Por Lila Sarai
El día de ayer se realizó una marcha convocada por diferentes organizaciones campesinas, sindicales, civiles y políticas (Conorp, FSM, CCN, CAP, UNT, CONOC y FAP) ante la evidencia de que el modelo económico impuesto en el país no es viable y el alza de precios es sólo una pequeña muestra de lo que año con año venimos cargando a cuestas.
El estancamiento económico, la incapacidad para generar los empleos necesarios, el deterioro del salario, la falta de competitividad internacional y la pérdida de la soberanía alimenticia fueron algunas de las consignas que se tomaron dentro de la marcha.
Andrés Manuel López Obrador marchó bajo las mismas consignas y al finalizar el mitin, en punto de las 7 de la noche, pronunció una arenga en la que propuso cinco acciones que impulsará su ‘gabinete económico', mismas que dictan soluciones ( mágicas pero sin decir cómo lograrlas). De entre éstas encontramos la implantación de un aumento salarial de emergencia y un subsidio urgente para reducir el precio de la tortilla (mismos que no especifica de dónde va a salir dinero para cubrirlos); también, la aprobación inmediata de una iniciativa sobre precios y contra monopolios , precios de garantía para productores de alimentos básicos e impedir que entre en vigor en el 2006 la cláusula del Tratado de Libre Comercio que libera la importación de maíz y frijol.
Es preciso pensar en la fachada de estas propuestas, las cuales nos ofrecen un mundo mejor pero sin decir cómo se van a hacer. Lo que necesitamos son propuestas concretas (y más allá, acciones), no más demagogia que busque consensos para obtener un lugar ‘arriba' o para mantenerse vigente en el escenario político con vías a obtener, ahora sí, la silla presidencial, o en el caso de las organizaciones sociales, capacidad de negociación de los dirigentes, usando a las bases como “masa de manifestación”
El día de ayer se realizó una marcha convocada por diferentes organizaciones campesinas, sindicales, civiles y políticas (Conorp, FSM, CCN, CAP, UNT, CONOC y FAP) ante la evidencia de que el modelo económico impuesto en el país no es viable y el alza de precios es sólo una pequeña muestra de lo que año con año venimos cargando a cuestas.
El estancamiento económico, la incapacidad para generar los empleos necesarios, el deterioro del salario, la falta de competitividad internacional y la pérdida de la soberanía alimenticia fueron algunas de las consignas que se tomaron dentro de la marcha.
Andrés Manuel López Obrador marchó bajo las mismas consignas y al finalizar el mitin, en punto de las 7 de la noche, pronunció una arenga en la que propuso cinco acciones que impulsará su ‘gabinete económico', mismas que dictan soluciones ( mágicas pero sin decir cómo lograrlas). De entre éstas encontramos la implantación de un aumento salarial de emergencia y un subsidio urgente para reducir el precio de la tortilla (mismos que no especifica de dónde va a salir dinero para cubrirlos); también, la aprobación inmediata de una iniciativa sobre precios y contra monopolios , precios de garantía para productores de alimentos básicos e impedir que entre en vigor en el 2006 la cláusula del Tratado de Libre Comercio que libera la importación de maíz y frijol.
Es preciso pensar en la fachada de estas propuestas, las cuales nos ofrecen un mundo mejor pero sin decir cómo se van a hacer. Lo que necesitamos son propuestas concretas (y más allá, acciones), no más demagogia que busque consensos para obtener un lugar ‘arriba' o para mantenerse vigente en el escenario político con vías a obtener, ahora sí, la silla presidencial, o en el caso de las organizaciones sociales, capacidad de negociación de los dirigentes, usando a las bases como “masa de manifestación”
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