mientras muchos mexicanos, entre ellos campesinos y ejidatarios, padecen en su vejez por no contar con un sistema de retiro, hay "ciertos grupos" que se jubilan a edad temprana con altas prestaciones. De entrada, solicitó revisar el régimen del ISSSTE y avanzar también en la reforma fiscal que dé mayores recursos al gobierno.
Calderón insistió en que esas reformas deberán salir por consenso, por lo que deberán negociar con los senadores priístas y perredistas, aunque para ello las modificaciones tengan que ser graduales.
Entrevistados vía telefónica, los senadores Saro, Alejandro Zapata Perogordo y Ricardo García Cervantes recalcaron que el encuentro con Calderón fue "muy cordial", a tal grado que después de su intervención se quedó buen rato a departir con ellos.
Con esa cena se inició la reunión plenaria que los senadores del blanquiazul llevarán a cabo en Valle de Bravo los próximos días, en la que sostendrán también encuentros con el dirigente nacional panista, Manuel Espino, y el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña.
En entrevista previa a la reunión con Calderón, Creel afirmó que, como miembros del partido en el gobierno, los legisladores panistas tienen "la responsabilidad fundamental" de hacer todo lo posible para que las autoridades federales salgan adelante y, parte de ello es lograr que avancen en el Congreso las iniciativas de Calderón.
No obstante, Santiago Creel aseguró que va a cumplir el compromiso "ineludible" con los coordinadores priísta y perredista de aprobar las tres grandes iniciativas que quedaron pendientes del pasado periodo de sesiones: la reforma del Estado; la ley para establecer un tope a los sueldos y prestaciones de los funcionarios públicos, y la modificación constitucional que impedirá el tráfico de influencias y el conflicto de interés entre legisladores.
En principio, informó, hay un acuerdo con las demás fuerzas políticas, y en el caso de la iniciativa perredista para crear un marco de austeridad entre los servidores públicos, con el fin de evitar salarios millonarios, la propuesta que en ese sentido hizo llegar Calderón fortalece la negociación.
Reconoció que la iniciativa que él mismo impulsó, conocida como ley antiDiego, será modificada, luego de la postura en contra de senadores del PAN y de otros partidos, a fin de que no se les impida seguir con sus negocios particulares.
"Hay preocupación entre legisladores que tienen sus empresas, sus ranchos y otras actividades, y lo que tenemos que definir con toda precisión es que cada quien pueda tener el patrimonio que desee y, por supuesto, conservarlo y trabajarlo, siempre y cuando no implique conflicto de interés con su actividad legislativa."
En ello radican parte de las inquietudes que han planteado, no sólo senadores del PAN, sino de otros grupos parlamentarios, agregó.
El primer tema que hoy analizarán es el de las pensiones.
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