Para amanecer con ganitas

Astillero

Julio Hernández López

Puro amor

Decisiones acarameladas

Puebla de los angelitos

Cupido político tarasco

Imbuida del espíritu de San Valentín, la Secretaría de Gobernación decidió no emprender una guerra santa de desagravio contra las presuntas amenazas internéticas de Al Qaeda, y se declaró simplemente "atenta" al curso de los acontecimientos, pero sin enviar batallones de pefepos por delante para tratar de impedir eventuales ataques con papalotes suicidas contra las torres de Pemex, ni solicitar ese bravío funcionario jalisciense que tropas estadunidenses "amigas" ayudaran a proteger los intereses estratégicos presuntamente amenazados (bueno, ¿y si mejor son vendidos esos veneros del diablo que nomás puros problemas dan al país, ahora hasta con esos mensajes electrónicos tan feos? ¿Y si se aprovecha la oportunidad y le es entregado el paquete de lo energético a vecinos como los gringos, pa' que ellos sufran las consecuencias? ¡Oh, sí!)

Día de amores judiciales perros, pues distintos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sustentaron criterios encontrados respecto a la posibilidad de que organismos autónomos puedan entablar controversias constitucionales con poderes de la Unión. A la Comisión Nacional de Derechos Humanos se le cerró esa vía, y al Instituto del Fraude Electoral (en los documentos presentados, el tal instituto se autodenomina "Federal Electoral") se le abrió. Soberanes sufre (pero nomás tantito, pues el litigio que encabeza no es sustancial) y Uh Fraude celebra (cual si hubiese recibido respiración artificial, no sólo por el punto específico de la disputa, que se refiere a que el presupuesto aprobado por San Lázaro impide al IFE ejercer su facultad de fijar costos mínimos de campañas, sino, sobre todo, porque políticamente le da una burbuja de apariencia ganadora a los consejeros gordillistas ampliamente impugnados; burbuja obviamente provisional, pues sólo se ha aceptado que un órgano como el IFE puede plantear ese tipo de controversias, pero no necesariamente se le está dando la razón en el tema de fondo que está en proceso de resolución).

Pero los aires amorosos siempre triunfan (oh de suspiro astillado que en el aire toma forma de corazoncito de chocolate), pues el carpicista ómnibus man maniobra en busca de congraciarse con Calderón (por ejemplo, con casos como el de Oaxaca, donde la CNDH se ha hecho de la vista explicablemente gordísima), con la esperanza de no pasar otro sexenio de enfrentamientos como los vividos con el Ranchero Vengador de anglo apellido Ox, y esa misma oficina defensora del gasto burocrático a nombre de los derechos humanos exculpa amablemente al anterior secretario del Trabajo por los sucesos de Pasta de Conchos. ¡Oh, feliz Día del Amor, que a fin de cuentas es complicidad, amigos de El Yunque!

Canciones románticas del pasado también hubo ayer. La cúpula cetemista, gerontocrática (y cleptómana, incita un provocador anónimo a que este obrero de la tecla así lo escriba pero, ejemplarmente responsable, el columnero no lo hace), tuvo una deliciosa sesión del recuerdo con el joven presidente de los trabajos (el 1 de diciembre, por ejemplo, vaya que los sufrió), a quien esos millonarios líderes del proletariado visitaron en su plaza laboral de Los Pinos. Los heroicos defensores del sindicalismo charro y de los contratos de trabajo centaveados fueron encabezados por su prócer de lujo, el abnegado Joaquín Gamboa Pascoe.

Angelitos cachetones entrelazan amores perdidos. El Partido del Trabajo confirma que llevará como candidata a la gubernatura a la versión yucateca de aquella Doña Eme que el gran Rius presentaba en Los Supermachos. Y un juez capitalino notificó oficialmente a la periodista Lydia Cacho su auto de formal libertad en el proceso que en su contra inició el textilero pederasta Kamel Nacif. La decisión judicial coincidió con el primer aniversario de que la nación conociera los delicados pasajes lingüísticos con que el financiero (uno de ellos) de la campaña de Mario Marín hablaba con su virtual subordinado, a quien daba trato de héroe por todo lo que había hecho contra la periodista Cacho. En Puebla de los angelitos, el góber precioso también tendría material para celebrar, pues resulta que, curiosamente, se han extraviado las diligencias realizadas en la Cámara de Diputados para solicitar juicio político a un Marín que, por otra parte, goza de la virtual exoneración que le ha otorgado quien en campaña aseguraba que pediría ese tipo de enjuiciamiento político en su contra, el cambiante Felipe Calderón, que ahora se toma fotografías como si nada con quien colaboró electoralmente a fabricar la falsa diferencia ínfima del 2 de julio.

¿Bueno, y la cúpula de la izquierda electoral? Pues... pues. ¡Ah, sí: que los senadores del sol azteca se la hicieron de tos a Emilio Goicoechea y votarán en contra de su postulación a la embajada de Canadá! Y que ya se está convocando a la segunda asamblea de la Convención Nacional Democrática, donde López Obrador dará ¡gulp! un informe de labores, y que el otro día el tabasqueño bateó bastante bien en un juego beisbolero de veteranos contra el equipo de una sección periodística deportiva. Y además, además...

La gente, lo social, sigue mientras tanto moviéndose. En Culiacán hubo protestas de seguidores de Andrés Manuel que quisieron expresar repudio a Felipe Calderón, pero se toparon obviamente con el cerco militar del Estado Mayor Presidencial, que también violó derechos de decenas de enfermeras del Hospital General de la capital sinaloense, quienes fueron virtualmente secuestradas, mediante vallas de contención, para que no se manifestaran en demanda de que al fin les den plaza laboral, luego de 15 años de trabajar mediante tramposos contratos temporales.

Y mientras, Cuauhtémoc Cárdenas vuelve a interesarse por el PRD. Bueno, por las elecciones. Bueno, por las elecciones de gobernador de Michoacán (él y Alejandro Encinas cenaron con uno de los precandidatos, Enrique Bautista, secretario general del gobierno de Lázaro Cárdenas Batel). Y mientras el Chamuco revivido es hoy felizmente presentado en sociedá, en el Museo de las Culturas Populares, en Coyoacán, a las 7 de la noche, ¡hasta mañana, en esta columna que ama a sus lectores!

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